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Ya prueban en humanos el suero equino contra el COVID19
Más de 30 voluntarios ya recibieron suero equino como parte de la investigación para determinar la eficacia contra el coronavirus que alcanzará un universo de más de 200 pacientes.
Las pruebas no tuvieron ningún efecto adverso, se realizan en diez hospitales y alcanzarán a 242 pacientes, según explicó a la Televisión Pública el director general de la empresa Inmunova, Linus Spatz Los resultados se conocerán en octubre.
Los voluntarios tenían que padecer la enfermedad de moderada a severa causada por la infección del SARS-CoV-2 confirmada por PCR, dentro de los diez días del inicio de síntomas y que requieran hospitalización.
El suero fue desarrollado a partir de anticuerpos de caballos que logró impedir el ingreso del coronavirus a las células en pruebas de laboratorio y fue aprobado por la ANMAT. El estudio clínico comenzó en el Sanatorio Güemes y en el Hospital General de Agudos Dr. Ignacio Pirovano, de la ciudad de Buenos Aires; y en el Hospital Cuenca Alta – SAMIC de Cañuelas y en el Instituto Médico Platense de la capital bonaerense.
El suero es un tratamiento para pacientes con diagnóstico de la infección, que se administra en las primeras etapas de la enfermedad, y que ya demostró en su etapa experimental que es capaz de neutralizar al virus en pruebas de laboratorio.
Los nuevos ensayos buscan demostrar la seguridad y eficacia del suero hiperinmune en términos de mejoría clínica del paciente, es decir de la recuperación pronta para poder ser externado y que no avance la enfermedad, de manera de evitar la asistencia respiratoria mecánica o el traslado a una unidad de cuidado intensivo.
En el desarrollo del suero se utilizó como antígeno una proteína recombinante del virus SARS-CoV-2 que se inyectó en caballos para obtener anticuerpos policlonales.
El suero producido contiene gran cantidad de estos anticuerpos con capacidad de impedir que el virus ingrese a las células y se multiplique.
Por otro lado, logró desarrollarse con la participación del laboratorio Inmunova, la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), el Instituto Biológico Argentino (BIOL), la Fundación Instituto Leloir (FIL), Mabxience, el Conicet, el instituto ANLIS Malbrán y el Instituto de Virología Dr. José M. Vanella de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Los "excelentes resultados" del estudio, que comenzó en mayo, fueron expuestos este jueves en una sesión de la Academia Nacional de Medicina.
Brasil presentó este jueves, a través de un laboratorio estatal de Río de Janeiro, los primeros resultados y un pedido de patente para un suero desarrollado a partir de plasma equino, con una capacidad de crear anticuerpos para el nuevo coronavirus veinte veces superior al de los seres humanos.
Los "excelentes resultados" del estudio, que comenzó en mayo, fueron expuestos este jueves en una sesión de la Academia Nacional de Medicina por el médico Adilson Stolet, presidente del Instituto Vital Brazil, y el investigador Jerson Silva, titular de la Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de Río de Janeiro.
En un comunicado recogido por la agencia de noticias EFE, el Instituto Vital Brazil indicó que "después de setenta días los plasmas de cuatro de los cinco caballos del laboratorio, inoculados en mayo de 2020 con la proteína S, resultante del coronavirus, presentaron anticuerpos neutralizadores entre veinte y cincuenta veces más potentes contra el nuevo virus".
La comparación se realizó con "los plasmas de las personas que tuvieron la enfermedad" y a partir de ese resultado "fue creado el suero anti-SARS-CoV-2, producido a partir de equinos inmunizados con la glicoproteína de la espiga spike del virus", apuntó el informe.
"El experimento con el plasma de los caballos permite que el tratamiento sea producido en gran escala. Los animales no sufren con el proceso de retiro de plasma y conseguimos, así, una gran cantidad de medicamento disponible", explicó Stolet.
Silva, que también es profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), advirtió, por su parte, "que se debe tomar cuidado para no crear falsas ilusiones", pero afirmó que los primeros resultados arrojaron "una respuesta impresionante, por encima de todas las expectativas".
El equipo de investigadores responsables del desarrollo del suero equino espera la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, reguladora) para comenzar a probarlo en humanos.
El estudio brasileño es independiente a uno similar con suero equino realizado por la Universidad Nacional de San Martín y la empresa de biotecnología Inmunova, en la Argentina, aprobado en julio por las autoridades sanitarias para ser probado en humanos.
En Brasil, el pedido de patente contempla "la producción del suero, preparación del antígeno, hiperinmunización de los equinos, fabricación del plasma hiperinmune, elaboración del concentrado de anticuerpos específicos y del producto finalizado, después de su purificación por filtración esterilizante y clarificación".
En la iniciativa, participa, además del Instituto Vital Brazil y la UFRJ, la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el mayor centro de investigación médica de Latinoamérica, también con sede principal en Río de Janeiro, vinculado al Ministerio de Salud y que producirá para el país la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford.
La pandemia del nuevo coronavirus dejó, hasta el momento, en Brasil más de 104.000 muertos y casi 3,2 millones de casos confirmados.
Infobae habló en exclusiva con el investigador responsable de un ensayo que busca demostrar la eficacia de un tratamiento con una formulación líquida de ese fármaco. "Los pacientes mejoran su oxigenación de manera casi inmediata", dijo
El doctor en Bioquímica Dante Beltramo sobre la patología del COVID-19 y los resultados del estudio con ibuprofeno inhalado
Dante Beltramo es doctor en Bioquímica, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y del Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor), profesor titular de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Católica de Córdoba y responsable del laboratorio de biociencias de Ceprocor. Pero fue luego de varios mensajes de WhatsApp posteriores a la entrevista vía Meet que hizo en exclusiva con Infobae, que accedió a compartir su currículum. “No me gusta hablar de mi persona”, se excusaba con la humildad que sólo tienen los grandes.
Dante Beltramo se emociona hasta las lágrimas al contar que es la primera vez que uno de sus proyectos “traspasa la mesada del laboratorio”. “Me emociona cada vez que me hacen un reporte de pacientes que estaban graves y que les dan el alta; la satisfacción de ver gente que se recupera no se paga con nada, créame”.
Es que Dante Beltramo, a sus 65 años recién cumplidos, jamás imaginó estar al frente de lo que podría terminar convirtiéndose en un tratamiento eficaz contra el COVID-19, una enfermedad que tiene al mundo en vilo y que ya causó la muerte de más de 725 mil personas alrededor de todo el planeta.
Con 100 pacientes con infección moderada a severa por SARS-CoV-2 que presentaban disnea e hipoxemia y que luego de recibir un tratamiento de uso compasivo de ibuprofeno inhalatorio experimentaron “una mejoría inmediata de los síntomas”, todas las miradas se dirigieron a la mente detrás de ese abordaje.
“La mayoría de las cosas terminan siendo no como uno las piensa sino como el destino lo decide”, aseguró a Infobae consultado sobre los orígenes de su tratamiento. Es que el hombre buscaba junto a su equipo “conseguir un sistema simple para minimizar la actividad de las bacterias que anidan en el pulmón de los pacientes con fibrosis quística”. “Estábamos tratando de encontrar una molécula simple y que pudiera combatir a las tres bacterias, y entre lo que discutíamos se nos ocurrió probar esta molécula de ibuprofeno, a la que había que hacerla soluble en agua para que sea accesible al pulmón -comenzó a explicar-. Y como nosotros trabajamos en el área de la nanotecnología lo que hicimos fue crear una nanoestructura del ibuprofenato sódico en una solución salina hipertónica con la que la pudimos estabilizar. Y la observación que hicimos fue que tenía capacidad para matar a las tres bacterias que más frecuentemente anidan en el pulmón”.
Entusiasmados con el hallazgo y habiendo publicado el trabajo científico que demostraba su logro. Así estaban Beltramo y su equipo cuando “apareció el coronavirus”. “Allí se replanteó todo, empezamos a preguntarnos si eso que mataba bacterias podría matar el virus e inmediatamente empezamos a ver si tenía la capacidad de inactivar virus y especialmente este tipo de virus con cubierta lipídica dentro de los que está el SARS-CoV-2 -puntualizó el investigador-. Tomamos cuatro o cinco modelos porque lógicamente no tenemos el material genético original de este virus y vimos en los ensayos que funcionaba muy bien”.
Ahí, según él, es cuando dejó de pensar como químico y empezó a pensar como médico. “La visión del químico está muy sesgada hacia la reproducción de los resultados en el laboratorio; el médico es quien trata con el paciente y con las patologías complejas, por eso decidimos incorporar médicos al equipo”, contó. “En el comienzo no había un entendimiento de la patología como hay ahora. Es una infección viral que desencadena todo un mecanismo, que se fue descubriendo a lo largo del tiempo, pero lo que sí se sabía desde el inicio es que había un proceso inflamatorio severo, que hacía que los pacientes llegaran a situaciones extremas”.
En ese punto, Beltramo tenía “una formulación con propiedades bactericidas que habían sido demostradas inicialmente, propiedades viricidas que se descubrieron después y por supuesto no se le podía negar al ibuprofeno su principal y más importante propiedad, que es la de ser antiinflamatorio”.
“Sabemos que esta formulación tiene in vitro capacidad para inhibir el virus, que tiene un PH ligeramente alcalino y que tiene propiedades antiinflamatorias”, analizó el investigador. Y profundizó: “Las infecciones por SARS-CoV-2 se sabe que ocurren cuando hay interacción de la proteína del virus y la proteína de la membrana en un PH ácido -y que si se le da un medio alcalino disminuye la propiedad de interacción y nuestra formulación tiene un medio alcalino-, segundo, el hecho de que la nanoestructura del ibuprofeno se intercala en la membrana y puede eliminar al virus y tercero que la literatura sobre el tema habla de que el virus para replicarse en el interior de la célula usa una proteína que es la actina -las referencias bibliográficas dicen que el ibuprofeno controla los estados estructurales de la actina-. Entonces teníamos tres variables sobre las cuales podríamos pensar en una primera etapa, pero lo más importante es su potencial gran capacidad antiinflamatoria”.
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Además, Beltramo puntualizó que “el doctor (Andrei) Onischuk en su laboratorio ya había demostrado en un ensayo con ratas, con una formulación no acuosa sino con una nanoestructura más grande que si el ibuprofeno se hace ingresar directo al pulmón tiene la propiedad de inhibir la liberación de citoquinas”. “Su propiedad antiinflamatoria es mil veces más activa que si se da en la forma oral; al llegar directo al pulmón ejerce un mayor efecto en menor tiempo”.
Y eso fue lo que empezaron a observar en los pacientes tratados, primero en el marco del estudio que espera la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y luego, haciendo uso de lo que se conoce como “tratamiento compasivo extendido” y que ya fue administrado a 100 personas en Córdoba, Buenos Aires y Jujuy.
“Los pacientes entran al tratamiento con 80% de saturación de oxígeno, que es un valor muy riesgoso y la recuperación de la capacidad de oxígeno luego de dos nebulizaciones vuelve los valores a 96/98% de saturación”, precisó Beltramo.
Y tras asegurar que “lo que se observa es un efecto rápido y que los pacientes se empiezan a sentir bien en forma casi inmediata”, explicó con qué criterio eligen los pacientes a tratar: “Luego de los primeros estudios vimos que se podía aplicar en pacientes con bajos niveles de saturación, alta frecuencia cardiaca, en lo que podría considerarse un paso intermedio a un cuadro mucho más grave. Tal vez si lo usáramos al inicio del cuadro andaría muy bien por las propiedades que decíamos antes, pero en esa etapa uno no puede identificar bien quién es el paciente que va a evolucionar bien y para demostrar su eficacia había que probarlo en pacientes con baja y sostenida saturación de oxígeno y con alta frecuencia cardiaca”.
Esos fueron los pacientes en los que se empezó a probar, por eso es que los especialistas decidieron llamarlo “terapia de rescate” con un objetivo concreto: mostrar que esta formulación busca resolver el cuadro en la fase clínica previa a que el paciente llegue al respirador.
“Estamos esperando poder expandir su uso”
“Para hacer todo legal, estamos a la espera de una respuesta de la Anmat, que tengo entendido que debiera haber llegado ayer viernes, ante la primera presentación para poder iniciar la llamada fase 2 -explicó el investigador-. En realidad, lo primero que hemos podido demostrar en todo este estudio, es que la formulación es inocua, o sea, que no tiene efectos colaterales severos adversos”.
Y luego de puntualizar que “lo único que da cuando se nebuliza a un paciente en esta condición es que puede hacer estornudar, a raíz de que puede irritar y picar la nariz o garganta”, aclaró que debieron lidiar con esa “contra” del tratamiento. “La recomendación de la Organización Mundial de la Salud y las sociedades de virología es no nebulizar en personas con infecciones en el tracto respiratorio superior para no contagiar al médico que atiende, por lo que rápidamente el laboratorio diseñó una escafandra que cubre al paciente desde los hombros y tiene una salida a partir de la que se aspira todo el aire que el paciente exhala cuando se nebuliza, el cual pasa por un filtro de bioseguridad por el que nada de lo que el paciente exhala queda expuesto al medio”.
“Es tremendamente relevante el trabajo que hacen los médicos en esta etapa. Uno llega hasta un punto y después le entrega la potestad para que hagan y son ellos quienes van a trabajar con las personas -reconoció-. Si ellos no hubieran tomado la decisión de acompañar el proyecto esto hubiera quedado en la mesada de un laboratorio”.
El otro punto importante -para Beltramo- “es que hubo un laboratorio de Córdoba que en su afán de innovación tomó el proyecto a costa de que podría haber resultado un fracaso, como en la mayoría de los casos”.
“Si esto funciona como aseveran los médicos con todos los pacientes que han atendido y se puede generalizar uno esperaría que este estudio en pequeña escala fuera directamente proporcional, o sea que siguiera aplicándose con éxito en más pacientes”, dijo consultado acerca de si creía que con el tratamiento aplicado de manera masiva a más pacientes podrían salvarse muchas vidas.
En ese punto, sobre si estaban preparados para producir a gran escala si el tratamiento fuera solicitado de otros lugares, señaló que “el laboratorio está preparándose por si las cosas funcionan y recibe la aprobación para la futura comercialización”. “Por ahora la distribución es a demanda de los hospitales y centros de salud que lo piden y se les brindan las escafandras y el medicamento para cada uno de los pacientes”.
Sobre si reciben algún tipo de apoyo estatal -provincial o nacional-, Beltramo contó: “En la provincia de Córdoba cuando empezaron a ver las tratativas para usarlo como tratamiento compasivo nos dieron una ayuda importantísima en cuanto a la factibilidad que tiene el ministerio de tomar decisiones. Este sistema de uso compasivo extendido facilitó mucho la entrada de pacientes. En Buenos Aires se está haciendo en cada lugar donde los directores médicos solicitan este tipo de terapia. Creo que el laboratorio no recibió contacto del Ministerio de Salud de la Nación hasta lo que yo sé, lo que sí sé es que presentamos todos los papeles a Anmat”.
“El financiamiento para hacer esto no es menor y no tuvimos otra ayuda que no sea de empresas privadas para llegar a este estado donde estamos ahora -remarcó-. Nos presentamos para acceder a subsidios que entregó Nación (el Ceprocor presentó dos proyectos) y lamentablemente el proyecto fue considerado por decisión unánime ‘no prioritario’”.
La entrevista completa:
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Dr Dante Beltramo - entrevista completa #tendencias
Frente a la actual pandemia por coronavirus, se están desarrollando más de 160 vacunas contra el SARS-CoV-2 en todo el mundo, que produce la enfermedad COVID-19, con la esperanza de llevar una al mercado en un tiempo récord para aliviar la crisis mundial.
Se están realizando varios esfuerzos para ayudar a que eso sea posible, incluida la iniciativa Operation Warp Speed del gobierno de EEUU, que ha prometido 10 mil millones de dólares de aporte, con el objetivo de desarrollar y entregar 300 millones de dosis de una vacuna segura y efectiva contra el coronavirus para enero de 2021.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también busca coordinar los esfuerzos mundiales para desarrollar una vacuna, con miras a entregar 2000 millones de dosis para fines de 2021.
Los candidatos, como todas las vacunas, esencialmente apuntan a instruir al sistema inmunitario para que monte una defensa, que a veces es más fuerte de lo que se proporcionaría a través de una infección natural y tiene menos consecuencias para la salud.
Para hacerlo, algunas vacunas usan el coronavirus completo, pero en estado muerto o debilitado. Otros usan solo una parte del virus, ya sea una proteína o un fragmento. Algunos transfieren las proteínas del coronavirus a un virus diferente que es poco probable que cause la enfermedad o que incluso sea incapaz de contraerla.
Finalmente, algunas vacunas en desarrollo dependen del despliegue de piezas del material genético del coronavirus, por lo que nuestras células pueden producir temporalmente las proteínas del coronavirus necesarias para estimular nuestro sistema inmunológico. (Esto es lo que son las vacunas y cómo funcionan).
Por lo general, puede llevar de 10 a 15 años llevar una vacuna al mercado. La más rápida, la vacuna contra las paperas, requirió 4 años en la década de 1960. Las vacunas pasan por un proceso de ensayo clínico de varias etapas, que comienza con la fase 1 en donde se busca verificar su seguridad y si desencadenan una respuesta inmune en un pequeño grupo de humanos sanos.
La segunda fase amplía el grupo de pruebas para incluir grupos de personas que pueden tener la enfermedad o tienen más probabilidades de contraerla, para medir la efectividad de la vacuna. La tercera fase amplía el grupo hasta miles para garantizar que la vacuna sea segura y efectiva entre una gama más amplia de personas, dado que la respuesta inmune puede variar según la edad, el origen étnico o las condiciones de salud subyacentes. Luego, las agencias reguladoras de cada país realizan los análisis pertinentes para su aprobación final, lo que puede ser un proceso largo en sí mismo, si es que no se participa directamente de un ensayo clínico previamente.
Incluso después de que se aprueba una vacuna, se enfrentan obstáculos potenciales en lo que respecta a la fabricación y distribución: desde aumentar la producción para satisfacer las demandas hasta decidir qué poblaciones deben obtenerla primero y a qué costo.
Muchas vacunas también permanecen en la llamada fase cuatro, una etapa perpetua de estudio regular. Pero los desarrolladores de vacunas están tratando de comprimir ese proceso para SARS-CoV-2 ejecutando fases de ensayos clínicos simultáneamente, y la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), ha prometido acelerar esta traza en el proceso de aprobación.
Aunque es demasiado pronto para decir qué candidatos serán finalmente exitosos, aquí hay un vistazo rápido a las perspectivas de la vacuna que han llegado a la fase tres y más allá, incluida una introducción rápida sobre cómo funcionan y dónde se encuentran.
Terapéutica Moderna
Nombre: ARNm-1273
Quién: Una empresa de biotecnología con sede en Massachusetts, en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud (NHI).
Qué: Esta vacuna candidata se basa en inyectar fragmentos de material genético de un virus, en este caso ARNm, en las células humanas. Crean proteínas virales que imitan el coronavirus, entrenando al sistema inmune para que reconozca su presencia. Esta tecnología nunca ha sido autorizada para ninguna enfermedad. Si tiene éxito, sería la primera vacuna de ARNm aprobada para uso humano.
Estado: El 27 de julio, Moderna anunció que había comenzado la tercera fase de sus ensayos clínicos, incluso mientras continúa monitoreando los resultados de la fase dos. Los resultados preliminares de la fase uno, han demostrado que los sujetos sanos produjeron anticuerpos contra el coronavirus y una reacción de las células T, otro brazo de la respuesta inmune humana. La fase tres probará la vacuna en 30.000 participantes de EEUU. Moderna dice que está en camino de entregar al menos 500 millones de dosis por año a partir de 2021, gracias en parte al acuerdo que ha alcanzado con el fabricante suizo Lonza que le permitirá fabricar hasta 1000 millones de dosis.
Pfizer
Nombre: BNT162b2
Quién: Es la compañía farmacéutica más grandes del mundo, con sede en Nueva York, en colaboración con la empresa alemana de biotecnología BioNTech.
Qué: Pfizer y BioNTech también están desarrollando una vacuna de ARNm basada en los esfuerzos anteriores de la compañía alemana para utilizar la tecnología en vacunas experimentales contra el cáncer. Pfizer ha firmado un contrato de casi 2 mil millones de dólares con el gobierno de los EEUU. Busca llegar a las 100 millones de dosis para diciembre de 2020, un hecho que entrará en vigencia cuando el medicamento sea aprobado y entregado.
Estado: el 27 de julio, Pfizer y BioNTech lanzaron una prueba que combina las fases dos y tres al inscribir a una población diversa en áreas con transmisión significativa de SARS-CoV-2. Examinará el efecto de la vacuna en 30.000 personas de 39 estados de EEUU, en Brasil, Argentina y Alemania. El proyecto tiene como objetivo buscar una revisión regulatoria tan pronto como octubre de 2020 para cumplir con la fecha límite de diciembre, y espera suministrar 1300 millones de dosis para fines de 2021. Los resultados preliminares de los datos de la fase uno / dos muestran que la vacuna produce anticuerpos y respuestas de células T específico para la proteína SARS-CoV-2.
Universidad de Oxford
Nombre: ChAdOx1 nCoV-19
Quién: La universidad del Reino Unido, en colaboración con la empresa biofarmacéutica AstraZeneca.
Qué: el candidato de Oxford es lo que se conoce como una vacuna de vector viral, esencialmente un “caballo de Troya” presentado al sistema inmune. El equipo de investigación de Oxford transfirió la proteína de la punta del SARS-CoV-2, que ayuda al coronavirus a invadir las células, a una versión debilitada de un adenovirus, que generalmente causa el resfriado común. Cuando este adenovirus se inyecta en humanos, la esperanza es que la proteína espiga desencadene una respuesta inmune. AstraZeneca y Oxford planean producir mil millones de dosis de vacuna que acordaron vender al costo.
Estado: los resultados preliminares de las primeras dos fases de ensayos clínicos de este candidato revelaron que la vacuna había desencadenado una fuerte respuesta inmune, incluido un aumento de los anticuerpos y las respuestas de las células T, con solo efectos secundarios menores, como fatiga y dolor de cabeza. Ahora ha pasado a la fase tres de ensayos clínicos, con el objetivo de reclutar hasta 50.000 voluntarios en Brasil, el Reino Unido, los Estados Unidos y Sudáfrica.
Sinovac
Nombre: CoronaVac
Quién: Una compañía biofarmacéutica china, en colaboración con el centro de investigación brasileño Butantan.
Qué: CoronaVac es una vacuna inactivada, lo que significa que utiliza una versión no infecciosa del coronavirus. Si bien los agentes patógenos inactivados ya no pueden producir enfermedades, aún pueden provocar una respuesta inmune, como con la vacuna anual contra la influenza.
Estado: el 3 de julio, la agencia reguladora de Brasil otorgó la aprobación de esta vacuna candidata para avanzar a la fase tres, ya que continúa monitoreando los resultados de los ensayos clínicos de fase dos. Sinovac dice que las primeras fases han demostrado hasta ahora que la vacuna produce una respuesta inmune sin efectos adversos graves. Los resultados preliminares de las pruebas anteriores de este candidato en monos macacos, publicados en Science, revelaron que la vacuna produjo anticuerpos que neutralizaron 10 cepas de SARS-CoV-2. La fase tres reclutará a casi 9000 profesionales de la salud en Brasil.
Sinopharm
Nombre: ninguno
Quién: la compañía farmacéutica estatal de China, en colaboración con el Instituto de Productos Biológicos Wuhan.
Qué: Sinopharm también está utilizando una vacuna inactivada de SARS-CoV-2 que espera llegue al público a fines de 2020. Sinopharm ha informado que los primeros ensayos de su candidato a vacuna desencadenaron una fuerte respuesta de anticuerpos neutralizantes en los participantes, sin efectos adversos graves. efectos
Estado: a mediados de julio, Sinopharm lanzó su ensayo de fase tres entre 15.000 voluntarios, de 18 a 60 años, sin condiciones subyacentes graves, en los Emiratos Árabes Unidos. La compañía seleccionó los EAU, ya que tiene una población diversa con aproximadamente 200 nacionalidades diferentes, por lo que es un campo de pruebas ideal.
Instituto de Investigación Infantil Murdoch
Nombre: ensayo BRACE Bacillus Calmette-Guerin
Quién: El instituto de investigación en salud infantil más grande de Australia, en colaboración con la Universidad de Melbourne.
Qué: Durante casi cien años, la vacuna Bacillus Calmette-Guerin (BCG) se ha utilizado para prevenir la tuberculosis al exponer a los pacientes a una pequeña dosis de bacterias vivas. A lo largo de los años, ha surgido evidencia de que esta vacuna puede estimular el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a combatir otras enfermedades también. Los científicos están investigando si estos beneficios también pueden extenderse al SARS-CoV-2, y este ensayo ha alcanzado la fase tres en Australia.
Estado: en abril, investigadores del Instituto de Investigación de Niños Murdoch comenzaron una serie de ensayos controlados aleatorios que evaluarán si BCG también podría funcionar en el coronavirus. Su objetivo es reclutar a 10.000 trabajadores de la salud en el estudio.
CanSino Biologics
Nombre: Ad5-nCoV
Quién: una empresa biofarmacéutica china.
Qué: CanSino ha desarrollado una vacuna de vector viral, utilizando una versión debilitada del adenovirus como vehículo para introducir la proteína de la punta del SARS-CoV-2 en el cuerpo. Los resultados preliminares de los ensayos de fase dos, publicados en The Lancet, han demostrado que la vacuna produce “respuestas inmunes significativas en la mayoría de los receptores después de una única inmunización”. No se documentaron reacciones adversas graves.
Estado: aunque la compañía todavía está técnicamente en la fase dos de su prueba, el 25 de junio, CanSino se convirtió en la primera compañía en recibir una aprobación limitada para usar su vacuna en personas. El gobierno chino ha aprobado la vacuna solo para uso militar, por un período de un año.