"¡Qué vergüenza concejales, el mundo los está mirando!". El cántico, entonado por manifestantes, representa una parte de la protesta que se desarrolló ayer en la puerta del Palacio Vasallo en reclamo de que no se modofique la ordenanza que prohíbe el uso del herbicida glifosato en la ciudad. La norma podría ser vetada por la intendenta Mónica Fein.
Desde las 15, un centenar de ciudadanos y distintas organizaciones ecologistas, políticas y sociales se congregaron frente la puerta del Concejo Municipal para pedir que quede vigente la ordenanza que prohíbe el uso de glifosato en Rosario, y que fue aprobada el pasado 16 de noviembre pero hace poco más de una semana los concejales implementaron, en un trámite exprés, el "cumplimiento de un protocolo" para su utilización-.
El futuro de la ordenanza, por el momento, está ante una bifurcación: o se aplica tal como se sancionó, o la intendenta Mónica Fein la veta.
La manifestación, que en un principio iba a ser en la puerta del auditorio del Banco Municipal (por las obras recientes en el Palacio Vasallo, los concejales iban a sesionar allí), fue pacífica y sin corte de calles.
De hecho, algunos manifestantes se posicionaron sobre la vereda de la esquina de Córdoba y 1º de Mayo exhibiendo distintos carteles, entre los que resaltaba la leyenda "Glifosato=Mata", a los automovilistas que pasaban por calle Córdoba. De algunos coches salieron bocinas en señal de apoyo a la concentración.
Al mismo tiempo que comenzaba la percusión con bombos y redoblantes, algunos de los protestantes pintaron grandes letras blancas con la leyenda "No al Glifosato, no al apriete sojero". La frase la acompañaron junto a una gran calavera; todo, sobre calle 1º de Mayo, antes de llegar a calle Córdoba.
A mitad de la protesta, varios manifestantes decidieron apostarse en el hall de ingreso del Concejo, ubicado en la esquina en donde, bombo y megáfono en mano, cantaron contra los concejales que intentaron dar marcha atrás con la norma, pero que fue refrendada en la comisión de Ecología.
Por otra parte, un grupo de jóvenes organiza hoy, a las 8.30, una bicicleteada desde el Museo Castagnino (Oroño y avenida Pellegrini) hasta Carcarañá para protestar en contra del uso de agrotóxicos y tras el hecho que ocurrió el mes pasado en esa localidad, donde miles de peces aparecieron muertos a la vera del río homónimo.
Uno de los organizadores es Raúl, un joven de 29 años que se acercó con su bicicleta y su pequeño perro "Lobo" a la puerta del Palacio Vasallo: "Nos juntamos con un grupo de amigos porque queremos manifestarnos en contra del uso de agrotóxicos en Rosario y los alrededores, y porque nos impactó mucho ver a todos los peces panza para arriba en el río Carcarañá".
El joven aclaró que no son ecologistas, pero que defienden lo que le pasa al río: "No soy activista, soy un usuario del mismo río, me tiro todos los días a nadar. Es tener conciencia ciudadana. Mostramos esta cuestión, que es ajena a mucha gente porque no se mete en el asunto y la llevamos a la ruta, que es donde están todas las plantaciones que están llenas de agrotóxicos".
El grupo que unirá la ciudad con Carcarañá será, en principio, no mayor a 15 personas. Aunque Raúl invita a cualquiera que quiera sumarse: "Es abierto a todo el público. Con una bicicleta común se puede hacer el viaje, que serán alrededor de cuatro horas. Salimos por Pellegrini para visibilizar la cuestión, pero vamos a ir por la ruta 9 y haremos un descanso en Roldán".
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