Alma de Nogal : Los Chalchaleros

jueves, 2 de agosto de 2018

Después de 16 meses, Lourdes Sosa y su familia volvieron a Gualeguaychú. https://www.eldiaonline.com/d

Después de 16 meses, Lourdes Sosa y su familia volvieron a Gualeguaychú

FOTOS: JOACO GARCÍA
El viernes le dieron el alta en el Hospital Garrahan, a donde había llegado en abril del 2016 luego que le hayan diagnosticado cáncer de riñón. La pequeña cumplió los 4 y los 5 años en la institución médica; ahora regresó a la ciudad.
El fallecimiento de Antonella González –la niña de 9 años que luchó contra la leucemia durante 15 largos meses, en noviembre del año pasado– consolidó al cáncer entre las primeras preocupaciones de la ciudadanía de Gualeguaychú. El caso fue emblemático y despertó la reacción de buena parte de la población, que se movilizó en dos oportunidades pidiendo acciones por parte del Estado, y del propio gobierno municipal, que encargó un estudio sobre el tema –el primero realizado por las autoridades gubernamentales– y propició otras acciones tendientes a combatir esta crítica realidad, como la prohibición del Glifosato en el ejido de la ciudad.
Pero el caso no fue el único, ni mucho menos. Los niños que padecen cáncer en estas latitudes no son pocos. Familias enteras dejan la ciudad para seguir un tratamiento en Paraná o en Buenos Aires, por nombrar solamente los destinos más recurridos. Por lo que las actividades solidarias para recaudar fondos y tender una mano a quienes realmente lo necesitan se multiplican por decenas.
El caso de Lourdes Sosa Fraccarolli ha sido seguido bien de cerca por ElDía y por buena parte de la ciudad. La pequeña llegó al Hospital Garrahan con apenas 4 años, días después que le hayan diagnosticado cáncer en uno de sus riñones, que luego de algunos meses de tratamiento debió ser extirpado.
Lamentablemente, la enfermedad hizo metástasis en sus pulmones, por lo que Lourdes debió continuar el tratamiento. Desde el primer momento, toda su familia se mudó a un departamento en la ciudad de Buenos Aires, debiendo readaptar gastos, compromisos laborales, y dejando atrás al resto de sus seres queridos.
El viernes, después de 16 meses, durante los que debió soportar cerca de 30 sesiones de quimioterapia e innumerables estudios, Lule –como le dice su familia– tuvo su merecida recompensa. “Fuimos al control y como ya no tiene las manchitas en sus pulmones, el médico le dio el alta”, contó a ElDía, Marcelo Sosa, su papá.
“Lógicamente, debemos tener muchos cuidados, porque la médula todavía está un poco sensible. Pero pudimos regresar a nuestro Gualeguaychú, donde están los abuelos de los nenes y el resto dela familia”, celebró el papá de la pequeña que cumplió los 4 y los 5 años en el Garrahan.
Ahora, la nueva etapa del tratamiento demanda controles semanales, por lo que los viajes al hospital de niños se sucederán cada seis o siete días. Posteriormente, si el tratamiento avanza como lo esperado, los mismos serán cada quince días, para luego ser mensuales. Este proceso demandará, aproximadamente, seis meses.
“Si bien el cáncer no tiene cura, hoy ella está bien, el tratamiento hizo efecto. Además, el volver a la ciudad nos llenó de energía. Afortunadamente, desde mi trabajo y desde la obra social se portaron de diez, no nos hicieron faltar nada, lo que acompañó para que nuestra estadía fuera de casa no sea tan complicada. Ahora, de nuevo en Gualeguaychú,  Lule empieza una nueva etapa de su vida”, expresó, notablemente feliz, su papá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario