Con motivo de apoyar y acompañar el valiente y desinteresado trabajo realizado por la ONG nicoleña Protección Ambiental del Río Paraná queremos expresar a través de este importante medio periodístico nuestro rechazo al veto efectuado por el Ejecutivo Municipal a la Ordenanza de regulación del uso de agroquímicos que fuera aprobada el pasado jueves 22 de agosto por el Honorable Consejo Deliberante de San Nicolás. Dicha Ordenanza que fuera promovida por la mencionada ONG observa un límite mínimo de seguridad y resguardo para la población de 1200 metros desde la línea urbana donde se prohíben las fumigaciones, configurando sin duda una de las regulaciones más progresistas del país en esta materia, anteponiendo a los intereses económicos del momento, la defensa del derecho a la salud y a la vida de la población. Porque es importante recordar que esta norma estaba destinada a proteger precisamente a los más expuestos de la sociedad; las personas que viven en los márgenes de las zonas urbanas que por cuestiones socioeconómicas suelen quedar desamparados y olvidados frente a los poderosos móviles de quienes sólo piensan en sus negocios. Consideramos que sobran motivos para invocar estas normas, casos como el del barrio Ituzaingó en Córdoba o poblaciones como La Leonesa en Chaco denunciados por la Asociación de Médicos de Pueblos Fumigados, con un espeluznante aumento de la incidencia de cáncer y malformaciones fetales, nos muestran claramente como la falta de leyes protectoras generan enfermedad, muerte y una enorme desigualdad para los más pobres. No queremos ese futuro para nuestros pueblos. No queremos que el sufrimiento silencioso de niños y adultos sea el costo de las ganancias millonarias de los que cultivan con agrotóxicos. Ese modelo de “agronegocios” no es sustentable y es importante decirlo, porque desde nuestro muy modesto espacio entendemos que primero debe estar la salud, y que ningún negocio justifica el envenenamiento sistemático de la población. ASÍ NO HAY SUSTENTABILIDAD POSIBLE, NO A ESE PRECIO.
Así también queremos aprovechar este medio para hacer algunas preguntas a los señores Ingenieros Agrónomos que hicieron un esfuerzo por impugnar y presionar extorsivamente al ejecutivo municipal, así preguntamos, señores Ingenieros, ¿Cuántas personas creen que deben enfermarse, cuántas morir, cuántos niños enfermos deben nacer en los pueblos fumigados para que Uds. acepten admitir que hay un problema con el “modelo sojero”?
¿Uds. que dicen ser expertos en este tema desconocen los numerosos datos científicos disponibles, desconocen los estudios del Dr Andrés Carrasco (médico genetista UBA-CONICET) que dieron la vuelta al mundo que muestran claramente que el glifosato a dosis ínfimas daña los embriones de rana tratados con el tóxico y produce deformidades en animales que resultan similares a las descriptas en los pueblos fumigados de Argentina? ¿Desconocen los extensos, exhaustivos informes de la Asociación de Médicos de Pueblos Fumigados? ¿O Uds. sólo aceptan la información extranjera que producen y publican los científicos a sueldo de la multinacional Monsanto? ¿Uds. no son capaces de producir sin venenos? ¿Uds. creen seriamente que 10.000 ha serán “abandonadas” si no se pueden aplicar en ellas los venenos? ¿Uds. ignoran que la flora y fauna silvestre está PRÁCTICAMENTE DESAPARECIDA de los campos fumigados? ¿Uds. creen que estas sustancias capaces de convertir el campo en un desierto no contaminan napas y por ende a las personas que consumen el agua? Si desconocen estos asuntos queda claro que su experticia no es tanta; si no desconocen lo antedicho es evidente que aceptan exponer al envenenamiento a sus vecinos deliberadamente, escudándose en el carácter legal de estas sustancias.
Por todo esto, acompañamos el reclamo de la ONG Protección Ambiental del Río Paraná en este sentido, reiterando nuestro repudio al veto del Ejecutivo, a espaldas de los representantes del pueblo que aprobaran por unanimidad la normativa, y solicitamos al Sr. Intendente del Partido como vecinos y conciudadanos de los afectados una reconsideración del asunto en aras de dar curso a la norma tal y como fuera aprobada oportunamente.
Agrupación Unidos por la Vida y el Medio Ambiente de Ramallo
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