Histórica sentencia en EEUU confirma que el glifosato de Bayer causa cáncer
"Hubo una intencionalidad, por eso se concluyó que Monsanto actuó con malicia", destacó la investigadora del Grupo ETC Silvia Ribeiro, al comentar la sentencia condenatoria contra la empresa ahora propiedad de Bayer en el marco de un juicio iniciado por un jardinero en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos.
El dictamen se conoció el 10 de agosto. Hasta esa fecha sólo en Estados Unidos había 4.000 casos. Pero después del fallo hubo un aluvión de demandas y la cifra creció a más de 8.000, tal como lo destacó Ribeiro. Para la experta, se trató de "un juicio histórico que marca un antes y un después al sentar precedente a nivel mundial".
"Un jardinero en EEUU que durante dos años estuvo aplicando glifosato y entonces le da cáncer. Llama a Monsanto, le dicen que lo llamarían, pero que seguramente no está relacionado con el glifosato", resumió la entrevistada el origen de la demanda. Transcurridos dos años del juicio y a pedido del abogado se aceleraron los trámites dado el estado terminal del trabajador.
Finalmente, se estableció que Monsanto-Bayer debe resarcir a la víctima con 39 millones de dólares por daños a su salud. Y además le impuso una multa de 250 millones de la misma divisa por ocultar información sobre la toxicidad del producto en cuestión.
"El jurado acepta documentos secretos que los abogados presentan como prueba, en los cuales se demuestra que los científicos de Monsanto sabían del riesgo y por lo tanto Monsanto lo sabía desde hace muchos años".
Pero no fue la única sentencia contra el glifosato. Previo al caso del jardinero, las autoridades regulatorias del estado de California decidieron incluir al glifosato dentro de la lista de sustancias potencialmente cancerígenas. A partir de ahora Bayer deberá etiquetar con esta advertencia el producto que allí comercialice.
Por estas horas también se conoció otra noticia vinculada al tema tal como lo aportó Ribeiro a Sputnik, en el sentido de que Togo resolvió prohibir el uso de este producto en todo su territorio. Se suma a otra lista de países y ciudades que tras años de denuncias sociales comenzaron a restringir la aplicación del herbicida.
En Argentina, por ejemplo la provincia de Santa Fé adoptó a fines de 2017 una medida similar a la del país africano, y más recientemente el intendente del partido de Benito Juárez, en el corazón productivo de la provincia de Buenos Aires, vetó una ordenanza que permitía fumigar a 30 metros de la planta urbana.
Según explicó a Sputnik Julio César Marini, su comarca cuenta con 530.000 hectáreas de producción agrícola-ganadera intensiva, con la soja como cultivo principal. "Nosotros tenemos gente en Juárez que se ha hecho los análisis correspondientes y han dado que tienen problemas de salud por el tema de las fumigaciones".
Desde ahora, las aplicaciones por vía aérea no pueden hacerse a menos de 2.000 metros del casco urbano, mientras que vía terrestre la distancia es entre 400 y 500 metros. Marini contó que tras su decisión varios intendentes le expresaron interés por replicarla en sus territorios.
Pero Marini piensa incluso en ir un paso más allá: "Estoy pensando en eliminar definitivamente la fumigación en Benito Juárez. Porque nosotros hacemos límites y la comunidad pareciera que ya no tiene ese problema, pero cuando fumigan en el campo y están los espejos de agua, las vacas que comemos, los buenos asados que comemos, están tomando agua de esos espejos".
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