Alma de Nogal : Los Chalchaleros

miércoles, 10 de agosto de 2016

Oposición vecinal contra el uso del cuestionado glifosato. LA VANGUARDIA.COM

MEDIO AMBIENTE

Oposición vecinal contra el uso del cuestionado glifosato

Oposición vecinal contra el uso del cuestionado glifosato
La brigada municipal de Viladecans fumigó ayer los alcorques de la calle Antonio Machado (Xavier Cervera)
El uso de un herbicida en las calles de Viladecans durante el mes de agosto ha provocado el rechazo de un grupo de vecinos, que han puesto el grito en el cielo al ver que se estaba aplicando glifosato en su barrio.
El polémico componente químico es el herbicida más vendido en el mundo y se utiliza básicamente para matar las malas hierbas. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo catalogó en el 2015 como sustancia probablemente cancerígena para humanos. La Comisión Europea, en cambio, no ha logrado consensuar una posición ni a favor ni en contra y está a la espera de nuevos informes en un plazo de 18 meses para decidir si renueva temporalmente el permiso a los productos con glifosato.
El Ayuntamiento de Viladecans está utilizando el glifosato en diversas actuaciones realizadas en las calles de la ciudad durante el mes de agosto. La brigada lo aplicó ayer en las calles del barrio de la Torre Roja y tiene previsto continuar con el tratamiento hoy. Hasta el viernes se utilizará en tres puntos más de la ciudad del Baix Llobregat para culminar unas tareas de fumigación veraniegas.
“Es un producto que está en la lista negra del cáncer”, alerta la asociación de vecinos de la Torre Roja de Viladecans. “El Ayuntamiento ignora la salud de los ciudadanos”, acusan desde la entidad vecinal. Fuentes del Consistorio replican que todos los tratamientos cumplen con la normativa vigente y niegan tajantemente que se esté poniendo en riesgo a los vecinos. “Se utiliza desde hace muchos años en múltiples ciudades”, alegan fuentes del gobierno municipal, que hacen un llamamiento a la calma e inciden en que para evitar el contacto directo de los vecinos con la sustancia todas las actuaciones previstas se están realizando en vías de paso y sobre todo lejos de parques infantiles y sus entornos.
La polémica no es nueva. La presión ciudadana ya paralizó una actuación similar el pasado mes de marzo en Viladecans. También pasó más recientemente en Barcelona. A principios de junio los vecinos de Vallvidrera vieron a personal de Parcs i Jardins aplicando glifosato en las aceras del barrio para matar las malas hierbas y se dirigieron a ellos para pedirles que no siguieran haciéndolo. “La hierba que crece en la acera se puede cortar fácilmente con una desbrozadora, no hacen falta productos químicos”, valora Henk Hobbelink, de la cooperativa Can Pujades. Miembros de su entidad y de la asociación de vecinos de Vallvidrera plantearon abiertamente el malestar y, acto seguido, los operarios atendieron la queja y frenaron la actuación. Según fuentes municipales, los vecinos tienen derecho a pedir que no se use el polémico herbicida en su calle.
El Ayuntamiento de Barcelona se comprometió a principios de este año a prescindir del uso del glifosato en los espacios verdes de la ciudad de manera definitiva en enero del 2017. Hasta entonces, reducirá su uso de manera progresiva. De hecho ya se están probando diversas técnicas alternativas en diez barrios de la ciudad.
En el mismo sentido se han encaminado otras ciudades como l’Hospitalet, Tarragona y Madrid, siguiendo la estela de Badalona, que en noviembre del año pasado fue el primer municipio de España en utilizar el principio de precaución y prohibir el uso de glifosato en las áreas verdes y el arbolado viario.
La UE estudia su prohibición
Independientemente de las decisiones que tomen los ayuntamientos, el futuro del glifosato en las calles de las ciudades depende de la Unión Europea. La autorización para su uso y comercialización caducaba en junio pero la Comisión Europea decidió renovar el permiso durante 18 meses más hasta que los informes técnicos definitivos diluciden si la sustancia química tiene efectos nocivos sobre la salud humana. Si finalmente la UE se opone al uso del herbicida, todos los ayuntamientos –quieran o no– deberán buscar alternativas para matar las malas hierbas de sus parques y jardines.

No hay comentarios:

Publicar un comentario