Alma de Nogal : Los Chalchaleros

viernes, 24 de febrero de 2017

EDENOR: Nuevo RECLAMO 3640 y 3039 , UNA EMPRESA IRRESPONSABLE SOCIALMENTE: VECINOS DE VICENTE LOPEZ SIN LUZ Y SIN AGUA POR MAS DE CUATRO DIAS RECLAMAN AL SUPERVISOR JUAN CERASUOLO.

Vecinos de Vicente Lopez de Avda. Libertados del 1000 - al 1400 no tienen luz desde hace más de 4 días.

A pesar de los múltiples reclamos de los vecinos sin luz ni agua en edificios de 60 unidades, con temperaturas de 40 °C , la empresa se pasea por los armarios y se van literalmente si otorgar suministro de energía.


Mientras tanto vemos que los edificios nuevos gozan de uso de luz y aire acondicionado.



Hemos hablado con supervisor Juan Cerasuolo y no sabe por qué nos falta la luz.


P. Ej reclamo 141314

Reclamo 122737

Hemos llamado al ENRE y solo un disquito que toma el pedido, nadie que dé la cara.

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Informamos que el domingo 26.02.2017 por la noche se produjo incendio en tablero de Edenor, en Libertador al 1200 y debieron recurrir dos dotaciones de bomberos.

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01/03/2017

Nuevos reclamos por corte de suministro de energía: RECLAMO 2496: Una abuela con edema pulmonar por no contar con ascensores, ni luz con 40°C de térmica. Se reclama a defensa Civil suministro de equipos electrógenos para que puedan descender abuelos cautivos en últimos pisos.







miércoles, 22 de febrero de 2017

La autogestión en defensa de la vida. Por María Cruz Ciarniello enREDandO

fotopuebloester
TERRITORIOS Y MEDIO AMBIENTE0

La autogestión en defensa de la vida

Conformados en asamblea, vecinos de Pueblo Esther buscan limitar y restringir las fumigaciones mediante la redacción de un nuevo proyecto de ordenanza. Denuncian la falta de controles, el aumento de enfermedades de piel y respiratorias y las recurrentes inundaciones en zonas donde antes no ocurrían. A escasos kilómetros de Rosario, la autogestión avanza en defensa de la vida. 
Por María Cruz Ciarniello
María despliega el mapa de Pueblo Esther
-Acá está mi casa, dice. Y todo esto –señala- es campo fumigado.
Su casa está rodeada de plantaciones de soja y quintas donde se fumiga con diversos herbicidas, entre ellos, el glifosato. Ella lo sabe, lo denuncia y también lo padece. Tan solo una cuneta separa su casa del campo de 45 hectáreas en el que, por lo menos, se fumiga seis veces al año, tres aplicaciones por cada cosecha.
El relato de esta vecina no escapa al que se escucha recurrentemente en tantas otras localidades de la provincia, y más allá también. Fumigar a metros de los hogares es una práctica habitual en los pueblos. Es lo que también alertan muchos vecinos movilizados por la problemática; afectados en su salud y en la salud de sus hijos. En su cuadra, por ejemplo, hay por lo menos doce niños expuestos a las fumigaciones en plena tarde.
Por eso, y a tan solo 38 kilómetros de Rosario se está gestando una asamblea para denunciar los efectos nocivos que provocan las fumigaciones sobre los campos y quintas sembrados con soja o maíz trasgénico.
Lo que también se reitera es la falta de acceso a la justicia. Muchas veces, las denuncias por fumigaciones ilegales o por que no respetan los metros establecidos, son “cajoneadas” en las comisarías de los pueblos. Desde el año 2006, María lleva su reclamo ante las autoridades sin ser escuchada. Con el asesoramiento de organizaciones como el Centro de Protección a la Naturaleza y Paren de Fumigar, empezó a utilizar el modelo legal para asentar su denuncia. “Empezamos a estar alerta y entrar en contacto con gente del Cepronat y Paren de Fumigar. Con la ayuda de ellos, recibí instrucciones básicas para hacer las denuncias policiales”, cuenta, mientras transcurre la tarde de enero en Pueblo Esther.
Yanina es otra de las habitantes de Pueblo Esther que milita para que el modelo productivo sea otro. Se fue de Rosario hace varios años para vivir en el pueblo, alejada de la urbe y de una ciudad que también está fumigada. De sur a sur.
En su pequeña huerta, Yanina cultiva diversos alimentos, sanos, sin agroquímicos. “Es difícil juntarse porque lo que sucede con la salud es invisible. Lo que está ocurriendo es que con las inundaciones, todo esto se hace mucho más evidente. Porque el problema es el modelo productivo”, remarca.
El agua de las últimas lluvias afectó, como a tantos otros pueblos, las casas y los barrios de Pueblo Esther. La primera gran inundación ocurrió el 26 de diciembre pasado. La otra fue en este enero de 2017, apenas una semana después de que más de cincuenta vecinos del pueblo se juntaran en la sede del SAMCO local para empezar a delinear acciones conjuntas a favor de la vida. Porque no se trata solo del agua que el suelo, plastificado de tanto veneno, ya no absorbe. Es también la salud lo que está en juego.
Por eso, el lugar elegido para las reuniones que los vecinos de Pueblo Esther están impulsando no es casual. La intención es también involucrar a las instituciones sanitarias y a los médicos de la localidad, muchos de ellos visiblemente comprometidos con la problemática. Una de estas profesionales es Antonella Reinhart quién, en declaraciones al Semanario El Eslabón, señalaba: “Además de ser vecina y vivir en carne propia las consecuencias, estoy muy preocupada porque atiendo muchísimos casos que tienen que ver con el impacto de las fumigaciones y la aplicación de glifosato”. “Es desesperante. Los motivos de consulta en la guardia son siempre los mismos. Ahí en General Lagos, hay, además, dos cerealeras, que se suman a todo el veneno que hay permanentemente con las fumigaciones”.
En este mismo medio, Antonella destacó los diversos problemas de salud que afectan a la población de Lagos y Pueblo Esther. Al menos, los que ella atiende a diario en la guardia del hospital: “el principal problema que aparece es el broncoespasmo o asma”. “Hay en casos desde chiquititos menores de seis meses hasta personas de edad, como una que me tocó atender hace poco, que con 71 años tuvo su primera manifestación de asma, lo cual es increíble. Existe un uso extendido de salbutamol e indiscriminado de corticoides”. También se refirió a las afecciones no comunes en la piel, reacciones alérgicas y problemas de fertilidad, cáncer y abortos. Y agregó: “Es impresionante la cantidad de gente del pueblo que tiene hipotiroidismo”.
 “Estos productos son disruptores hormonales”, explica María a enREDando quien además, sufre esta patología. También señala que tiene documentado el momento en que se fumiga. Y describe:  “Los animales empiezan a sentirse mal, en una de las fumigaciones las abejas se enloquecían y picaban a los perros”.
Finalmente, y asesorada por abogados ambientalistas, su denuncia comenzó a tomar curso en un juzgado de Arroyo Seco.  Desde el Cepronat le aconsejaron que realice una denuncia ampliada, es decir, que notifique todas y cada una de las fumigaciones que todavía sigue padeciendo.
Organizarse es la tarea
“No son provincias diferentes”, explica Yanina con ironía. Se refiere a la actual ley provincial N 11.273 que prohibe fumigar a menos de 500 metros. Sin embargo, en Pueblo Esther, las aplicaciones con mosquitos se realizan sin respetar la distancia. Y lo que es peor, llevan el sello del área de Medio Ambiente de la comuna.
“La fumigación debe ser autorizada por las dos comunas: de General Lagos y Pueblo Esther, y por un ingeniero agrónomo que es juez y parte al mismo tiempo. Nosotros fuimos a hablar con las autoridades de Medio Ambiente y lo que nos dicen es que hay que cambiar la ordenanza. Esta ordenanza local tiene muchas zonas grises. Pero lo que sabemos es que la misma adhiere a la Ley Provincial, entonces ellos mismos, firmando una autorización, están en grave falta”, señalan las vecinas.
Cada fumigación es avalada por la Comuna mediante una ordenanza que así como está, viola lo que establece la actual Ley de Fitosanitarios. Por eso, el primer paso de estos vecinxs es lograr una nueva ordenanza donde lo fundamental, remarcan, es que se establezca el órgano de control. También señalan que es necesario trabajar en conjunto con la gente que trabaja en las quintas quienes fumigan con mochilas y en la mayoría de los casos, sin ningún tipo de protección. No llevan cascos ni mascarillas, apenas unas botas.
“Fumigan todo el borde por donde sale a correr la gente y hoy está quemado. Fumigan la banquina, con glifosato que mata el yuyo. El productor es mi vecino y no tienen conciencia de lo que esto produce. Por eso es importante hablar con ellos”, dice Yanina.
Ana es otra de las vecinas preocupadas por la salud de la comunidad. Habla poco pero lo suficiente para señalar que la clave es también generar acciones de sensibilización para hacer visible lo que están viviendo en Pueblo Esther, entre ellas, la realización de un mural colectivo en defensa de la vida.
En Pueblo Esther, el centro de salud está rodeado de tierras donde se siembra maíz, espinaca y otras hortalizas, todas fumigadas con herbicidas. El campo pertenece al anterior presidente comunal de la localidad, lo que demuestra que, en muchos lugares, hasta los propios funcionarios tienen sus intereses íntimamente ligados al agronegocio.
Se repiten las situaciones y los testimonios parecen calcados. El año pasado, enREDando fue parte de la Caravana por la Vida que viajó hasta Basavilbaso. En Nogoyá, Felipe contaba: “Mucha gente dejó de venir porque en la planta urbana seremos unos 27 mil habitantes, y todos tienen algo que ver con el dueño del campo, o es mi cliente o es mi paciente. De hecho, la mamá de mi señora tiene varias hectáreas en Nogoya y es productora agropecuaria y hoy no somos mas de 10 en la reunión, cuando en realidad eramos 60 personas”. En esta localidad entrerriana también están trabajando para modificar la ordenanza local que es totalmente permisiva.
En Chabás, por ejemplo, los datos del Campamento Sanitario de la UNR revelaron que, en esta localidad, hubo una clara prevalencia de las enfermedades respiratorias como principal problema de salud; que la segunda enfermedad crónica que se reitera con mayor frecuencia es el hipotiroidismo y que en los últimos 15 años, los tumores representan la principal causa de muerte, con 167 casos. Se encuestaron 1829 viviendas y 5594 habitantes, lo que representa el 78,2 % de la población total tomando como referencia el último censo poblacional del año 2010. Chabás se encuentra a tan solo 80 kilómetros de Rosario y su estructura productiva es marcadamente agroindustrial.
El ojo clínico
A fines del 2016, estudiantes de la Cátedra de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, coordinada por el doctor Damián Verseñazzi, se acercaron a Pueblo Esther para llevar adelante un relevamiento en quintas, por el lapso de 3 meses, como parte de la práctica final de la materia. Lo que observaron, y expusieron en una presentación pública en la localidad, es un total incumplimiento de las normas de prevención y cuidado que los aplicadores deberían tener cada vez que realizan una fumigación. Las conclusiones del trabajo realizado por los estudiantes de Medicina fue clave para poder instalar la problemática en la comunidad.
Se estima que en Pueblo Esther hay alrededor de 16 quintas y campos donde hay gran cantidad de producción hortícola, además de soja y maíz. El casco urbano está enclavado alrededor de estas hectáreas rociadas con diversos herbicidas. Y lo que es peor, las escuelas no escapan a esta cotidianeidad.
“Lo que estuvo pasando en la escuela primaria, por ejemplo hasta el año pasado, es que hay un depósito de muebles de plástico al lado y la misma fábrica fumigaba el borde de su tejido para que no crezcan los yuyos, pegado a la escuela. Está el tejido y está el patio donde los chicos juegan”, describen con preocupación.
El trabajo de este conjunto de vecinos es proponer, además de denunciar. Por eso es que ya redactaron un proyecto de ordenanza local que proteja, limite y controle, fundamentalmente, la manipulación y aplicación de los agrotóxicos. El próximo miércoles 22 de febrero se reunirán nuevamente, con el acompañamiento de la abogada ambientalista María Victoria Dunda, Eduardo Rossi, impulsor de la campaña Paren de Fumigarnos, y José Ignacio Mujica, ex intendente de Zavalla, con el objetivo de sumar aportes y miradas al proyecto que elaboraron. Pero saben que con eso no alcanza: insisten que el problema es el modelo; y que el cambio necesariamente debe estar en la matriz productiva.
-Hay producciones agroecológicas cuyo rinde es el mismo, pero ellos están convencidos que eso es mentira, – sintetizan.
En Pueblo Esther, la autogestión en defensa de la vida crece desde el pie. Como en tantas otras comunidades, desde abajo, están luchando para que el cambio, a pesar de todas las adversidades, sea posible.
Contacto: Facebook Pueblo Esther Por la Vida

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Nueva certificación “Sin Glifosato”. https://gastronomiaycia.republica.com

Nueva certificación “Sin Glifosato”

https://gastronomiaycia.republica.com/2017/02/15/nueva-certificacion-sin-glifosato/
Hace un mes la compañía BioChecked incluyó en su programa de certificaciones la nueva certificación “Sin Glifosato”, su cometido es el de garantizar que los productos que la incluyen no contienen trazas de este herbicida, con una tolerancia cero para su presencia. El nuevo sello se crea con el fin de satisfacer a empresas y consumidores que quieren productos alimentarios con la seguridad de que están libres de glifosato.
Libre de Glifosato

Desde que el IARC (Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS) consideró al glifosato como un probable agente carcinógeno para los seres humanos, diversas organizaciones ecologistas, consumidores, investigadores, etc., han solicitado que se prohíba su uso en suelo comunitario, al menos que se aplicase el principio de precaución hasta conocer los resultados de las investigaciones que lleva a cabo la ECHA (Agencia Europea de Sustancias Químicas).

Como explicábamos aquí, al no haberse alcanzado un consenso entre los Estados miembros sobre la ampliación del permiso de uso del glifosato, la CE decidió aprobarlo de forma unilateral durante un periodo de 18 meses, plazo en el que la ECHA dará a conocer los resultados sobre las investigaciones que está llevando a cabo para determinar la seguridad del herbicida. El caso es que son muchas las personas que no quieren trazas del herbicida en sus alimentos, algo que ha propició la creación de la nueva certificación “Sin Glifosato”.

El director ejecutivo de BioChecked, una compañía que se dedica a la certificación de productos para empresas, organizaciones, productores y personas que se han hecho o quieren ser líderes en acciones respetuosas con el medio ambiente y la salud, explica que tras tantear a empresas, laboratorios, consumidores, etc., se consideró que era el momento adecuado de lanzar un sello de garantía de ausencia de glifosato, por ello, desde el mes pasado ya facilitan la nueva certificación.

La certificación es estricta, las empresas que la deseen deberán estar en contacto con uno de los laboratorios asociados a BioChecked a fin de poder realizar las pruebas oportunas. También será necesario que proporcionen una lista de todos sus proveedores y la fuente de donde proceden los ingredientes, bastará con que un solo ingrediente no se pueda verificar, o que un proveedor no aporte la documentación requerida, para que no se conceda la nueva certificación. Lo cierto es que esta va a ser una tarea complicada y posiblemente varias empresas que soliciten el nuevo sello no lo puedan recibir, recordemos que las trazas del herbicida están presente en muchos alimentos, incluso en la leche materna, de ello hablábamos aquí.
La seguridad del glifosato ha provocado un cierto desacuerdo entre la industria alimentaria y entre algunos organismos, mientras que el IARC lo considera un probable agente carcinógeno, la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) o elJMPR (Joint Meeting on Pesticide Residues), organismo dependiente de la OMS y la FAO, consideran todo lo contrario, que es poco probable que sea cancerígeno y que no es necesario establecer un límite de referencia dada su baja toxicidad. Lo mismo ocurre con las empresas, algunas consideran que es necesario evitar el herbicida para satisfacer la demanda de los consumidores, y otras consideran que los temores son infundados y que el dictamen de agencias como la EFSA son los que valen.
Certificación para el glifosato
En lo que respecta al tema medioambiental, también se ha concluido en algunos estudios que el glifosato es peligroso para las abejas, poniendo en peligro la capacidad cognitiva de estos insectos, otros estudios, como los realizados por el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) consideran que es relativamente seguro ya que mata a menos del 1% de las abejas por su uso en los cultivos.
En definitiva, son varios los motivos considerados para crear la nueva certificación libre de glifosato, de momento y según leemos aquí, tres empresas están en pleno proceso para obtener la certificación, una empresa que se dedica a la comercialización de la miel y otras dos que se dedican a la elaboración de bebidas no alcohólicas. Probablemente crezca el número de empresas que quieran contar con este sello de garantía, también es probable que otras compañías certificadoras quieran proporcionar el mismo servicio para no dejar que un competidor se adelante y para estar en un nicho de mercado que les puede reportar buenos beneficios.
A través de la página web de BioChecked podemos conocer más detalles sobre la nueva certificación, las normas que se deben cumplir para obtenerla, su duración, las acreditaciones del laboratorio que realiza las pruebas y que han sido expedidas por la Organización Internacional para la Estandarización (ISO), etc.

Glifosato no, gracias. BEATRIZ JIMÉNEZ , www.estrelladigital.es/

CANCERÍGENO

Glifosato no, gracias

Comisiones Obreras se suma a la iniciativa Ciudadana Europea para pedir la prohibición del glifosato, un pesticida tóxico que afecta tanto a trabajadores como a la población general. En estudios realizados en Europa casi la mitad de la ciudadanía examinada presentaba este veneno tóxico en la orina

Trabajadores del sector de la Agricultura esparcen pesticida por un campo de cultivo.
Trabajadores del sector de la Agricultura esparcen pesticida por un campo de cultivo.
La población se ve expuesta día tras día a el glifosato, un pesticida tóxico que se utiliza para matar las llamadas “hierbas malas”. Esta sustancia, que es el principal componente del herbicida más vendido del mundo, es utilizado a diario en los campos de cultivo de alimentos, parques, calles, vías férreas y carreteras de las ciudades. Miles de trabajadores y trabajadoras pero también la población general se ven expuestos a este producto que ha sido clasificado por la Organización Mundial de la Salud como “probablemente cancerígeno para el ser humano”.
En 2015 la Agencia Internacional de Investigación incluyó el glifosato en su listado de agentes cancerígenos, una sustancia que pone en riesgo la salud de toda la población ya que, según estudios realizados en Europa, casi la mitad de la ciudadanía examinada presentaba este veneno tóxico en la orina. Desde ese año Comisiones Obreras (CCOO) junto a numerosas organizaciones han lanzado una campaña para sustituir el producto tóxico por otros procesos en las empresas como el desbroce por medios mecánicos, mucho menos peligrosos para la salud pública y laboral y más generadores de empleo.
Organizaciones ecologistas, científicas y de salud a las que el sindicato se ha unido para pedir al Gobierno un posicionamiento claro contra el glifosato y retirarlo del mercado. Ahora ven más viable esa oportunidad ya que hace unos días lanzaron su propia ofensiva, una iniciativa Ciudadana Europea para pedir la phohibición del pesticida. “Ahora que hay abierto un proceso de revisión de la autorización del uso del glifosato en la UE y que los países van a reunirse para debatir si lo prohíben o no, tenemos la oportunidad de retirarlo del mercado” informan desde CCOO.
Respecto a la iniciativa, el sindicato explica que “se trata del instrumento más poderoso que tenemos como europeos para dirigirnos a la Comisión Europea” y si reúnen un millón de firmas, la Comisión estará “obligada legalmente” a escuchar sus demandas. Por el contrario si no logran alcanzar esa cifra en firmas, la petición “caerá en saco roto”. Desde el sindicato invitan a todos los ciudadanos a colaborar con su firma en la página web Stop Glyphosate . Recuerdan que con cada una de las firmas “visibilizaremos la oposición pública contra el glifosato y mantendremos la presión para que los Estados Miembros de la UE voten en contra de la renovación de la licencia de este año”.

"Barbecho, un espacio para el cuerpo y la cultura". IRENE WAIS DE BADGEN (Bióloga egresada de la Universidad de Buenos Aires.

 "Barbecho, un espacio para el cuerpo y la cultura"

                                       presenta el nuevo curso de

 

                                  Ecología y Cuidado Ambiental     

 

                a/c de IRENE WAIS DE BADGEN (Bióloga egresada de la Universidad de Buenos Aires, posgraduada en Ecología en la
           Oregon State University, EE.UU. y especializada en Impactos Ambientales en la Universidad Nacional Autónoma de México).

Habrá una charla previa informativa gratuita y optativa para quienes quieran asistir, este jueves 23 de febrero a las 19 horas donde se dictará el curso (Remedios de Escalada de S. Martín 832, Ciudad de Buenos Aires). Es a 1 cuadra de Av. Juan B. Justo al 3.500 y a 1 y 1/2  de Av. San Martín al 2.000 (ambas avenidas tienen Metrobus de varias líneas de colectivos).

         La charla previa no es obligatoria. Si alguien está de vacaciones en esa fecha
                                  puede inscribirse directamente en el curso.
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Quienes quieran podrán inscribirse en el curso interactivo elaborado con material audiovisual (ver adjunto)                                   

       Se desarrollará todos los jueves desde el 16 de marzo
              hasta el 4 de mayo de 2017 de 18:30 a 21:30

       --------------- SE OTORGARÁ CERTIFICADO ---------------
            
         Arancel total: $ 1400 en un pago ó 2 cuotas de  $ 800
 
                  Más información y prescripción al e-mail irenewais@gmail.com 


CHANGE.ORG: Que Vialidad de Entre Ríos comience las obras para los chicos de la Escuela Agustín de la Tijera

Hola Patricia,
Bárbara es profe de una escuela en Entre Ríos, creó esta petición porque está cansada de que sus alumnos pierdan 2 meses de clases todos los años porque la "ruta para llegar a su colegio es de tierra" y se inunda con las primeras lluvias. La escuela queda aislada.
"Vinieron muchos políticos, funcionarios y nos prometieron el asfalto o el ripio, nunca nos dieron nada. Los chicos pierden días valiosos de clases, corren peligro para llegar con el agua o ni llegan, da mucha bronca. No estamos pidiendo mucho, son pocos kilómetros" dice Bárbara.
Hacé click en este LINK para Firmar: Que Vialidad de Entre Ríos comience las obras para los chicos de la Escuela Agustín de la Tijera

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