Alma de Nogal : Los Chalchaleros

lunes, 2 de marzo de 2020

Salva la Selva: Chile: agua o aguacates MAT).

Salva la Selva

Chile: agua o aguacates MAT)

Piscinas de las empresas agrícolas en medio de la sequía por la producción del aguacate en Chile
En la Unión Europea aumenta cada año el consumo de aguacates, más de 700.000 toneladas en 2019. La sobreexplotación de la tierra por parte de esta agroindustria ha dejado totalmente secos al ecosistema y a las comunidades en Petorca, región de Valparaíso. Firma la petición para apoyar la lucha por el agua en Chile.
Petición
Para: Presidente de la República de Chile Sebastián Piñera ; Ministerio de Medio Ambiente, Ministra María Carolina Schmidt Zaldívar; Gobernación Provincial de la provincia de Petorca; Dirección General de Aguas DGA
Urge la derogación del Código de Aguas (1981), restricción al cultivo de aguacates y acceso al agua potable y de riego para las comunidades de Petorca, Chile.
La provincia de Petorca, ubicada en la región de Valparaíso, al norte de Santiago de Chile, concentra 8.000 hectáreas de frutales para la exportación. En su mayoría aguacates o paltas, como se conoce en Chile a esta fruta tan de moda en todo el mundo.
Sobreconsumo y falta de lluvias
En la región apenas llueve, pero antes las vertientes tenían agua y vida. Si no hubiera agua en absoluto la agroindustria no estaría en Petorca. Cada árbol de aguacate en producción, necesita tres riegos o 600 litros de agua a la semana que se extraen del subsuelo mediante pozos profundos. El robo y la mala administración del agua condenan a la zona a la megasequía desde hace 10 años.
Las napas subterráneas se secan y los humedales están completamente secos. Los ríos Petorca y La Ligua, cuencas hidrográficas de la región, están en restricción desde 1997 y 2004 respectivamente. Según la Dirección General de Agua DGA, sus aguas han bajado en un 80%.
La injusticia salta a la vista. Mientras las comunidades están secas y yermas, los monocultivos se ven verdes y las piscinas de las empresas agrícolas siempre llenas. El gobierno entrega por persona 50 litros de agua al día, en camiones aljibe. Son insuficientes para una vida digna, cubrir las necesidades básicas y practicar la agricultura familiar.
En este contexto, organizaciones nacionales como el Movimiento por el Agua y los Territorios MAT y locales como la Escuela de Agroecología Germinar comuna de Petorca trabajan para recuperar el agua para las comunidades y la naturaleza. Sus alternativas a la política agroexportadora de Chile incluyen la promoción de más de cincuenta ‘Cabildos por el Agua’ en comunidades rurales, donde se analiza la crisis hídrica y se promueven soluciones como la soberanía alimentaria y la agroecología.
Más información

Consumo mundial de aguacates

El consumo global es de 3,2 millones de toneladas, de las cuales 210.000 se producirían en Chile.
Chile exporta principalmente a Europa y cada vez más a China.La organización mundial del Aguacate (WAO) prevé ventas de 750.000 toneladas de aguacate en la Unión Europea en 2020, de las cuales solo en España se consumirían más de 70.000 toneladas, en torno a 1 kg por persona. En Francia llegan casi a 2 kg/persona.
Es Estados Unidos el mayor consumidor de aguacates, con 1,09 millones de toneladas al año.
Todas estas cifras están en aumento por una moda cada vez más exendida que considera al aguacate como un “superalimento”. Denuncias similares con respecto al aguacate existen también en México, otro país productor.

El conflicto chileno, el agua y la política agroexportadora

Las protestas ciudadanas que estallaron el 18 de octubre de 2019 en Chile dieron la vuelta al mundo a través de medios informativos. Lo que comenzó como un rechazo del pueblo chileno de la subida del precio del ticket del metro se trataba en realidad de un levantamiento contra los sucesivos abusos e injusticias sociales sufridas durante los últimos 30 años. Las reivindicaciones abarcan también el medio rural y el campesinado, que denuncia el asalto de los bienes comunes naturales y culturales por parte de las clases privilegiadas chilenas y las multinacionales, ambas al abrigo del gobierno de turno de manera sistemática.
El país presentado ante Latinoamérica y el mundo como modelo de una economía exitosa y ejemplar esconde en realidad unos elevados niveles de injusticia, desigualdad y descontento que hicieron estallar la revuelta social sin vuelta atrás.
La política agroexportadora se instaló en la región desde los años 90, protagonizada por unas pocas familias vinculadas a partidos políticos de diferente signo, quienes aculmulan riquezas materiales y poder político gracias a la perpetuación de leyes como el Código de Aguas de 1981.El mismo separa la propiedad del agua y la tierra, fomentando la acumulación de derechos de agua, muchos de los cuales se entregan de forma gratuita y a perpetuidad a las mismas personas que mantienen el injusto sistema.
Existe un gran número de pozos y poco control. En 2019 se abrieron al menos 21 expedientes por presuntas infracciones de robo de agua. La mayoría se atribuye a grandes y medianas empresas productoras de paltas de la zona de Petorca. Pero gracias a la burocracia institucional y al sistema legal actual, robar agua en Chile es una simple falta administrativa que se castiga con tan sólo una pequeña multa en comparación con las utilidades percibidas por el negocio.
El caso de Petorca no es nuevo y las múltiples denuncias no han hecho efectiva hasta hoy día ninguna solución. La extracción de agua mediante pozos profundos disminuye los niveles de agua de los pozos más pequeños del campesinado, quienes ven morir secos sus cultivos y a sus animales debido a la falta de solvencia económica para profundizarlos.
María Iné Espinoza, del Comité de Agua Potable Rural Quebrada de Castro, en Petorca, explica que las comunidades locales están sin agua hace ya diez años. “Tan sólo da para sobrevivir. Ni siquiera pueden utilizar los baños por esta falta de agua”, explica. Y concluye “Si el camión aljibe no viene, no hay agua”.
En contraste, una resolución de Naciones Unidas de 2010, ratificada desde Santiago, reconoce el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano.
La Escuela de Agroecología Germinar Comuna de Petorca advierte que el problema que ahora se percibe como regional es en realidad de alcance nacional, pues tarde o temprano áreas mucho más amplias y muchas más comunidades de todo el país se verán afectadas del mismo modo si no se toman medidas políticas contundentes que cabien el sistema legal actual, amparado en la Constitución del año 1980.

Más información:

Carta
Para: Presidente de la República de Chile Sebastián Piñera ; Ministerio de Medio Ambiente, Ministra María Carolina Schmidt Zaldívar; Gobernación Provincial de la provincia de Petorca; Dirección General de Aguas DGA
Estimado Sr. Presidente Piñera,
Estimada Ministra de Medio Ambiente Schmidt Zaldívar,
Estimada Gobernadora de Petorca María Paz Santelices:



Comunidades como Calle Larga, Chalaco, Chincolco, Pedegüa, Hierro Viejo, El Francés, Pedernal, Las Palmas, Quebrada de Castro entre otras, todas pertenecientes a la comuna de Petorca no cuentan con un acceso digno al agua para consumo humano y de riego para los cultivos. En lugar de eso, es la agroindustria de la palta o aguacate para la exportación la que acapara el agua que se niega a la población. Es la misma política extractivista que también reflejan otras industrias como la minera, forestal, pesquera, energética, entre otros sectores que desplazan a las comunidades y arrasan con la naturaleza.
Es urgente que reconozcan la importancia de los ciclos del agua en la naturaleza y para los ecosistemas, y otras formas de gestionar el agua. Para ello, deben en primer lugar derogar el Código de Aguas, dictado en plena dictadura militar en el año 1981, como una de las medidas fundamentales para desprivatizar el agua en Chile, pues otorga derechos excesivos sobre el agua a las empresas y genera un mercado en torno a este bien común fundamental. En este sentido, creemos que es esencial considerar a la naturaleza como sujeto político que tiene derechos que tienen que ser respetados.
Es función esencial de la Administración pública considerar el agua como un bien nacional de uso público. Por ello, es necesario instalar una gestión comunitaria del agua, donde sean los territorios los soberanos de dicho bien común. El agua debe garantizarse en Chile como un derecho humano y como un derecho de la Naturaleza bajo una nueva Constitución y una nueva legislación que protejan a las personas, a sus comunidades, a la tierra y su biodiversidad. Así lo defiende el Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT) y la Escuela de Agroecología Germinar comuna de Petorca.
Para que estos objetivos se materialicen en el territorio, debe ponerse un fin inmediato al extractivismo que se manifiesta en la agroindustria de paltos y cítricos en la comuna de Petorca.
Atentamente,

En la Unión Europea aumenta cada año el consumo de aguacates, más de 700.000 toneladas en 2019. La sobreexplotación de la tierra por parte de esta agroindustria ha dejado totalmente secos al ecosistema y a las comunidades en Petorca, región de Valparaíso. Firma la petición para apoyar la lucha por el agua en Chile.
Petición
Para: Presidente de la República de Chile Sebastián Piñera ; Ministerio de Medio Ambiente, Ministra María Carolina Schmidt Zaldívar; Gobernación Provincial de la provincia de Petorca; Dirección General de Aguas DGA
Urge la derogación del Código de Aguas (1981), restricción al cultivo de aguacates y acceso al agua potable y de riego para las comunidades de Petorca, Chile.
La provincia de Petorca, ubicada en la región de Valparaíso, al norte de Santiago de Chile, concentra 8.000 hectáreas de frutales para la exportación. En su mayoría aguacates o paltas, como se conoce en Chile a esta fruta tan de moda en todo el mundo.
Sobreconsumo y falta de lluvias
En la región apenas llueve, pero antes las vertientes tenían agua y vida. Si no hubiera agua en absoluto la agroindustria no estaría en Petorca. Cada árbol de aguacate en producción, necesita tres riegos o 600 litros de agua a la semana que se extraen del subsuelo mediante pozos profundos. El robo y la mala administración del agua condenan a la zona a la megasequía desde hace 10 años.
Las napas subterráneas se secan y los humedales están completamente secos. Los ríos Petorca y La Ligua, cuencas hidrográficas de la región, están en restricción desde 1997 y 2004 respectivamente. Según la Dirección General de Agua DGA, sus aguas han bajado en un 80%.
La injusticia salta a la vista. Mientras las comunidades están secas y yermas, los monocultivos se ven verdes y las piscinas de las empresas agrícolas siempre llenas. El gobierno entrega por persona 50 litros de agua al día, en camiones aljibe. Son insuficientes para una vida digna, cubrir las necesidades básicas y practicar la agricultura familiar.
En este contexto, organizaciones nacionales como el Movimiento por el Agua y los Territorios MAT y locales como la Escuela de Agroecología Germinar comuna de Petorca trabajan para recuperar el agua para las comunidades y la naturaleza. Sus alternativas a la política agroexportadora de Chile incluyen la promoción de más de cincuenta ‘Cabildos por el Agua’ en comunidades rurales, donde se analiza la crisis hídrica y se promueven soluciones como la soberanía alimentaria y la agroecología.
Más información

Consumo mundial de aguacates

El consumo global es de 3,2 millones de toneladas, de las cuales 210.000 se producirían en Chile.
Chile exporta principalmente a Europa y cada vez más a China.La organización mundial del Aguacate (WAO) prevé ventas de 750.000 toneladas de aguacate en la Unión Europea en 2020, de las cuales solo en España se consumirían más de 70.000 toneladas, en torno a 1 kg por persona. En Francia llegan casi a 2 kg/persona.
Es Estados Unidos el mayor consumidor de aguacates, con 1,09 millones de toneladas al año.
Todas estas cifras están en aumento por una moda cada vez más exendida que considera al aguacate como un “superalimento”. Denuncias similares con respecto al aguacate existen también en México, otro país productor.

El conflicto chileno, el agua y la política agroexportadora

Las protestas ciudadanas que estallaron el 18 de octubre de 2019 en Chile dieron la vuelta al mundo a través de medios informativos. Lo que comenzó como un rechazo del pueblo chileno de la subida del precio del ticket del metro se trataba en realidad de un levantamiento contra los sucesivos abusos e injusticias sociales sufridas durante los últimos 30 años. Las reivindicaciones abarcan también el medio rural y el campesinado, que denuncia el asalto de los bienes comunes naturales y culturales por parte de las clases privilegiadas chilenas y las multinacionales, ambas al abrigo del gobierno de turno de manera sistemática.
El país presentado ante Latinoamérica y el mundo como modelo de una economía exitosa y ejemplar esconde en realidad unos elevados niveles de injusticia, desigualdad y descontento que hicieron estallar la revuelta social sin vuelta atrás.
La política agroexportadora se instaló en la región desde los años 90, protagonizada por unas pocas familias vinculadas a partidos políticos de diferente signo, quienes aculmulan riquezas materiales y poder político gracias a la perpetuación de leyes como el Código de Aguas de 1981.El mismo separa la propiedad del agua y la tierra, fomentando la acumulación de derechos de agua, muchos de los cuales se entregan de forma gratuita y a perpetuidad a las mismas personas que mantienen el injusto sistema.
Existe un gran número de pozos y poco control. En 2019 se abrieron al menos 21 expedientes por presuntas infracciones de robo de agua. La mayoría se atribuye a grandes y medianas empresas productoras de paltas de la zona de Petorca. Pero gracias a la burocracia institucional y al sistema legal actual, robar agua en Chile es una simple falta administrativa que se castiga con tan sólo una pequeña multa en comparación con las utilidades percibidas por el negocio.
El caso de Petorca no es nuevo y las múltiples denuncias no han hecho efectiva hasta hoy día ninguna solución. La extracción de agua mediante pozos profundos disminuye los niveles de agua de los pozos más pequeños del campesinado, quienes ven morir secos sus cultivos y a sus animales debido a la falta de solvencia económica para profundizarlos.
María Iné Espinoza, del Comité de Agua Potable Rural Quebrada de Castro, en Petorca, explica que las comunidades locales están sin agua hace ya diez años. “Tan sólo da para sobrevivir. Ni siquiera pueden utilizar los baños por esta falta de agua”, explica. Y concluye “Si el camión aljibe no viene, no hay agua”.
En contraste, una resolución de Naciones Unidas de 2010, ratificada desde Santiago, reconoce el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano.
La Escuela de Agroecología Germinar Comuna de Petorca advierte que el problema que ahora se percibe como regional es en realidad de alcance nacional, pues tarde o temprano áreas mucho más amplias y muchas más comunidades de todo el país se verán afectadas del mismo modo si no se toman medidas políticas contundentes que cabien el sistema legal actual, amparado en la Constitución del año 1980.

Más información:

Carta
Para: Presidente de la República de Chile Sebastián Piñera ; Ministerio de Medio Ambiente, Ministra María Carolina Schmidt Zaldívar; Gobernación Provincial de la provincia de Petorca; Dirección General de Aguas DGA
Estimado Sr. Presidente Piñera,
Estimada Ministra de Medio Ambiente Schmidt Zaldívar,
Estimada Gobernadora de Petorca María Paz Santelices:



Comunidades como Calle Larga, Chalaco, Chincolco, Pedegüa, Hierro Viejo, El Francés, Pedernal, Las Palmas, Quebrada de Castro entre otras, todas pertenecientes a la comuna de Petorca no cuentan con un acceso digno al agua para consumo humano y de riego para los cultivos. En lugar de eso, es la agroindustria de la palta o aguacate para la exportación la que acapara el agua que se niega a la población. Es la misma política extractivista que también reflejan otras industrias como la minera, forestal, pesquera, energética, entre otros sectores que desplazan a las comunidades y arrasan con la naturaleza.
Es urgente que reconozcan la importancia de los ciclos del agua en la naturaleza y para los ecosistemas, y otras formas de gestionar el agua. Para ello, deben en primer lugar derogar el Código de Aguas, dictado en plena dictadura militar en el año 1981, como una de las medidas fundamentales para desprivatizar el agua en Chile, pues otorga derechos excesivos sobre el agua a las empresas y genera un mercado en torno a este bien común fundamental. En este sentido, creemos que es esencial considerar a la naturaleza como sujeto político que tiene derechos que tienen que ser respetados.
Es función esencial de la Administración pública considerar el agua como un bien nacional de uso público. Por ello, es necesario instalar una gestión comunitaria del agua, donde sean los territorios los soberanos de dicho bien común. El agua debe garantizarse en Chile como un derecho humano y como un derecho de la Naturaleza bajo una nueva Constitución y una nueva legislación que protejan a las personas, a sus comunidades, a la tierra y su biodiversidad. Así lo defiende el Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT) y la Escuela de Agroecología Germinar comuna de Petorca.
Para que estos objetivos se materialicen en el territorio, debe ponerse un fin inmediato al extractivismo que se manifiesta en la agroindustria de paltos y cítricos en la comuna de Petorca.
Atentamente,
Salva la Selva

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