Alma de Nogal : Los Chalchaleros

domingo, 11 de diciembre de 2011

Adrián : Nos aconseja alimentarnos naturalmente, como Dios, manda. Temporada Primavera - Verano.


Asunto: ALIMENTOS DE ESTACION - Primavera-Verano

Temporada Primavera-Verano. Nuevos mTeodelitos

Que tal amigos

Los primeros calorones han asomado sí entre nosotros. Cuerpos que se humedecen, remeras que saltan. Y es que el sol sigue acercándose al trópico rumbo al solsticio de verano, donde el día solar rondará las 14 horas. Semejante luz y calor hace explotar toda la vida en este hemisferio.

En estos días nos venimos dando una panzada de color con las flores del jacarandá. Rara esta especie: estaba descansando hace poco y zas … en flor. Es que pertenece al selecto grupo de aquellos árboles que florecen antes de hojecer. Primero la flor, luego carga la ‘castañuela’ (semilla) y de a poco crecen las pequeñas hojuelas. Todo al revés. Lo mismo hace el almendro.

Y las tipas que con estos calores descargan tremendos gotones sobre nuestros hombros, ya comienzan con sus florcillas. La fiesta lila da lugar a la fiesta amarillo-ocre. Y los tilos, que ya perfuman veredas y plazas. No estaría mal cosechar algunas flores para tranquilizar futuras ansiedades.

Continúa la transición que nos referíamos en el informe anterior: vamos dejando los frutos duros, tubérculos y raíces (zapallos, batatas, etc.) que precisan de cocción, en favor de vegetales y frutos jugosos, más expandidos. Se trata de incorporar menos calor al organismo, sea por concentración o por cocción, y más frutas líquidas, con el sostén alimenticio de cereales y semillas.

En cuanto a legumbres, preferiremos las de mayor tamaño, menos yang, tal el caso de garbanzos, habas, pallares, porotos colorados, y menos lentejas, adukis. Preferiblemente cocidos y fríos en ensaladas, o bien germinados. Adaptamos entonces cuerpo adentro las condiciones que se dan cuerpo afuera.

Tengamos en cuenta que una de las dos razones por las que ingerimos alimentos a diario es la de mantener la temperatura corporal estable en torno a los 36,5-37º, para lo cual nuestro organismo combustiona permanentemente distintas sustancias para tal objetivo. Cuando la temperatura exterior es tan alta - a veces tanto como dentro nuestro - esta necesidad se reduce al mínimo. Por lo tanto, desestimaremos los alimentos que aportan fuentes calóricas en favor de aquellos que precisamente reducen nuestra temperatura corporal, con alto contenido de líquidos.

Aún en etapa de transición, los nuevos frutos van apareciendo de a poco. Se ven algunos tomates, provenientes del norte y Cuyo que conviven con los primeros provenientes de las quintas de zona sur y La Plata, por lo que convendrá esperar. Recuerden el precepto macrobiótico en cuanto a preferir consumir aquellos alimentos que se desarrollan en la misma zona en la que vivimos o al menos en la misma franja climática, de manera que ambos recibamos el mismo sol, bebamos la misma lluvia, respiremos el mismo aire, para sintonizar con el ciclo biológico.

Hace algunos años, no había lugar para la confusión ya que las verdulerías ofrecían a los clientes exclusivamente las frutas y verduras de estación. Pero la introducción de los invernáculos y las cámaras frigoríficas, que crean condiciones artificiales para que los productos se desarrollen fuera de su temporada o 'aguanten' por más tiempo, respectivamente, nos hace dudar en cuanto a si son de temporada o no, ya que se ofrecen casi todos los productos, todo el año.



Seguimos aprovechando las últimas legumbres frescas como habas y chauchas, hervidas y frías en ensaladas. Al mismo tiempo se termina la ‘dictadura’ de las verduras, casi ninguna se salva, solo la albahaca, el cilantro o la menta. Las espinacas por ejemplo, son chicas, de verde claro, típicas de invernáculos, y no necesarias en estas épocas. También las coles se terminan.

En cuanto a frutos dulces, los primeros duraznos y damascos aparecen, caros, desde Mendoza. Lo mismo ciruelas, cerezas. No nos apuremos, tenemos todo el verano por delante. Esperar la cosecha grande. Recuerden la ayuda que brinda el olfato en estos casos: cuando el fruto es de estación la nariz no se equivoca, con el aroma que inunda la verdulería.

Por su parte termina la temporada de manzanas y los precios lo reflejan subiendo. Ultimas frutillas.

Las nueces y almendras se mantendrán como aporte de calidad de ácidos grasos en los casos de pautas vegetarianas o veganas, pero no para los de alimentación convencional ya que implican una excesiva dosis de este componente para esta época del año. (”Lo que abunda, daña”). Y paltas claro, todavía cuelgan muchas.

En fin amigos, todo esto es para que seamos inteligentes a la hora de comer.

Así como en las distintas estaciones adaptamos nuestra vestimenta y nuestros actividades conforme cambian la temperatura y la extensión del día, lo mismo debemos hacer con los alimentos que ingerimos.

Desde ya que esto pretende ser solamente una guía general de alimentación. Cada cual deberá realizar los ajustes que crea necesarios de acuerdo a lo que el cuerpo le indique, a las características morfológicas que le son propias, y a la etapa que esté atravesando, ya que como sabemos, cada uno de nosotros es una individualidad bioquímica particular.

‘La forma en que nos alimentamos demuestra el estado en que nos encontramos y simétricamente, este estado está determinado a partir de nuestra alimentación’.

Amigos abrazos y hasta la próxima

Adrián

Amigo de Semillas al Viento


No hay comentarios:

Publicar un comentario