Alma de Nogal : Los Chalchaleros

lunes, 11 de diciembre de 2017

El Nobel de la Paz ajusta cuentas con los estados nucleares. www.elmundo.es

AMENAZA ATÓMICA

El Nobel de la Paz ajusta cuentas con los estados nucleares

Entrega del premio Nobel de la Paz a la líder de la ICAN, Beatrice Fihn (derecha). AFP
Las representantes de ICAN les recuerdan su responsabilidad para "liberar el mundo de la terrible amenaza"
Con el desprecio de las democracias liberales de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, así como con el de las superpotencias China e India, hoy se ha celebrado en Oslo la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz concedido a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), el organismo que reúne 468 asociaciones internacionales contra las armas nucleares, por resaltar "las catastróficas consecuencias humanitarias de cualquier uso de las armas nucleares y por sus esfuerzos para alcanzar un tratado que las prohíba".
Es ese rechazo al Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares, firmado por 133 países miembros de las Naciones Unidas en julio, el motivo del boicot a la ceremonia expresado diplomáticamente con la ausencia de los embajadores de estos países. "Queremos destacar nuestras reservas con respecto al proyecto de ICAN, es decir, la prohibición de las armas nucleares y el tratado de la ONU negociado en Nueva York", fueron las palabras de Véronique Minassian, asesora de la embajada de Francia en Noruega, a la cadena NRK. No impidió esa ausencia física, ni sus reservas, que los galardonados les interpelaran hoy a "liberar el mundo de la terrible amenaza" que son las armas nucleares.
La directora de ICAN, la sueca Beatrice Fihn, remarcó en su vehemente discurso de aceptación la racionalidad de la que según los detractores el movimiento carece. "Muchos críticos sugieren que somos idealistas sin fundamento con la realidad, que los estados nucleares nunca renunciaran a sus armas", comenzó. "Pero representamos la única opción racional", continuó para demostrarlo a lo largo de su discurso, pues "o será el fin de las armas nucleares o será nuestro fin".
Hoy Fihn habló de "miedo, libertad y futuro". Porque cuando las potencias nucleares hablan de disuasión "celebran el miedo como arma de guerra", explicó. "Hemos evitado la guerra nuclear no mediante un liderazgo prudente sino por buena fortuna. Tarde o temprano, si no actuamos, nuestra suerte se acabará. Un momento de pánico o descuido, un comentario mal interpretado o un ego herido, fácilmente podría llevarnos inevitablemente a la destrucción de ciudades enteras", continuó sin necesidad de mentar la escalada de tensión entre Corea del Norte y la Administración estadounidense de Donald Trump.

"Aniquilación inminente"

Para reivindicar la libertad, argumentó Fihn, debemos reclamar "la libertad de no vivir nuestras vidas como rehenes de una aniquilación inminente". Porque "es una afrenta a la democracia ser gobernados por estas armas". Finalmente, quiso hablar del futuro y por eso interpeló a Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel. "A las naciones que creen que están protegidas bajo el paraguas de las armas nucleares, ¿seréis cómplices de vuestra propia destrucción y la destrucción de otros en vuestro nombre?", concluyó entre encendidos aplausos la representante de "una mayoría moral: los miles de millones que hemos elegido la vida sobre la muerte y que juntos veremos el fin de las armas nucleares".
Después tomó la palabra Setsuko Thurlow, testigo de la destrucción a la edad de 13 años. Entonces, Estados Unidos lanzó la bomba nuclear en su ciudad, Hiroshima. Desde ese día, cuando"la mayoría de mis compañeros de clase murieron quemados vivos. Vi a mi alrededor una devastación total e inimaginable", Setsuko Thurlow sabe que la "humanidad y las armas nucleares no pueden coexistir".
Quiso esta superviviente que hoy se sintiera la presencia de quienes perecieron en Hiroshima y Nagasaki. Su dignidad no restó emotividad a su trágico testimonio. Recordó a su sobrino Eiji de cuatro años, "su pequeño cuerpo transformado en un trozo de carne derretido e irreconocible. Siguió suplicando agua con voz débil hasta que su muerte lo liberó de la agonía".
No hay para Setsuko Thurlow ideología ni realpolitik que lo justifique. "El desarrollo de las armas nucleares no significa la elevación de un país a la grandeza, sino su descenso a las profundidades más oscuras de la depravación", prosiguió. Por eso, "todos los líderes responsables firmarán este tratado. Y la Historia juzgará duramente a quienes lo rechacen. Sus teorías abstractas ya no cubrirán la realidad genocida de sus prácticas. La "disuasión" ya no se considerará como un impedimento para el desarme. Ya no viviremos bajo una nube de hongos del miedo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario