PLAGUICIDAS EN LACTEOS INFANTILES - PRESENTACION DE ANTONIO ELIO BRAILOVSKY,¿ QUE VAMOS A HACER...? ¿ VAMOS A ACOSTUMBRARNOS, A COMER VENENO?Queridos amigos:
Acabo de presentarme ante la Justicia, en compañía de otros
ciudadanos, para reclamar
que se investiguen las responsabilidades
penales de algunas grandes empresas por la presencia de plaguicidas
prohibidos en lácteos destinados al consumo infantil.
Esa contaminación fue detectada en una investigación
hecha por la
Universidad de Buenos Aires y su información pública fue distribuida
por CONICET. El 90 por ciento de las muestras analizadas por la UBA
tenían residuos peligrosos, originados en plaguicidas que están
prohibidos en casi todo el mundo.
Y el peor lugar para encontrar residuos peligrosos son las leches
maternizadas y los yogures y flancitos que comen nuestros hijos.
En esta entrega ustedes reciben:
El texto completo de nuestra presentación ante la Justicia.
La situación legal en Argentina de los productos encontrados en los
láctos de consumo infantil.
La noticia periodística de la investigación realizada por la
Universidad de Buenos Aires.
La obra de arte que acompaña esta entrega es una de las pocas
expresiones de ternura del increíblemente prolífico Pablo Ruiz
Picasso. A pesar de haber pintado más cuadros que nadie en el mundo,
Picasso no se caracterizó por el desarrollo de los sentimientos
delicados. Esta "Maternidad" , sin embargo, nos recuerda la necesidad
de confiar en la leche que les damos a los niños.
Un gran abrazo a todos.
Antonio Elio Brailovsky
La leche tiene que ser absolutamente confiable:
(Pablo Ruiz Picasso: "Maternidad" )
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FORMULAN DENUNCIA
Señor Fiscal:
Antonio Elio Brailovsky y Justicia Ambiental Asociación Civil, Nro
de Inscripción en trámite en la Inspección General de Justicia Nº
1768713, representada en este acto por su presidenta Raquel
Elizabeth Copa, domiciliados realmente en las calles Castro 1065,
dto. 5, Ciudad de Buenos Aires y Perú 424 1ro. "B" de esta Ciudad ,
respectivamente, con el patrocinio de los Dres. Félix Juan Rodolfo
Isla Rodríguez Vissio, y, Hugo Néstor Linares, CUIT IVA RI 20
08462050 6, constituyendo el domicilio legal en la calle Av. De
Mayo 1365 5to. Contrafrente, también de esta Ciudad, al Señor
Fiscal decimos:
1.- Que queremos expresar nuestra preocupación ante al publicación
de la noticia de una investigación que descubrió la existencia de
residuos peligrosos en diversos productos lácteos de consumo masivo
infantil, información ésta que de corroborarse implicaría la
presunta tipificación del delito de contaminación previsto en la ley
24051 sino también en otros delitos tipificados por el Código
Penal, como los descriptos por sus artículos 173 inc. 1, 200, 201 y
Concordantes. -
Para efectuar esta denuncia acotamos tenemos personería suficiente,
tanto por tratarse
de los delitos anteriores de acción publica, como
ser Justicia Ambiental por sus estatutos, una persona destinada a
defender los intereses de los consumidores y la salud.-
2. PRESUNTA EXISTENCIA DE PLAGUICIDAS PELIGROSOS EN LÁCTEOS Y SUS
CONSECUENCIAS EN LA SALUD
Se trata de una investigación realizada en la Universidad de Buenos
Aires, cuya reseña fue difundida por CONICET, es decir, dos fuentes
absolutamente responsables e insospechadas de alarmismo. Adjuntamos
a la presente una copia de la mencionada noticia.
El citado informe fue distribuido el 30-03-06 por Universia de
Argentina y se titula: "Científicos de la UBA detectan plaguicidas
en lácteos para chicos".
En el mismo se afirma que "Estudios realizados por toxicólogos de la
Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires
(UBA) detectaron la presencia de plaguicidas en leches maternizadas,
yogures y postres que consumen bebés y niños. Si bien los
investigadores anunciaron que existe una solución concreta al
problema, lo cierto es que se trata de tóxicos que fueron prohibidos
hace ya tiempo en la Argentina".
La doctora Edda Villaamil Lepori, profesora asociada de la cátedra
de Toxicología y Química Legal y directora del equipo de
científicos, dice: "Analizamos 50 muestras de leches maternizadas y
51 muestras de yogures y postres disponibles en el mercado. Hallamos
que solo el 10 por ciento de ellas estaba libre de los plaguicidas
cuya presencia queríamos detectar, dada su peligrosidad,
especialmente para los bebés y niños".
Es decir, que había contaminación en el 90 por ciento de los
alimentos estudiados, que han dejado de ser entonces alimentos
genuinos o normales en el léxico del Código Alimentario Argentino,
para transformarse en alimentos contaminados.
Se trata de plaguicidas organoclorados, cuyas características
principales son las que a continuación se detallan, ampliándose
luego sobre las particulares de los mismos, a saber:
· Se acumulan en los ecosistemas, y
· Se acumulan en el organismo de los seres vivos, incluidos
los seres humanos.
· Son peligrosos para la salud de los mismos.
Recordemos que todos los plaguicidas son sustancias altamente
tóxicas, ya que si no lo fueran, no podrían cumplir con su función
de matar a los insectos y otros organismos que combaten.. Veamos qué
sustancias encontró la Universidad en los lácteos que consumen
nuestros hijos y qué implica la presencia de cada una de ellas.
1. La UBA encontró aldrin y dieldrin:
Los encontró en el 31,7 por ciento de las muestras analizadas.
Aldrin y dieldrin son los nombres comunes de dos compuestos
estructuralmente similares que se usaron
como insecticidas.. Ambos
son sustancias químicas manufacturadas y no existen naturalmente en
el ambiente. Las dos sustancias químicas se tratan juntas porque el
aldrin se transforma en dieldrin cuando entra al ambiente o a
nuestro cuerpo.
"Las plantas pueden incorporar dieldrin del suelo y pueden
acumularlo en las hojas y en las raíces. Los (…) animales que comen
materiales contaminados con dieldrin acumulan una gran cantidad de
dieldrin en el tejido graso" . Como la leche tiene un alto contenido
graso, la grasa de la leche puede acumular este insecticida.
"La exposición de la población general es probable que ocurra
principalmente a través del consumo de alimentos contaminados con
aldrin o dieldrin. La exposición de algunos niños ocurre a través de
la alimentación con leche materna que contiene aldrin o dieldrin.
Los estudios en animales demuestran que tanto el aldrin como el
dieldrin entran rápidamente al cuerpo luego de la exposición. Una
vez dentro del cuerpo, el aldrin se transforma rápidamente a
dieldrin. El dieldrin permanece largo tiempo en la grasa corporal.
El dieldrin puede transformarse a otros productos. La mayor parte
del dieldrin y de sus productos de degradación abandonan su cuerpo
en las heces. Algunos de los productos de degradación también pueden
abandonar el cuerpo en la orina. Puede tardar varias semanas o años
para que el compuesto se elimine completamente del cuerpo".
Es decir que el dieldrin que haya ingresado al organismo humano a
través de lácteos contaminados puede llegar a tardar varios años
hasta ser eliminado completamente del cuerpo.
"El aldrin y el dieldrin afectan la salud de manera similar. En
personas que estuvieron expuestas a cantidades muy altas de aldrin y
dieldrin durante la manufactura de estas sustancias se observaron
síntomas de intoxicación. Lo mismo se ha observado en personas que
ingirieron o bebieron intencionalmente o accidentalmente grandes
cantidades de aldrin y dieldrin.
La mayoría de estas personas
sufrieron convulsiones y otros efectos del sistema nervioso, y
algunas sufrieron daño del riñón. Algunas personas que ingirieron o
bebieron intencionalmente grandes cantidades de aldrin o dieldrin
fallecieron. Los efectos a la salud en personas expuestas a
cantidades más bajas de aldrin o dieldrin ocurrieron porque estas
sustancias se acumularon en el cuerpo con el tiempo.. La exposición
prolongada a niveles moderados de aldrin o dieldrin produce dolores
de cabeza, mareo, irritabilidad, vómitos o movimientos musculares
sin control. Cierta gente que es sensible parece desarrollar una
condición en la que el aldrin o el dieldrin hacen que el cuerpo
destruya sus propios glóbulos rojos".(…) "Basado en estudios en
animales, la EPA ha determinado que el aldrin y el dieldrin son
probablemente carcinogénicos en seres humanos".
"Los resultados de estudios en animales demuestran que los niveles
altos de aldrin y dieldrin producen efectos sobre el sistema
nervioso y los riñones similares a los que se observan en seres
humanos. Los resultados de estudios en animales también demuestran
efectos adicionales del aldrin y el dieldrin luego de exposición a
niveles más bajos por períodos más prolongados. No sabemos si estos
efectos también ocurren en seres humanos. Estos otros efectos del
aldrin y del dieldrin en animales incluyen alteraciones del hígado y
reducción de la capacidad para combatir infecciones. Además, los
animales cuyas madres consumieron grandes cantidades de aldrin o
dieldrin no sobrevivieron por mucho tiempo. Esto sucede, en parte,
como consecuencia de la exposición de los animales recién nacidos al
aldrin o al dieldrin contenidos en la leche materna. Algunos
estudios han demostrado que el aldrin y el dieldrin pueden dañar los
espermatozoides" .
"Los niños pueden estar expuestos al aldrin o al dieldrin de la
misma manera que los adultos, principalmente a través del consumo de
alimentos contaminados con aldrin o
dieldrin, Los adultos y los
niños que tragaron (accidentalmente o intencionalmente) cantidades
de aldrin o dieldrin mucho más altas que las que se encuentran en el
ambiente sufrieron convulsiones y algunos fallecieron" .
"
Algunos estudios en animales han demostrado que las hembras a las
que se administró aldrin o dieldrin en forma oral tuvieron un número
menor de crías. Otros estudios han demostrado que grandes cantidades
de aldrin dañan los testículos, pero no se sabe si esos altos
niveles afectan la capacidad de los animales para reproducirse. Los
animales preñados a los que se administró aldrin o dieldrin en forma
oral tuvieron algunas crías que pesaron menos al nacer y algunas con
alteraciones del esqueleto. Debido a que estos efectos ocurrieron en
animales, es posible que también ocurran en seres humanos. El aldrin
y el dieldrin pueden cruzar la placenta. El dieldrin se ha
encontrado en la leche materna".
2. La UBA encontró DDT:
Lo encontró en el 53,3 por ciento de las muestras analizadas. El DDT
(diclorodifeniltric loroetano) es un plaguicida usado extensamente en
el pasado para controlar insectos en cosechas agrícolas e insectos
portadores de enfermedades tales como la malaria y el tifus.
El DDT se degrada lentamente, generalmente por la acción de
microorganismos. Esa lentitud hace que permanezca en el suelo por
mucho tiempo, posiblemente cientos de años. El DDT en el suelo
también puede ser absorbido por algunas plantas y por animales o por
personas que consumen esas plantas.
El DDT se almacena en los tejidos grasos y puede ingresar al cuerpo
a través de lácteos contaminados.
"Los metabolitos del DDT abandonan
el cuerpo principalmente en la orina, pero también pueden eliminarse
en la leche materna y así pasar directamente a los bebés que
lactan" . Esto significa que las madres que hayan ingerido lácteos
contaminados pueden transmitir la contaminación a los bebés que
amamantan. El DDT en la leche materna puede acortar el período de
lactancia. Las mujeres embarazadas contaminadas con DDT tienen
mayores probabilidades de tener un bebé prematuro también
aumentaban.
"Los estudios de exposición prolongada a cantidades moderadas de DDT
(20-50 mg por kilogramo [kg] de peso al día) en animales han
demostrado que el DDT puede afectar el hígado. Los estudios en
animales también sugieren que la exposición breve al DDT y a los
metabolitos en los alimentos puede afectar adversamente la
reproducción. Más aún, sabemos que ciertos productos de degradación
del DDT pueden causar efectos perjudiciales sobre la glándula
adrenal. Esta glándula está situada cerca del riñón y produce
hormonas (sustancias producida por órganos y liberadas a la
corriente sanguínea para regular la función de otros órganos)".
"Los estudios en animales han demostrado que la exposición oral al
DDT puede producir cáncer del hígado. Basado en toda la evidencia
disponible, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) ha
determinado que es razonable predecir que el DDT es un carcinógeno
en seres humanos. Asimismo, la Agencia Internacional para la
Investigación del Cáncer (IARC) ha determinado que el DDT es
posiblemente carcinogénico en seres humanos. La EPA ha determinado
que el DDT, DDE y DDD son probablemente carcinogénicos en seres
humanos".
El DDT puede pasar de la madre al feto a través de la placenta.
El
DDT se ha detectado en el líquido amniótico, en la placenta de seres
humanos, en el feto y en la sangre del cordón umbilical. El DDT
también se ha detectado en la leche materna, por lo tanto, los niños
que lactan también están expuestos al DDT. Los estudios en animales
han demostrado que la administració n de DDT durante la preñez puede
retardar el crecimiento del feto.
La exposición al DDT o a sus metabolitos durante el desarrollo puede
alterar el funcionamiento de los sistemas reproductivo y nervioso.
Esto parece ser causado por la capacidad del DDT o de sus
metabolitos para imitar la acción de hormonas naturales. Un estudio
demostró que la exposición de ratones al DDT durante las primeras
semanas de vida produce problemas de comportamiento en exámenes
realizados a los 4-5 meses de edad. Estos estudios suscitan
preocupación de que la exposición temprana al DDT pueda causar
efectos perjudiciales permanentes o que se manifiestan mucho después
que la exposición ha terminado.
3. La UBA encontró endosulfán:
Lo encontró en el 9,9 por ciento de las muestras analizadas. El
endosulfán es un insecticida artificial que puede acumularse en
ecosistemas y grasas animales. El endosulfán pasa lentamente del
estómago a los tejidos del cuerpo después de ingerirlo.
"Mediante su efecto sobre el cerebro, el endosulfán en altas
concentraciones puede afectar indirectamente la actividad del
corazón y de los pulmones. Otros efectos que se han observado en
animales después de exposición breve a altos niveles de endosulfán
incluyen efectos al estómago, la sangre, el hígado y los riñones. Un
estudio en animales sugirió que es posible que las exposiciones
relativamente prolongadas afecten la capacidad del cuerpo para
combatir infecciones; sin embargo, esto no se ha demostrado
directamente
. Los riñones, los testículos y posiblemente el hígado
son los únicos órganos afectados en animales de laboratorio luego de
exposición prolongada a bajos niveles de endosulfán. La gravedad de
estos efectos aumenta cuando los animales son expuestos a
concentraciones más altas de endosulfán. Debido a que estos efectos
han ocurrido en animales, también pueden ocurrir en seres humanos.
Un número limitado de estudios en animales no han producido
evidencia de cáncer. Algunos estudios en animales han demostrado que
el endosulfán puede dañar el material genético de las células".
4. La UBA encontró heptacloro y su similar heptacloro epóxido:Lo encontró en el 57,4 por ciento de las muestras analizadas. Lo
encontró en el 57,4 por ciento de las muestras analizadas. Estos
tóxicos tienen un comportamiento en el ambiente similar a los ya
mencionados. En animales que ingirieron heptacloro se ha observado
daño del hígado, excitabilidad y disminución de la fertilidad. Los
efectos son más severos cuando los niveles de exposición son altos y
la exposición dura varias semanas.
"La exposición de por vida de animales al heptacloro produjo tumores
en el hígado. La Agencia Internacional para la Investigación del
Cáncer (IARC) y la EPA han clasificado al heptacloro como
posiblemente carcinogénico en seres humanos" .
"Los animales expuestos al heptacloro durante la gestación y la
infancia pueden ser muy sensibles a los efectos de estas sustancias.
En estos animales se observaron alteraciones del sistema nervioso y
sistema inmunitario. La exposición de animales a dosis más altas de
heptacloro también puede producir pérdida de peso y la muerte de las
crías recién nacidas".
5. La UBA encontró también hexaclorobenceno:
Lo encontró en el 9,9 por ciento de las muestras analizadas. "Luego
de entrar al cuerpo, el hexaclorobenceno es distribuido rápidamente
a muchos tejidos a través de la sangre, especialmente al tejido
graso. Esto tarda probablemente unas pocas horas. Basado en los
resultados de un estudio de esta sustancia en los tejidos de la
población general, el hexaclorobenceno permanecerá en su cuerpo,
especialmente en la grasa, durante años. Una gran porción del
hexaclorobenceno en la grasa de un mujer puede ser transferida a su
bebé en la leche materna. Durante el embarazo, esta sustancia puede
ser transferida al feto a través de la sangre de la madre. La mayor
parte del hexaclorobenceno abandona el cuerpo en las heces y
cantidades más pequeñas se encuentran en la orina" .
"En un estudio de gente en Turquía que comió durante varios años
cereales contaminados accidentalmente con hexaclorobenceno, se
observó una alta incidencia de muertes en niños cuyas madres
comieron los cereales y también en niños que comieron los cereales
directamente. Los niños que lactan pueden correr un riesgo mayor
debido a la transferencia de hexaclorobenceno a través de la leche
materna si las madres han estado expuestas a esta sustancia. Los
fetos también pueden correr un riesgo mayor debido al traspaso de
hexaclorobenceno a través de la sangre materna durante el embarazo.
Esto ha sido confirmado en experimentos en animales".
"La gente en Turquía, mencionada anteriormente, contrajo una
enfermedad del hígado llamada porfiria cutánea tarda. (…) Esta
enfermedad puede producir orina de color rojo, llagas en la piel,
cambio de color de la piel, artritis y problemas del hígado, el
sistema nervioso y el estómago. Los estudios en animales también han
demostrado que comer hexaclorobenceno durante un largo tiempo puede
dañar principalmente el hígado, la tiroides y el sistema nervioso,
(…) puede dañar los huesos, los riñones, la sangre, y los sistemas
inmunitario, endocrino (que libera hormonas) y nervioso. El feto y
los niños de corta edad pueden ser más sensibles a estos efectos que
los adultos".
"La EPA ha determinado que el hexaclorobenceno es probablemente
carcinogénico en seres humanos".
"Los bebés y niños de corta edad parecieron ser especialmente
sensibles a los efectos del hexaclorobenceno en la epidemia de
intoxicación con cereales contaminados en Turquía. Los niños
alimentados con leche materna de madres que consumieron el pan
contaminado contrajeron una enfermedad conocida como "ulceración
rosada." Se le dio este nombre a la enfermedad por las lesiones
producidas en la piel. Los niños mayores de 2 años de edad no
contrajeron ulceración rosada, pero más adelante desarrollaron
numerosas anormalidades de la piel, el sistema nervioso y los
huesos".
Un estudio "encontró niveles de hexaclorobenceno más altos en el
tejido graso de niños varones que tenían un defecto de nacimiento
específico, testículos sin descender, que en el tejido graso de
niños normales. Los estudios en animales también sugieren que los
animales jóvenes expuestos al hexaclorobenceno antes y al poco
tiempo de nacer son
especialmente sensibles a esta sustancia. Los
estudios en animales también demostraron que el hexaclorobenceno
afecta varios órganos endocrinos, incluyendo a las glándulas
tiroides (hipotiroidismo) , paratiroides (hiperparatiroidism o),
adrenal, y los ovarios".
6. La UBA también encontró hexaclorociclohexan o (HCH):
Lo encontró en el 53,3 por ciento de las muestras analizadas. "La
administració n de HCH a animales ha producido convulsiones, y
animales que recibieron HCH cayeron en coma. Pueden producir
efectos en el hígado y del riñón. En animales tratados en forma
oral se observó una reducción de la habilidad para combatir
infecciones, y también se observaron lesiones en los ovarios y los
testículos" .
La Agencia Internacional para la Investigación del Cancer (IARC) ha
clasificado al HCH como posible carcinógeno en seres humanos.
"Se ha demostrado que el HCH puede atravesar la placenta en mujeres
embarazadas.. El HCH se ha detectado en leche materna, lo que sugiere
que puede ser transferido a los bebés de mujeres que lactan".
7. La UBA también encontró clordano.Lo encontró en el 28,7 por ciento de las muestras analizadas.
"El clordano efecta el sistema nervioso, el sistema digestivo y el
hígado en seres humanos y en animales. En gente que respiró aire con
altos niveles de clordano, o que tragaron accidentalmente pequeñas
cantidades de clordano se observaron dolores de cabeza,
irritabilidad, confusión, debilidad, problemas de la vista, vómitos,
calambres estomacales, diarrea e ictericia. En seres humanos,
ingerir grandes cantidades de clordano puede producir convulsiones y
causar la muerte".
"Un individuo que tuvo contacto prolongado a través de la piel con
altos niveles de clordano en tierra contaminada sufrió convulsiones.
En Japón, algunos trabajadores que utilizaron clordano por largo
tiempo sufrieron alteraciones leves del hígado".
"Animales a los que se les administró brevemente altas cantidades de
clordano en forma oral fallecieron o sufrieron convulsiones. En
animales de laboratorio, la exposición prolongada causó daño del
hígado".
"No sabemos si la exposición a clordano afecta la capacidad para
reproducirse o si produce defectos de nacimiento en seres humanos.
En animales expuestos antes de nacer o a través de la leche materna
se observaron alteraciones en el comportamiento más adelante".
LA SITUACIÓN LEGAL DE LAS SUSTANCIAS ENCONTRADAS.
La suma de porcentajes es mayor del 100 por ciento, ya que en muchos
casos se encontró más de un tóxico en la misma muestra, lo que
potencia sus efectos nocivos sobre el organismo humano..
Los plaguicidas encontrados en lácteos son sustancias peligrosas que
tienen en común el haber sido prohibidos en la República Argentina
en razón de su peligrosidad (Ver el cuadro adjunto: "Situación legal
de varios plaguicidas" ).
Por esta razón, no puede argumentarse que exista un umbral admisible
para su presencia en lácteos. Al respecto, el Código Alimentario
Argentino fija cantidades admisibles para residuos peligrosos de
plaguicidas en lácteos (artículo 556). Se da la paradoja de que se
admiten en lácteos infantiles productos que no se admiten en el
país. Las normas vigentes establecen que la única cantidad aceptable
de estos productos en cualquier depósito de la República Argentina
es cero. Por consiguiente, ésa es la única cantidad que consideramos
aceptable en los lácteos que ingieren nuestros hijos.
UNA AMENAZA A LA SALUD PÚBLICA.
Nos parece, señor Fiscal, que estamos ante una grave amenaza para la
salud pública. Se han encontrado sustancias que en el largo plazo
pueden provocar graves enfermedades, contaminando alimentos para
niños de consumo masivo. Es decir, que pueden ser ingeridos por
millones de niños.
En nuestra opinión (y de confirmarse la información suministrada por
CONICET y la UBA) podríamos encontrarnos ante delitos tipificados
por los artículos 200 y siguientes del Código Penal
(Capítulo: "Delitos contra la salud pública").
El mismo capítulo tipifica como delito el distribuir productos que
puedan ser nocivos para la salud sin advertir sobre los riesgos que
presentan. En ninguno de los productos analizados por la UBA su
fabricante realizaba esta advertencia.
También el Art. 173 inc. 1 del Código Penal, califica como conducta
delictiva defraudar en la calidad o sustancia de una cosa que es
entregada en virtud de un contrato y claro está los consumidores
compraron alimentos genuinos y normales y se les entregó una calidad
menor y contaminada de los mismos.-Al respecto queremos señalar que la bibliografía especializada hace
años que hablaba del problema de los residuos de plaguicidas en la
leche argentina. Por ejemplo, en una publicación de un instituto
especializado del Banco Interamericano de Desarrollo, se cita como
ejemplo de "exportador exitoso" a una de las grandes empresas
lácteas de nuestro país. De ella decían en 1990 que "la empresa
tiene dos plantas exclusivamente dedicadas a producir quesos para
exportar a EE..UU., país donde admiten muy baja tolerancia a los
pesticidas". Es decir que su estrategia fue seleccionar partidas de
leche sin residuos de plaguicidas, que fueran aceptadas por el
gobierno norteamericano, de lo cual se deduce que se enviaban al
mercado interno las que estaban contaminadas. En otras palabras, que
en ese momento las empresas del sector conocían la existencia del
problema y además podían enorgullecerse de solucionarlo cuando
encontraban alguien que se lo exigía.
Por esta razón, creíamos que el problema se había solucionado hace
muchos años. Nos desconcierta que nuestras instituciones científicas
nos digan que hay empresas que continuarían distribuyendo productos
lácteos con residuos peligrosos.
3.- PRUEBA
Como tal sugerimos al señor Fiscal mande producir las siguientes
3.1. DOCUMENTAL
Ordene que agreguemos los documentos mencionados en este escrito y
el Estatuto de Justicia Ambiental.-
Requiera a la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de
Buenos Aires remita todos los estudios, con identificació n de las
muestras utilizadas, sus marcas y fabricantes; identificados en este
escrito.-
3.2. PERICIAL
3.2.1. MEDICA, BIOLOGICA, y BIOQUÍMICA: Se requerirá al
Cuerpo Médico Forense emita dictamen sobre si comparte las
afirmaciones de mi parte con relación a los distintos contaminantes
detallados en la demanda, si no lo hace justifique científicamente
su postura. Si lo hace amplíe sobre las características, efectos en
seres vivos, permanencia en los mismos, y peligros para la salud,
definiendo a esta última según lo que ha hecho en su preámbulo la
OMS.-
3.2. TESTIMONIAL
- Se cite a los autores del informe a declarar sobre la
autenticidad del documento base de esta denuncia, y a ampliar la
misma en el caso sea pertinente, entre otros:
Dra. Edda Villaamil Lepori, profesora asociada de la
cátedra de Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y
Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para que dé
cuenta de los detalles de la mencionada investigación e informe de
las empresas involucradas. Se requerirá a la Facultad mencionada
indique el domicilio real de la testigo..-
3.3. INFORMATIVA. -
Se requiera a la Administració n Nacional de Medicamentos, Alimentos
y Tecnología Médica (ANMAT), el SE:NA:SA, y el Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, informen si han iniciado en la órbita de
sus competencias sumarios por los hechos que aquí se denuncian, en
su caso remitan copia de los mismos.-
4. PETITORIO
Por todo lo antedicho, solicitamos:
1. Se nos tenga por presentados, por parte y constituido el
domicilio.-.
2. Se nos cite a ratificar esta denuncia y acompañar la
documentación del caso.-
3. Se convoque como parte interesada al Defensor del Pueblo de
la Nación.
4. Se convoque al Secretario de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación, en su carácter de Autoridad de Aplicación
de la Ley Nacional de Residuos Peligrosos.
5. En caso de confirmarse la información mencionada, se prosiga
con la investigación sobre las responsabilidades penales.
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Fuente: "Aldrin-dieldrin, Ficha toxicológica" . ToxFAQs ATSDR –
Department of Health and Human Services – Agency for Toxic
Substances & Disease Registry. Gobierno de los Estados Unidos.
(Disponible en Internet)
Fuente: Idem anterior.
Fuente: "DDT, Ficha toxicológica" . ToxFAQs ATSDR, idem anterior.
Fuente: "Endosulfán, Ficha toxicológica" . ToxFAQs ATSDR, idem
anterior.
Fuente: "Heptacloro, Ficha toxicológica" . ToxFAQs ATSDR, idem
anterior.
Fuente: "Hexaclorobenceno, Ficha toxicológica" . ToxFAQs ATSDR, idem
anterior.
Fuente: "Hexaclorociclohexa no, Ficha toxicológica" . ToxFAQs ATSDR,
idem anterior.
Fuente: "Clordano". ToxFAQs ATSDR, idem anterior.
Sería equivalente a la advertencia que formulan los fabricantes de
cigarrillos cuando colocan una leyenda que dice "El fumar puede ser
perjudicial para la salud".
Instituto para la Integración de América Latina (INTAL) - Banco
Interamericano de Desarrollo: "Exportadores Exitosos de América
Latina", Buenos Aires, 1990. (Artículo sobre la empresa Sancor).
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LA DENUNCIA HA SIDO PRESENTADA EN EL JUZGADO DE INSTRUCCION 25, A
CARGO DE LA DRA. SUSANA PARADA, SECRETARIA 161 A CARGO DEL DR. CESAR
AUGUSTO TRONCOSO, FISCAL DR. DAMIAN KISZEMBAUM CON NUMERO DE
EXPEDIENTE 40308/2006
EL JUZGADO QUEDA EN PALACIO DE TRIBUNALES, EN EL 5TO PISO ASCENSOR 1
Y LA FISCALIA EN PARAGUAY 1536
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SITUACIÓN LEGAL DE LOS PLAGUICIDAS ENCONTRADOS EN LÁCTEOS
INFANTILES
SUSTANCIA
NORMATIVA
COMENTARIOS
ALDRIN
Sanidad Vegetal: Decreto 2121/90
Prohibición total.
CLORDANO
Sanidad Vegetal: Resolución 513/98
Prohibición total.
Sanidad Animal: Decreto 2143/68; Ley 18073/69; Decreto 26778/69
Salud Pública (ANMAT): Disposición 7292/98
Prohibido en insecticidas domisanitarios.
DDT
Sanidad Animal: Decreto 2143/68
Prohibido su uso en bovinos y porcinos.
Sanidad Vegetal: Decreto 2121/90
Prohibición total.
Salud Pública: Resolución 133/91
Prohibición total para Salud Humana.
Salud Pública (ANMAT): Disposición 7292/98
Prohibido en insecticidas domisanitarios.
DIELDRIN
Sanidad Animal/Vegetal: Ley 22.289/80.
Prohibición total.
ENDOSULFÁN
Secretaría de Política Ambiental de la Provincia de Buenos Aires.
Resolución 2864/ 2005
Prohíbe el ingreso a la provincia de cualquier residuo que lo
contenga
ENDRIN
Sanidad Vegetal: Decreto 2121/90
Prohibición total.
HCB (HEXACLORO CICLOBENCENO)
Sanidad Vegetal: Resolución 750/00
Prohibición total.
HEPTACLORO
IASCAV: Resolución 27/93
Todos los usos cancelados.
Salud Pública (ANMAT): Disposición 7292/98
Prohibido en insecticidas domisanitarios.
HCH (HEXACLORO CICLOHEXANO)
Sanidad Animal /Vegetal: Ley 22289/80.
Prohibición total.
Salud Pública (ANMAT): Disposición 7292/98
Prohibido para su uso en insecticidas domisanitarios
LINDANO
Sanidad Vegetal. Resolucion 513/98
Prohibición total.
Salud Pública (ANMAT): Disposición 7292/98
Prohibido en insecticidas domisanitarios.
29/03/2006
Científicos de la UBA detectan plaguicidas en lácteos para chicos
Estudios realizados por toxicólogos de la Facultad de Farmacia y
Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) detectaron la
presencia de plaguicidas en leches maternizadas, yogures y postres
que consumen bebés y niños. Si bien los investigadores anunciaron
que existe una solución concreta al problema, lo cierto es que se
trata de tóxicos que fueron prohibidos hace ya tiempo en la
Argentina.
"Analizamos 50 muestras de leches maternizadas y 51 muestras de
yogures y postres disponibles en el mercado. Hallamos que solo el 10
por ciento de ellas estaba libre de los plaguicidas cuya presencia
queríamos detectar, dada su peligrosidad, especialmente para los
bebés y niños", explicó la doctora Edda Villaamil Lepori, profesora
asociada de la cátedra de Toxicología y Química Legal y directora
del equipo de científicos.
Tal como dio a conocer Amalia Dellamea, del Centro de Divulgación
Científica de la Facultad, los investigadores buscaban detectar la
presencia de residuos de plaguicidas, algunos de los cuales fueron
prohibidos ya hace tiempo en la Argentina, y de otras sustancias
tóxicas cuyo uso se halla estrictamente restringido.
"Si bien estudiamos un conjunto amplio de componentes de diversos
plaguicidas, centramos la atención en los plaguicidas
organoclorados, conocidos por las siglas POC, puesto que son
extremadamente persistentes y se acumulan en la cadena alimentaria" ,
relató Villaamil.
La sustancia en cuestión, el DDT, prohibido en la Argentina hace más
de una década por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria (SENASA) sigue dejando rastros en diversos
alimentos, pero principalmente en la leche humana y la vacuna. Los
POC son tan persistentes que pueden seguir apareciendo en alimentos
aun 40 años después de que ya no se utilicen.
"La leche es una vía de eliminación de los POC, pero es también, y
primordialmente, una vía de exposición de los bebés y niños a estos
potentes tóxicos. De hecho, el grupo más sensible son los recién
nacidos y los niños de corta edad, y recién después los adultos",
señaló la especialista de la UBA.
Los lactantes y niños consumen más calorías por unidad de peso
corporal que los adultos. Pero, más grave aún, consumen una variedad
muy restringida de alimentos. Tanto es así que, para los lactantes,
la única fuente de nutrientes es la leche materna o las fórmulas
infantiles elaboradas sobre la base de leche vacuna.
Para los chicos de seis meses en adelante, que comienzan a consumir
dietas mixtas, la leche y otros productos lácteos, como yogures
y "postrecitos" siguen siendo componentes mayoritarios de la dieta.
Entonces, si se considera que la leche materna y de vaca constituyen
vías de eliminación privilegiadas de plaguicidas organoclorados,
puede comprenderse cabalmente la gravedad del problema. "Los bebés y
niños están expuestos 10 veces más que los adultos a los efectos de
estos residuos tóxicos", recalcó Villaamil.
El International Life Science Institute (ILSI) advirtió en 2001 que
la exposición prenatal y de niños pequeños a los POC está
relacionada con deficiencias en el desarrollo neurológico y con la
frecuencia de bajo peso corporal.
Si bien los residuos de plaguicidas detectados con mayor frecuencia
en las muestras de lácteos que estudiaron los investigadores
argentinos eran el heptacloro y su metabolito el epóxido de
heptacloro --presentes en el 57,4 por ciento de las muestras-- no
fueron los únicos tóxicos residuales. "Otras sustancias persistentes
detectadas fueron: en el 53,3 por ciento el grupo del HCH
(hexaclrociclohexan o); en el 31,7, DDT total y aldrin-dieldrin; en
el 28,7, clordano; en el 18,8, endrin; y en el 9,9, endosulfán y HCB
(Hexaclorobenceno) ", explicó Villaamil.
Pero, afortunadamente, postulan los investigadores, existe solución:
si alrededor del 10 por ciento de las muestras estudiadas no exhibió
la presencia de plaguicidas, quiere decir que los productores de
lácteos destinados a bebés y niños, y en especial de leches
infantiles, deberán tener la cautela de seleccionar partidas de
materias primas libres de tóxicos para elaborar productos
infantiles. "Con lo que ?concluyó la especialista- estaríamos
seguros de no exponer a los chicos a estas peligrosas sustancias
tóxicas".
Fuente: CDC Farmacia y Bioquímica UBA