Premian un trabajo fotográfico sobre efectos de los agrotóxicos
Por Raphael Morán
Facebook/Pablo Ernesto Piovano
La fundación británica Philip Jones Griffiths otorgó este año su premio de fotoperiodismo a Pablo Piovano, fotoperiodista argentino que denuncia el efecto del uso intensivo de los herbicidas en su país.
La fundación británica Philip Jones Griffiths otorgó este año su premio de fotoperiodismo a Pablo Piovano, fotoperiodista argentino que denuncia el efecto del uso intensivo de los herbicidas en su país.
Las fotografías de Pablo Piovano son difíciles de mirar por la realidad que denuncian: el costo humano de los productos agrotóxicos en Argentina. El fotoperiodista argentino recorrió durante varios meses tres regiones agrícolas de su país donde la población padece del uso de las fumigaciones masivas de productos herbicidas como el glifosato, que tienen efectos desastrosos para la salud.
En 1996 Argentina generalizó la siembra de soja transgénica de Monsanto, que implica el uso de herbicidas como el glifosato, considerado como cancerígeno por un informe de la Organización Mundial de la Salud en marzo de 2015. Pieles quemadas, cuerpos deformes, miembros atrofiados, cánceres, retraso mental... Pablo Piovano plasmó esta cruda realidad en un trabajo fotográfico llamado “El costo humano de los agrotóxicos”.
La semana pasada, el fotógrafo argentino recibió el premio anual de fotoperiodismo de la fundación británica Philip Jones Griffiths, nombre del fotógrafo galés fallecido en 2008 y que realizó un importante trabajo sobre la guerra en Vietnam.
En conversación telefónica desde Argentina, Pablo Piovano contó a RFI por qué decidió visibilizar esta tragedia: “A partir del 2001, los médicos de los pueblos donde se fumigaba empezaron a ver que las salas de emergencia se llenaban de niños y adultos con afecciones comunes como broncoespasmo, problemas en la piel… Luego, con los años, la reiteración del contacto con estos agroquímicos derivó en muchos casos oncológicos. Los relevamientos que ha hecho la Universidad de Rosario por ejemplo están entre dos y cuatro veces más altos que la media nacional. Decidí tomar mi cámara en mi auto y salir a recorrer el litoral norte del país, metiéndome en localidades, contactándome con científicos, con ambientalistas que en algunos casos tenían algún listado de víctimas”, explica el fotógrafo.
Sobre la ayuda que reciben las víctimas, Piovano comenta que “el Estado les da algún tipo de remuneración por discapacidad, pero nada ligado directamente a los agroquímicos. Lo que sí vimos es que hace poco se creó el hospital oncológico más grande en la zona del Chaco, un lugar donde creció de manera alarmante el cáncer, y justamente en una zona que es híper fumigada. No hay una respuesta directa frente a la intoxicación por agrotóxicos, frente a los problemas de salud que está trayendo este paquete tecnológico”.
La semana pasada, la fundación Philip Jones Griffiths galardonó a Pablo Piovano por sus fotos sobre el efecto de los agrotóxicos. Esta fundación reconoce cada año a un fotoperiodista en homenaje a Philip Jones Griffiths quien se distinguió por haber denunciado los efectos de la utilización del napalm y el Agente Naranja en la población vietnamita durante la guerra en los años 60.
“Jones Griffiths ha inspirado a toda nuestra generación”, cuenta el galardonado. “Hay una relación entre su trabajo y éste: el Agente Naranja también es un componente del 2,4-D que se utiliza en los cultivos en Argentina. Es un componente que rompe el ADN, que trae malformaciones”.
“Ese premio va a permitir lo que muchos medios no están dejándonos hacer: poder investigar. Entonces aquí lo que está en juego es la soberanía alimenticia de la región”, concluye Pablo Piovano.
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