El Primer diario de agrotóxicos inconscientemente arrojados en la República Argentina, América Latina, and so on ...
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Hardeman, de 70 años, alegó que el uso del herbicida Roundup durante 25 años contribuyó a su diagnóstico de linfoma no Hodgkins. Una corte de California le dio la razón y argumentó que la agroquímica actuó con negligencia por no advertir a los usuarios que su producto contiene glifosato.
El dictamen representa un grave revés para el gigante alemán Bayer, el nuevo propietario de Monsanto, que ya fue condenado en un juicio similar celebrado en agosto en Estados Unidos.Foto: Monsanto
En agosto del año pasado, el caso del jardinero Dewayne Johnson, que logró que el gigante agroquímico Monsanto le pagara 289 millones de dólares por demostrar que existía una relación entre el cáncer que padece y la sustancia química de uno de sus herbicidas, sentó un precedente inédito en el mundo.
Monsanto ha negado una y otra vez que el herbicida cause cáncer
Aunque desde hace años la ciencia advertía que el glifosato podía generar efectos negativos a largo plazo, esta fue la primera vez que un jurado reconoció que los herbicidas de Monsanto, específicamente su producto Roundup, contribuyó "sustancialmente" a la enfermedad terminal de una persona.
De ahí para adelante, la multinacional ha enfrentado varias demandas por la misma causa. Y este miércoles sufrió su más reciente revés: un tribunal de California le ordenópagar 80 millones de dólares a un jubilado estadounidense que sufre de cáncer. Se trata de Edward Hardeman, de 70 años, quien alegó que el uso del herbicida Roundup que usó durante 25 años contribuyó a su diagnóstico de linfoma no Hodgkins.
En esta ocasión, el jurado determinó que la empresa fue "negligente" al no hacer lo suficiente para advertir a los usuarios del riesgo potencialmente cancerígeno de su producto, que contiene glifosato. Y agregó que el Roundup tenía un "defecto de diseño" y que "carecía" de advertencias sanitarias sobre los riesgos. Por eso, le ordenó pagarle al veterano 75 millones de dólares en daños punitivos, 5,06 millones de dólares en indemnización y 200.000 dólares por gastos médicos.
Los abogados de Hardemann celebraron el veredicto. "Está claro por las acciones de Monsanto que no le preocupa si el Roundup causa cáncer, sino que se centra en manipular a la opinión pública y en socavar a cualquiera que exprese preocupaciones genuinas y legítimas", señalaron las abogadas Aimee Wagstaff y Jennifer Moore en un comunicado. "Dice mucho que ni un solo empleado de Monsanto, pasado o presente, acudiera al juicio para defender la seguridad del Roundup o las acciones de Monsanto", consideraron.
Recientemente Monsanto fue comprado por Bayer por 63.000 millones de dólares
El dictamen representa un grave revés para el gigante alemán Bayer, el nuevo propietario de Monsanto, que ya fue condenado en un juicio similar celebrado en agosto en Estados Unidos. En un comunicado, Bayer dijo estar "decepcionado por la decisión del jurado", pero consideró que este veredicto "no cambia el peso de 40 años de ciencia y las conclusiones de las agencias reguladoras de todo el mundo" que sostienen que su herbicida es "seguro y no cancerígeno".
El de Hardeman es uno de los 11.200 casos similares en Estados Unidos que involucran al Roundup. Monsanto, que fue comprado por Bayer por 63.000 millones de dólares, negó una y otra vez que el herbicida cause cáncer y cuestionó los hallazgos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en 2015 consideró al glifosato como "probable cancerígeno".
El Ayuntamiento de Sevilla aprobó el 4 de abril de 2016, por unanimidad, la prohibición del uso del glifosato en su término municipal. La moción al pleno del Ayuntamiento fue presentada por Ecologistas en Acción y suscrita por IU, participa Sevilla y PSOE.
Así Sevilla se sumó a los más de 100 ayuntamientos a nivel Estatal que prohibían este herbicida altamente tóxico.
Dos años después, el 25 de mayo de 2018, el pleno aprueba una moción del PSOE y Ciudadanos para volver a usar glifosato en el término municipal.
Teniendo en cuenta los argumentos que llevaron a su prohibición:
• La catalogación del Glifosato como agente “probablemente cancerogénico para los seres humanos” por parte de la Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IACR) que forma parte de la OMS.
• Que es el glifosato es la base de la gran mayoría de los herbicidas comercializados, incluyendo la más extendida formulación Roundup.
• La generalización de la aplicación de herbicidas químicos para el control de vegetación en cunetas de carreteras, redes de servicios, parques, jardines, espacios públicos e instalaciones diversas y que con frecuencia esta aplicación se realiza sin la adecuada protección personal ni el necesario aviso de peligro para los habitantes del municipio.
• Que el Real Decreto 1311/2012, de 14 de Septiembre, que establece la actuación para el uso sostenible de los productos fitosanitarios en España, señala que “la Administración competente en cada caso pueda aplicar el principio de cautela limitando o prohibiendo el uso de productos fitosanitarios en zonas o circunstancias específicas”.
• Que el citado RD también establece que los órganos competentes establecerán para sus ámbitos territoriales medidas para informar y sensibilizar en “especial referencia a los riesgos resultantes de su uso y posibles efectos agudos y crónicos para la salud humana, los organismos no objetivo…así como sobre la utilización de alternativas no químicas”.
A esto le añadimos la noticia, el 20 de marzo, de un segundo veredicto de un jurado federal en EEUU culpa al Glifosato de Monsanto (comprada por Bayer en junio de 2018) de provocar cáncer.
El primer veredicto fue, del Tribunal Supremo de San Francisco, en agosto de 2018, el cual, obliga a la multinacional Monsanto (principal comercializadora a nivel mundial del glifosato) a indemnizar con 289 millones de dólares-reducido luego a 78- ,a un jardinero con cáncer terminal por exposición a dicho herbicida.
Casualmente, la noticia coincide con que estamos en la Semana Sin Pesticidas (Del 20-30 de marzo), en la cual intentamos visibilizar las ventajas de abandonar el uso de estos productos altamente nocivos para la salud humana y del medio ambiente.
Por todo lo anterior, Ecologistas en Acción exige al Ayuntamiento de Sevilla la inmediata prohibición de este tóxico, tan peligroso para la salud humana, la fauna (polinizadores y aves insectívoras) y del medio ambiente en general.
La Red de Acción contra los Plaguicidas (PAN) exige un tratado legal obligatorio para los plaguicidas altamente peligrosos
26 de marzo del 2018
En la víspera de la realización del 3er. Trabajo Grupal Abierto del Enfoque Estratégico para el Manejo Internacional de Sustancias Químicas (SAICM), PAN redobla su llamado para la creación de un mecanismo global legalmente obligatorio para el manejo del ciclo de vida de los plaguicidas, ya sea como un nuevo tratado independiente o como un protocolo legal vinculante dentro de un nuevo marco de productos químicos a fin de eliminar los Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAPs).
PAN expresa su profunda preocupación por el hecho de que el SAICM no haya logrado un avance en el manejo integral y adecuado de los plaguicidas y que las intoxicaciones derivadas del uso de plaguicidas continúen en países de todo el mundo. PAN está lanzando versiones actualizadas de dos documentos que remarcan la gran necesidad de un tratado legal obligatorio para prohibir los PAP. Estos son; una Lista de Plaguicidas Altamente Peligrosos de PAN[1] y una Lista Consolidada de Plaguicidas Prohibidos[2], también de PAN Internacional. Estos dos documentos juntos muestran la gran cantidad de plaguicidas peligrosos que son utilizados en todo el mundo y la gran desigualdad en sus mecanismos de regulación existente entre países.
Un ejemplo que ilustra la regulación desigual de los plaguicidas es el pesticida altamente tóxico monocrotofos. De los 154 países de los cuales se disponía información para la Lista Consolidada de Plaguicidas Prohibidos, al menos 112 han prohibido el insecticida monocrotofos, pero su uso en otros países continúa perjudicando a muchas personas expuestas a este tóxico. Fue responsable de la muerte de 23 niños en la India en 2013, involucrado en la muerte de cultivadores de algodón en la India en 2018, y en muchas otras intoxicaciones, a pesar de que la OMS pidió a la India que prohibiera dicho plaguicida hace 10 años. Este es solo un ejemplo de un PAP que debería haberse prohibido hace mucho tiempo, pero sigue en uso y continúa produciendo intoxicaciones a las personas en los países donde todavía es utilizado. PAN pide a las empresas que todavía fabrican monocrotofos que detengan su fabricación, y que todos los países, donde aún es utilizado, prohíban su uso.
Esta situación ocurre en muchos países alrededor del mundo, y la Sra. Maimouna Diene, Directora de PAN África, dice: “En muchos países de África vemos altos índices de intoxicación de agricultores y comunidades por los PAP. No es posible proteger adecuadamente a las comunidades, así como el aire, suelo y agua, a menos que se desarrolle un mecanismo legal y obligatorio para regular los PAP. "
La Sra. Sarojeni Rengam, Directora Ejecutiva de PAN Asia Pacífico (PANAP) se hace eco de esta frustración y dice: “El uso continuo de PAPs en los países asiáticos causa el envenenamiento generalizado de niños, agricultores, mujeres y trabajadores agrícolas. Recientemente, PANAP y sus socios entrevistaron a 2026 personas en 7 países y encontraron que 7 de cada 10 de ellas fueron envenenadas con plaguicidas.[3] La población rural está siendo envenenada por plaguicidas como el paraquat, lambdacihalotrina, el clorpirifos y el glifosato.” Ella expresó su consternación por la falta de acción para prevenir los envenenamientos laborales y dijo: "Continuando con la triste saga de envenenamientos de trabajadores agrícolas con plaguicidas, un número sin precedentes de estos casos fueron reportados el año pasado en el distrito de Yavatmal en el estado de Maharashtra en India".
El Sr. Javier Souza, Coordinador Regional de PAN Latinoamérica, dice que: "El uso de PAPs en la agricultura ha provocado la exposición frecuente y el envenenamiento accidental de niños en toda América Latina, por ejemplo, cuando las aplicaciones de plaguicidas se realizan cerca de escuelas u hogares. Los recipientes vacíos de plaguicidas se desechan en los campos y ríos, contaminando el agua potable y aumentando la contaminación con plástico en los mares, porque los usuarios no los devuelven a sus fabricantes, a menudo violando las regulaciones actuales".
La falta de responsabilidad de las empresas transnacionales de plaguicidas hacia los PAP que producen y venden, especialmente en el Sur Global, llevó a la Directora Ejecutiva de PAN Alemania la Sra. Susan Haffmans a afirmar que: "Es absolutamente poco ético que países europeos como Alemania, Suiza, Francia y el Reino Unido continúen exportando plaguicidas prohibidos internamente, dada su toxicidad, para su utilización en países del tercer mundo. Las exportaciones a países en el Sur Global continúan poniendo a las comunidades en peligro dada la exposición a los PAPs".
La Sra. Kristin Schafer, Directora Ejecutiva de PAN Norteamérica agregó: “La consolidación de la industria de los plaguicidas ha creado corporaciones gigantes que no tienen interés en las medidas de control voluntario, y ponen las ganancias por encima de todo. Años de evidencia nos muestran que estos actores corporativos socavan agresivamente las políticas que protegen la salud pública y el medio ambiente. Es hora de que la comunidad global actúe".
PAN International hace un llamado a la comunidad global para que acepte el desafío y proteja a las personas en todo el mundo de los PAP mediante la implementación de un tratado legal y obligatorio contra los PAPs.
Es el herbicida más usado del mundo y, ahora, la justicia en Estados Unidos lo vincula con el cáncer.
Un jurado en la ciudad de San Francisco determinó el martes que un herbicida basado en glifosato fue "un factor sustancial" en la aparición de cáncer en Edwin Hardeman, un hombre de 70 años de edad, residente en el condado de Sonoma.
La decisión, tomada por unanimidad, señala que el herbicida Roundup contribuyó a que Hardeman padeciera un linfoma no Hodgkin.
La farmacéutica Bayer, fabricante de ese producto, ha rechazado con vehemencia la posibilidad de que este sea cancerígeno.
Pese a ello, tras este fallo, la nueva etapa en este proceso judicial es determinar la responsabilidad que pudiera tener esa compañía en lo ocurrido.
Durante esa fase se espera que los abogados de Hardeman presenten evidencias de los supuestos esfuerzos de Bayer para influenciar a científicos, funcionarios públicos y al público en general sobre la seguridad de sus productos.
Este miércoles, durante la apertura de los mercados bursátiles, las acciones de la compañía farmacéutica registraron una caída de casi 12% en su precio.
ANUNCIO
La compañía alemana Bayer, que se convirtió en dueña de Roundup tras comprar por US$66.000 millones a su rival estadounidense Monsanto, dijo estar decepcionada por la decisión inicial del jurado.
"Tenemos confianza en que la evidencia durante la segunda fase demostrará que la conducta de Monsanto ha sido apropiada y que la compañía no debería ser considerada responsable por el cáncer de Hardeman", dijo Bayer.
La empresa aseguró que sigue creyendo "firmemente que la ciencia confirma que los herbicidas fabricados con glifosato no causan cáncer".
El caso de Hardeman es apenas el segundo de unos 11.200 juicios contra Roundup en Estados Unidos.
En agosto del año pasado, un jurado estatal determinó que Roundup había causado cáncer en otro hombre, por lo que ordenó a Bayer pagarle unos US$289 millones, un monto que luego fue reducido a US$78 millones tras un proceso de apelación.
El glifosato es un herbicida que se usa en agricultura y silvicultura para el control de la maleza en áreas industriales, pero también se empela en céspedes y jardines.
Su efecto sobre las plantas no es selectivo, lo que significa que mata a la mayoría de ellas cuando se aplica.
Algunos cultivos, como la soya, han sido genéticamente modificados para resistir al glifosato.
Los agricultores lo rocían en los campos antes de que sus cultivos broten en primavera y así no tienen que competir con las malezas de los alrededores.
Pero su uso es controvertido.
Portugal, Italia y la ciudad canadiense de Vancouver han prohibido el uso de este agente químico en parques y jardines públicos.
En 2018, un jurado en San Francisco, Estados Unidos, resolvió que los herbicidas con glifosato de Monsanto contribuyeron "sustancialmente" a la enfermedad terminal de un jardinero.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud, concluyó en 2015 que la substancia es "probablemente carcinogénica para los humanos".
No obstante, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha insistido en que el glifosato es seguro cuando se usa de forma cuidadosa.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria también ha dicho que es improbable que el glifosato cause cáncer en los humanos.
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