El uso del glifosato afectó la apicultura en América Latina
Kreisly BednarczykDic 30, 2017
Uruguay.- El uso del controversial herbicida glifosato en las grandes extensiones de monocultivo de soja que revisten las llanuras de las Pampas está afectando a otras actividades agrícolas.
Los restos de esa sustancia reducen la calidad de la miel y están afectando de manera negativa en la apicultura de América Latina.
La producción de soja en los Llanos del Cono Sur tuvo un desarrollo exponencial en la última década.
La manipulación de semillas transgénicas y la utilización de los herbicidas han sido objeto de fuertes controversias, debido a los efectos nocivos en la salud de la ciudadanía, así como en la prosperidad de la fauna y flora local.
Una las sustancias que más está afectando la producción de la miel, es elglifosato, comercializado por la transnacional estadounidense Monsanto, recientemente adquirida por la alemana Bayer.
La apicultura en general está afectada seriamente por los efectos colaterales delglifosato, sustancia que ya se encuentra prohibida en varios países europeos por no considerarse inocua.
Las abejas toman el néctar de flores, que ya están expuestas al herbicida en los campos.
De la misma manera, están en contacto con las fuentes de agua en las que finaliza la sustancia química. Por esta razón, sus mieles presentan trazas, y este ciclo disminuye el precio que cancelan los mercados importadores, reseñó al diario Sputnik Rubén Riera, el presidente de la Sociedad de Apicultores de Uruguay.
La miel absorbe en grandes cantidades el glifosato
En agosto del año pasado, la Unión Europea descubrió que la miel proveniente de Uruguay poseía niveles de glifosato superiores al a la media permitida de 50 partes por billón, es decir, 0,05 miligramos de la sustancia por cada kilogramo de miel.
Los fabricantes tuvieron que negociar los contenedores enviados a un precio muy bajo, y se cancelaron las compras desde ese mercado.
La miel que ya estaba originada se exportó a los Estados Unidos también a un costo inferior.
“El costo de retorno de esos contenedores no justificaba traerlos. Era preferible venderlos a un precio más bajo en la propia Europa. Eso pegó duro en el sector, porque veníamos arrastrando un precio muy bajo de la miel y con este golpe bajo más aún”, declaró Riera a Sputnik.
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