Alma de Nogal : Los Chalchaleros

viernes, 23 de marzo de 2018

Desastre ambiental: volcó un camión cargado con glifosato concentrado. www.eldiaonline.com/

Desastre ambiental: volcó un camión cargado con glifosato concentrado

glifosato
Sucedió en el kilómetro 274 de la Ruta 5, a poco de llegar a la ciudad de 9 de Julio. El conductor murió producto del siniestro.
El martes pasado por la mañana volcó un camión que transportaba bidones de glifosato concentrado al 62%. El accidente ocurrió en el kilómetro 274 de la Ruta 5, entre 9 de Julio y French, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires. Producto del accidente murió el conductor.
La carga completa de bidones de glifosato quedó desparramada sobre la banquina y en el zanjón lindero con la ruta. Según los especialistas, esto puede traer un grave riesgo ambiental y humano a toda la zona lindera al accidente, desequilibrando y afectando a la flora y fauna del lugar y afectar el medioambiente.

“¿Hasta cuándo vamos a continuar apostando a un modelo de producción agroindustrial que conlleva el riesgo permanente de desastres ambientales como el que se registró a pocos kilómetros de nuestra ciudad? Sobre todo cuando existe la alternativa agroecológica que no usa agrotóxicos y que es viable económica y ambientalmente”, se preguntó la agrupación ConCiencia Agroecológica de 9 de Julio.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer IARC, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, en el año 2015 incorporó al glifosato a su listado de “Sustancias Potencialmente Cancerígenas”.
En junio 2017 el estado de California en Estados Unidos agregó al glifosato a su listado de sustancias cancerígenas. La Dra. Seneff del prestigioso Massachussetts Institute of Technology (MIT) ha demostrado el vínculo entre el glifosato, la celiaquía y el hipotiroidismo. Un detalle no menor: debajo de donde quedaron volcados los bidones de este veneno pasa el caño maestro que lleva agua a las ciudades de Carlos Casares y Pehuajó.

RINCÓN TAMBIÉN LE DICE NO AL GLIFOSATO.

COMUNICADO DE PRENSA
RINCÓN TAMBIÉN LE DICE NO AL GLIFOSATO.
Felicitamos a toda la ciudadanía de Rincón por el logro obtenido en protección de la Vida, la Salud y el Ambiente, tras la aprobación, en el día de ayer, de la ordenanza que prohíbe el uso y aplicación del biocida Glifosato en todas sus formulaciones. Hacemos extensivo el saludo a los concejales que, por unanimidad, aprobaron la normativa, convirtiendo a la ciudad en la segunda en generar una legislación de resguardo en este sentido en la provincia, después de Rosario.
También queremos solicitar al intendente local, Dr. Silvio Gonzales, que en su carácter de trabajador de la salud y conocedor de la problemática socioambiental local, proceda a promulgar de manera urgente la ordenanza sancionada que pretende legislar en favor de todos, primando el valor de la Vida por sobre el de la renta y otros intereses de menor jerarquía.
La problemática de los agrotóxicos no se agota poniendo en funcionamiento este instrumento legal, pero aporta a la creación de límites precisos que permitirán reducir los impactos indeseables en la población. Es imprescindible que se concrete, además, la transformación del modelo productivo agrícola que prevalece actualmente en el ejido municipal de Rincón, basado en alta demanda de insumos químicos contaminantes, hacia uno de producción de alimentos sanos y variados, fomentando el comercio justo y local.
Con la inmensa emoción de ser partes de este proceso necesario para poder disfrutar de un ambiente sano tal como lo garantiza la Constitución Nacional, decimos bien fuerte: PAREN DE FUMIGARNOS!!
Santa Fe, 23 de marzo del 2018.
MULTISECTORIAL “PAREN DE FUMIGARNOS” - Santa Fe -

Jardines verticales: una nueva forma de darle oxígeno a la Ciudad. Víctor Pombinho Soares, www.lanacion.com.ar



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21 de marzo de 2018  • 15:38
La instalación de un muro verde de 70 metros cuadrados en avenida Corrientes y Maipú, sobre un estacionamiento, es el último ejemplo de una moda que se está imponiendo en la Ciudad impulsada por el gobierno porteño y que encontró eco en empresas privadas y particulares.
El jardín BA se transformó en un símbolo de Buenos Aires
El jardín BA se transformó en un símbolo de Buenos Aires Fuente: LA NACION - Crédito: Patricio Pidal
Los jardines verticales o muros verdes son intervenciones con plantas sobre paredes y muros improductivos que se hacen para embellecer la ciudad y disminuir la contaminación ambiental y sonora. Incluido el de avenida Corrientes, el gobierno porteño ya instaló 48 en techos de cruces ferroviarios, autopistas y edificios.
Al retener una capa de aire entre la masa vegetal, los muros verdes incrementan la aislación térmica, amortiguan el frío y el calor y reducen la temperatura ambiente. Además, incrementan la aislación acústica, ya que un muro vegetal de 8 centímetros de espesor es capaz de aislar sonidos de hasta 40 decibeles. El costo del jardín en avenida Corrientes será de $ 392.650, incluidos la instalación y el mantenimiento por un año.
La empresa a cargo del trabajo es GWall, que también realizó el gigantesco BA delante del Obelisco y las fachadas verdes de los locales de Arredo, empresa que también colocó un muro verde en la estación Facultad de Medicina del subte D a modo de publicidad.
El muro verde que puso Arredo en Facultad de Medicina
El muro verde que puso Arredo en Facultad de Medicina
Además, hay otras empresas privadas que decidieron poner jardines verticales en sus paredes externas, como la petrolera Axion (Libertador y Salguero), o internas, como el Banco de Galicia en su sede central, el Sheraton de Retiro o el Burguer 54 de Santa Fe y Coronel Díaz.
El jardín vertical de la sede de la Comuna 14
El jardín vertical de la sede de la Comuna 14 Fuente: LA NACION - Crédito: Patricio Pidal
Si bien su principal función es purificar y renovar el aire, los jardines verticales también reducen la contaminación visual, permiten renovar fachadas o espacios degradados, reconstruir el perfil urbano y enriquecer el espacio público. La vegetación tiene también la capacidad de filtrar hasta el 85% de las partículas de polvo que están en el ambiente.
El jardín que están construyendo en la avenida Corrientes
El jardín que están construyendo en la avenida CorrientesCrédito: Patricio Pidal
El muro verde que están colocando en avenida Corrientes cuenta con 30 plantas por metro cuadrado. Los paneles tienen riego automatizado y las plantas se alimentan de la energía del sol. Para estos muros, el gobierno porteño usa geranios, rocíos, centáureas, esparragueras, manzanillas y sedos, entre otras especies.
El jardín vertical de Arredo, en avenida Del Libertador
El jardín vertical de Arredo, en avenida Del Libertador
"Los muros verdes son muy beneficiosos para los ciudadanos y mejoran el entorno en el que vivimos. Cuando ponemos jardines en los muros los hacemos más ecológicos y le damos aire fresco a la ciudad, aseguró a LA NACION Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad.
Un jardín en una autopista
Un jardín en una autopista Fuente: LA NACION - Crédito: Patricio Pidal
Las técnicas de implementación de muros verdes imitan condiciones naturales que se dan, por ejemplo, en acantilados, y se adaptan a cualquier geometría. Se construyen sobre la base de paneles pre-cultivados o de un sistema de cultivo de fieltros. Se coloca un aislante para que no afecte la humedad a la pared, luego un doble fieltro donde van las plantas y un sistema de riego automático que funciona mediante una bomba que las provee de agua constantemente.
El muro verde de Axion en Libertador y Salguero
El muro verde de Axion en Libertador y Salguero
Las tareas de mantenimiento se realizan semanalmente, aunque al tener riego automático diario podría decirse que se desarrollan y automantienen. El sistema de riego está diseñado para minimizar el consumo de agua y consiste en una unidad automática que controla la inyección de nutrientes y ciclos de riego.
Un jardín bajo una autopista
Un jardín bajo una autopista Fuente: LA NACION - Crédito: Patricio Pidal
El Ingeniero Juan Ignacio Vidal Bruni, socio de la empresa Jardines Verticales, asegura que la mayoría de la demanda es de particulares, que los usan para las medianeras y para darle privacidad al balcón.
"El sistema es nuevo en Argentina, antes era económicamente inviable. La mayor ventaja que tiene es que la densidad de plantas es mucho mayor que la de cualquier cantero de una plaza, ayuda muchísimo a reducir la contaminación", señala Bruni, que confía en que se trata de una tendencia que llegó para quedarse, un cambio de hábito para una ciudad más sustentable.

jueves, 22 de marzo de 2018

El ADN de los agrotóxicos. Darío Aranda Pag.12

Un estudio confirmó daños genéticos en chicos expuestos a fumigaciones
El ADN de los agrotóxicos
https://www.pagina12.com.ar/103084-el-adn-de-los-agrotoxicos
El análisis se realizó en Dique Chico, un pueblo cordobés en lucha contra las pulverizaciones. Los niños del lugar tienen dañado su material genético tres veces más que la media, lo que implica serios riesgos de contraer cáncer.
El estudio estableció que la causa del daño genético en los chicos es la sustancia de las fumigaciones.
El estudio estableció que la causa del daño genético en los chicos es la sustancia de las fumigaciones. 
Niños cordobeses expuestos a fumigaciones con agrotóxicos tienen daño genético tres veces mayor a la media, lo que conlleva a mayores probabilidades de contraer cáncer. Así lo confirmó un estudio que fue sumado como prueba a la causa judicial para frenar fumigaciones en la comuna de Dique Chico. El jefe comunal había limitado el uso de agroquímicos, pero los empresarios del agro tuvieron luz verde de los jueces Humberto Sánchez Gavier y María Inés del Carmen Ortiz, quienes permitieron pulverizar durante el verano. Ahora deben decidir el fondo: qué derecho está primero, a la salud o a fumigar con agrotóxicos.
Medir el daño genético es una forma científica utilizada a nivel internacional para evaluar la salud. A mayor daño genético, más posibilidades de contraer cáncer, enfermedades cardiovascuales, sufrir malformaciones y abortos espontáneos.
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Dique Chico es una comuna de 200 habitantes, a 50 kilómetros de la capital cordobesa. A pedido de los padres, que exigen desde hace años que dejen de fumigarlos, el Laboratorio Servicios y Diagnóstico en Salud y Ambiente de Río Cuarto tomó muestras de seis niños de entre 7 y 11 años. Confirmó que todos tienen elevado daño en sus genes, hasta tres veces por encima de los niños no expuestos a agrotóxicos.
El estudio se basa en una técnica llamado “ensayo de micronúcleos (MN)” en la mucosa bucal. Realizado por la doctora en ciencias biológicas Delia Aiassa, determinó que “el 100 por ciento de los niños que participaron en el estudio tuvieron un número de células con micronúcleos (MN) mayor al valor considerado como basal para una población referente”. 
“La diferencia de células con MN entre niños que habitan en cercanías de lugares donde se pulveriza y niños sin esta exposición (referentes) señala que los primeros se hallan expuestos a agentes genotóxicos”, alerta el informe de nueve páginas. 
Los análisis fueron realizados en febrero pasado, y están firmados por Aiassa, reconocida científica del Laboratorio GEMA (Genética y Mutagénesis Ambiental), de la Universidad Nacional de Río Cuarto, con más de quince años en trabajos académicos sobre daño genético.
Los niños viven a distancias de entre 100 y 400 metros de campos con transgénicos donde se pulveriza con agroquímicos, y asisten a la escuela rodeada de fumigaciones. En esos predios se hacen al menos cuatro fumigaciones al año, principalmente con el herbicida glifosato.
La investigadora explicó que un agente genotóxico es una sustancia que puede interactuar con el material genético (ADN) de los organismos causándole alteraciones, daños y rupturas. “Existe una estrecha relación entre las alteraciones del ADN de las células con el cáncer y las enfermedades degenerativas crónicas”.
El trabajo de Aiassa analizó otras fuentes de contaminación posibles. Su conclusión es contundente respecto a las causas del daño genético en los niños: “No puede ser explicado por la influencia de otros factores demográficos o ambientales, sino por la exposición ambiental prolongada a pulverizaciones con sustancias químicas en los campos aledaños”.
El estudio está enmarcado en la lucha de la población de Dique Chico, organizados en Vecinos Autoconvocados, que desde hace años piden retirar las fumigaciones de las casas y escuela, alejar los silos y prohibir el tránsito de “mosquitos” (tractores con brazos de aspersiones). El jefe comunal, Nilo Pérez, emitió en noviembre de 2017 la resolución 242 para priorizar la salud y prohibió las fumigaciones aéreas con agrotóxicos a 2000 metros del ejido urbano (y 1000 metros sin son terrestres).
Los empresarios del agro realizaron movilizaciones y hasta se encadenaron en el pueblo para que les permitan seguir con las fumigaciones. Presentaron un amparo contra la Comuna porque sienten que se vulnera su derecho de propiedad privado, de libre comercio y producir. El Ministerio de Agricultura de Córdoba (a cargo de Sergio Busso) se mostró a favor de seguir fumigando.
Los jueces Humberto Sánchez Gavier y María Inés del Carmen Ortiz (Cámara Contencioso Administrativo Nominación Segunda) emitieron una medida cautelar para suspender la resolución comunal por treinta días y permitir fumigaciones. Pero no se expidieron sobre el fondo, si la decisión de la Comuna es constitucional y qué derecho se debe priorizar: a la salud y el ambiente, o a fumigar. Un antecedente es que los jueces permitieron en la causa (bajo la figura de “terceros interesados”) que participe el Ministerio de Agricultura, que impulsa el uso de agrotóxico. Pero los mismos jueces negaron la participación del Defensor de los Derechos del Niño.
Los Vecinos Autoconvocados exigen que se priorice el derecho a la salud y a la vida. Presentaron ante los jueces un documento con 25 estudios científicos y técnicos que confirman las consecuencias de los agrotóxicos. También entregaron los análisis de los seis niños con daño genético. 
Los jueces Gavier y Ortiz aún no tuvieron en cuenta esas investigaciones. Por otro lado, los empresarios del agro y el gobierno provincial no han exhibido ni un trabajo científico que afirme que el glifosato no afecta a los niños.
Los Vecinos Autoconvocados reclamaron que los jueces lean los estudios científicos, las historias clínicas de los niños afectados y “entiendan que la evidencia es más que suficiente para limitar las fumigaciones”. Al pie del comunicado sobresalen dos consignas: “Basta del Poder Judicial cómplice” y “tus negocios no valen nuestras vidas”.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Pilimita, la torcaza que vivió ocho años y le enseñó a su rescatista todo sobre el cuidado de la aves. Jimena Barrionuevo LA NACION

Pilimita, la torcaza que vivió ocho años y le enseñó a su rescatista todo sobre el cuidado de la aves

Jimena Barrionuevo 
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21 de marzo de 2018  • 00:45
Su débil corazón ya había dejado de latir, pero su pequeño cuerpo -que permanecía aún tibio entre las manos temblorosas de quien había intentado salvar su vida-, fue testigo de una promesa. "Lo había encontrado en Palermo, al borde de un árbol. Era la primera vez en mi vida que veía un pichoncito; era muy chiquitito y estaba al lado de su hermanito muerto. Lo levanté y me lo llevé a mi casa. Empecé a llamar a diferentes lugares para que me guiaran para sacar adelante a ese pichón. Pero ninguno me dio respuestas y, al cabo de tres días, murió. Le prometí que iba a intentar cambiar el destino de futuros pichones y que iba a investigar difundir información para que a nadie le pasara lo que me había tocado a mí", recuerda Clara Correa.
Aferrada a su promesa, Clara no titubéo y ese mismo día armó el blog Pájaros Caídos , donde recopilaba información, datos, consejos y guías para saber qué hacer cuando se encuentra un ave lastimada o en situación de riesgo. "Dos días después, llegó el retruque del destino y me encontré al segundo pichón de torcaza. La puse en un arbusto bajo creyendo que sus padres vendrían a cuidarla y se volvió a tirar, la volví a poner y se volvió a tirar, luego de la tercera vez decidí agarrarla y llevarla. a casa. La bauticé la Pilimita y le dije al oído que iba a hacer todo lo que estuviera a mi alcance para que viviera", recuerda.
Una vez en su casa, Clara envolvió a Pilimita en un género sin hilos (para evitar que se lo tragara) de modo que se pudiera mantener caliente y se sintiera contenida. Sobre la marcha, aprendió a prepararle una papilla para su especie y que fuera lo más parecida a lo que en la naturaleza sus padres le brindan. Luego le construyó un nido y la puso en un lugar a resguardo ya que la torcaza iba a tener que convivir con los tres gatos que acompañaban a Clara en su departamento. " Con el tiempo, y como había estado con muy bajo peso y tuve que darle cuidados especiales, Pilimita se domesticó y pasó a ser muy dependiente de mi. Por eso no pude liberarla: ella era muy confiada de la gente y eso le iba a resultar muy peligroso en su vida silvestre natural".
Así Pilimita se convirtió en un integrante más del hogar. Tenía sus rutinas, desde luego: amanecía al alba y se acomodaba sobre el monitor de la computadora de Clara mientras ella trabajaba y cuando el último rayo se dejaba ver en el cielo. "Le hacía chequeos veterinarios para controlar que estuviera bien de salud y así transcurría su vida libre, pero contenida". Nunca llegó a hacer amigas entre las otras aves que Clara iba rescatando y tampoco pudo formar pareja aunque ponía sus huevos en el nido artificial que tenía especialmente armado para ella.
Dicen los expertos en aves que las torcazas en libertad tienen un promedio de vida de cinco años. Pilimita acompañó a Clara ocho maravillosos años y le dejó una enseñanza de vida. "Me ayudó a ejercitarme en otra manera de observar lo que nos rodea, no desde el plano materialista del ser humano, sino desde la sencillez de la vida, como la viven las aves. Ellas son felices sólo con su existir, con lo básico: agua, comida, protección y afecto".

Un legado con alas

Hoy el blog que en aquel entonces Clara creó sigue funcionando y sumando día a día información valiosa para los que aprecian la vida de las aves. Además, en 2014 el proyecto de Clara logró convertirse en Asociación Civil de Ayuda a las Aves Pájaros Caídos con Personería Jurídica. Como si fuera poco, tiene una página de Facebook que tiene más de 140 mil seguidores y donde un grupo de grupo de voluntarios ayuda a responder pedidos de asistencia de la gente que encuentra un pichón o ave herida. "Sean pichones o adultas, las aves que no pueden volar por razones de salud, edad o por haber sufrido un accidente, son seres sintientes que merecen recibir ayuda a fin de no padecer sufrimiento físico, temor y una segura muerte en la calle. Nuestro objetivo, entonces, es evitarles -o aliviarles- el dolor y la muerte por falta de asistencia. Desde la página hacemos públicos aquellos conocimientos que fuimos adquiriendo en nuestra tarea de rescate como voluntarias y voluntarios preocupados por el bienestar y la vida de las aves", explica Clara. Cuidados básicos, dónde tener el ave encontrada para que no se estrese, qué y cómo darles de comer y cómo abrigarlas son algunos de los temas que abordan los consejos.
Es que Clara está convencida de que somos responsables de que cada vez veamos más cantidad de aves en la ciudad. "El avance del cultivo en la tierra y de la tala de árboles para sembrar soja, origina cambios en las costumbres de las aves, y eso es lo que se puede observar en estos años con las torcazas. El campo ya dejó de ser un lugar dónde anidar, ya que se están quedando sin árboles, y migran a la ciudad para anidar y tener sus pichones. Se van en marzo y regresan en agosto para tener sus pichones, en los balcones, en las macetas, en los más infinitos rincones que podamos imaginar. Las torcazas llegan a la ciudad para enseñarnos a los hombres una lección de amor y solidaridad y está en nosotros poder abrir los ojos y el corazón para generar un cambio de conciencia".