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lunes, 20 de febrero de 2017

“NO HAY SALIDA SI NO SE PRODUCE DE OTRA FORMA” Por Darío Aranda, Greenpeace.


“NO HAY SALIDA SI NO SE PRODUCE DE OTRA FORMA”


16.02.17
CATEGORÍA: AGROECOLOGÍA 
PUBLICADO POR: EDITOR

Especial de agroecología
Guillermo Reutemann es ingeniero agrónomo e impulsor de yerbales que conviven y crecen junto a árboles, que aportan sombra, nutrientes y mejores condiciones para la producción. Menores costos en insumos y más rentabilidad. Agroecología para mercados locales.
Por Darío Aranda*
Congreso Latinoamericano de Agroecología. Tres días, cientos de expositores, académicos, organizaciones sociales, productores y trabajos científicos. El tiempo escasea para cada presentación. Sólo quince minutos para cada disertante y una propuesta que sobresale: “Implantación de un yerbal con manejo forestal (agroecológico)”, a cargo del ingeniero agrónomo Guillermo Reutemann. Se trata, ni más ni menos, que dejar de lado el monocultivo de yerba, con previos desmonte, y volver al hábitat natural del cultivo, con árboles que protegen de sol y las heladas, cubiertas verdes que ayudan a controlar plantas indeseadas, sin uso de agroquímicos y con dos buenas noticias: menores costos de producción y mayores rendimientos.
  Técnico del Ministerio del Agro y la Producción de Misiones y del programa Cambio Rural (convenio entre el INTA y el Instituto Nacional de Yerba Mate -INYM-), trabaja junto a la Cooperativa Agropecuaria Yapeyú, municipio de Guaraní (departamento de Oberá). Junto con nueve productores, de los cuáles seis están más avanzados, avanza en la producción de yerba junto a árboles.
  -¿Cómo es un yerbal con manejo agroforestal?
  -Es producir yerba mate en su espacio natural, con árboles, cubiertas verdes en el suelo, sin agroquímicos, con menores costos y mayores rendimientos. Es agroecología.
  -Suele explicar que se trata de una transición, pasar del yerbal convencional, donde existe solo un cultivo y a la intemperie, a otro con árboles. ¿Cómo es?
  -Comenzamos con la recuperación de suelos, que tenían un gran problema de degradación. Implementamos manejo de cobertura de suelos, que es parte de una propuesta de agroecología, con productores con conciencia y ganas de hacer, también porque sabían y saben que no hay salida si no se produce de otra forma. Con esos productores iniciamos hace ya cuatro años el hacer algo más profundo, que es la reconversión, introducir árboles en el yerbal.
  -¿Qué ventaja tiene sobre la producción convencional?
  -La yerba mate es una especie que no está adaptada al sol. Es una especie de una etapa intermedia del bosque nativo. Tiene serias dificultades en la estructura de la planta y quemaduras por el sol y por heladas. Entonces, con sistema con árboles apropiados se genera un mucho mejor ambiente. Tiene más protecciones frente al sol y menores estrés por efecto de los vientos. Está demostrado que todos los cultivos tienen diferencia de rendimiento con uso de cortina forestal (árboles en línea que protegen del viento). Solo con cortina ya aumenta los rendimiento. Incluso en algunos baja el nivel de plagas.
  Otro beneficio es que los árboles te dan ingresos a medida que van dando leña, frutas. En uno de los ensayos vimos que estaba bajando el rendimiento porque había mucha sombra de araucarias. Entonces hicimos un raleo (poda) y con esa leña vendida el productor se compró una camioneta pequeña, un utilitario. ¡Al contado! Además sigue teniendo la yerba y muchos otros árboles. Es una muestra de las ventajas de tener madera en el yerbal. También tenés la ley forestal (25.080) que te da subsidio para forestar.
  -¿Cuándo tiempo tarda en crecer el árbol para poder comercializarlo?
  -Depende el árbol, pero en ocho años podés tener un crecimiento importante y ya poder venderlo, con buena demanda. Por otro lado, se genera un ambiente de interacción especial para la yerba.
  -¿Cómo?
  -Fauna y suelo interaccionan distinto con árboles. Los pájaros se detienen, son grandes controladores de insectos, como de la oruga que se come las hojas de yerba. Si no tenés árboles no pasa que los pájaros te coman los insectos. Otra cosa, en el monocultivo de yerba solo hay suelo limpio, con raíces de la yerba que se lastiman mucho y tienen un gasto energético para la planta que se traduce en menor rendimiento. Con árboles y cobertura hay otro perfil de suelo, aprovecha nutrientes de otra manera, hay reciclaje de nutrientes.
  -¿Desventajas?
  -Hay muy pocas. Que se trata de un sistema complejo y depende de las especies que se siembren. La araucaria por ejemplo tiene un desrame natural, pero es fácil controlar. No es algo grave.

  Productores y rendimientos
 -¿Hay resistencia de productores a adoptar este sistema?
  -Hay algunos que son grandes de edad, ellos mismo lo dicen, que son más tradicionalistas, pero van mirando el ejemplo de los vecinos y se animan. Hay que tener presente que la idiosincrasia dice que yerbal tiene que estar pelado, sin otro cultivo. Está muy metido culturalmente que el árbol es un enemigo. La ley de colonización de Misiones decía que para que no te saquen tierra tenías que desmontar. El árbol fue siempre como obstáculo para el colono, por la propia idiosincrasia para la gente y por los motivos que dio el propio Estado.
  -¿Los árboles bajan la productividad?
  -Hay productores que creen en el mito de que si hay árboles pierde productividad. Pero de a poco avanza otra idea, que es beneficioso, lo noto en las charlas que me invitan. Me encuentro con productores que me dicen “puse árboles, tiene que venir a verlo”. Se dan cuenta que es una muy buena opción, miran a los vecinos que tienen y van copiando. O
  -¿Un yerbal con manejo agroforestal es rentable?
  -Por supuesto. Además porque los rendimiento de yerbales tradicionales están en constante declive. Hay que tener en cuenta es que hay yerbales de hace 25 años que daban 12.000 kilos por hectárea y hoy dan 3.000 kilos. Porque sostener la producciones en condiciones adversas es muy difícil, más con precios muy variables. Con un sistema agroecológico, aunque tengas precios bajos, no usás casi insumos. Y tu ingreso neto siempre es superior.
  -¿Qué extensión tienen las chacras?
  -Un promedio de seis hectáreas, pero estamos utilizando parcelas de ensayos, de una hectárea.
  -¿Qué resultados que obtuvieron?
  -En el ensayo de biofertilizantes vamos haciendo registro y obtuvimos hasta 35 por ciento de mayor rendimiento. Con una inversión bajísima.
  -¿Qué inversión?
  -Para contar con 200 litros de preparados, se usa al cinco por cuento, el costo no llega a 200 pesos, costo bajísimo.
  -¿Y cuántos kilos cosechan?
  -Cerca de 11.000 kilos por hectárea. Y el promedio en la zona es de 5.000 en la producción convencional. Como los suelos están con cierto grado de degradación, el aporte que le hacen de micronutrientes, el sistema que usamos para aplicar, ayuda muchísimo a metabolizar nutrientes básicos del suelo. Ahí se nota mucho la diferencia en el salto de rendimiento.
  -¿Comparación de gastos con producción convencional?
  -No hemos hecho costos precisos aún. Pero es más bajo en nuestro sistema. Hay que calcular no solo costos de herbicida, sino mano de obra, aplicación y también tenés presente que con cobertura verde hacemos un aporte de nitrógeno que dejamos de aplica con fertilización artificial. Hay que calcular que 1.000 kilos de hoja verde, que son 3.000 de canchada, se extrae 25 kilos de nitrógeno, ocho de fósforo, 23 de potasio. Tenés que devolver eso al suelo. Si agregás biofertilizantes y micronutrientes más se potencia el yerbal, la planta trabaja diferente y produce más.
  Pasado y futuro

  -¿Qué lo llevó a trabajar en este tipo de modelo?
  -Con un grupo de productores había conciencia de la pérdida de suelo, de las consecuencias del uso de venenos, de lo malo del monocultivo. Nos propusimos una transición. Se puede mejorar el sistema de producción sin agrotóxicos. Se está utilizando fertilizantes de base, biofertilizantes, micronutrientes. Tenemos aumentos muy interesantes de rendimiento con equilibrio en la nutrición del suelo.
  -¿Cuántas chacras hay con parcelas con manejo forestal?
  -Hoy debe haber más de 100 parcelas en Misiones. Me gustaría morirme y saber que todos los yerbales están con sistema agroforestal.
  -¿Por qué?
  -Porque no hay salida con yerba sin sombra. Porque es una condiciones naturales en que la yerba evolucionó, y donde mejor está. Además, si hacés análisis de calidad de la infusión, del producto final, seguro te da que es superior la que está bajo sombra y sin químicos.
  -¿Qué se necesita para más experiencias de este tipo?
  -La función del Estado, que asuma un compromiso, difundir, generar incentivos, mostrar las ventajas para que otros adopten este modelo. Explicar que vas a producir con menores costos, mejores rendimientos y te garantizás un mayor margen aunque el precio no acompañe. Por otro lado, faltan técnicos. Muchas no la ven aún. La provincia necesita un sistema de extensión en yerba mate con otra visión. Casi que no tiene sistema de extensión para el convencional y mucho menos con una visión agroecológica.

  Límites y convicciones
  -¿Dónde comercializan la producción?
  -Casi todo es comprado por la empresa Playadito, que mezcla con yerbales convencionales. Las grandes marcas compran y mezclan todo. Nuestra idea en un futuro no lejano es guardar parte de la yerba y elaborar nuestra propia yerba. Ahí está la mejor ganancia, integrar todo el circuito, mayor ganancia.
  -¿Qué falta para eso?
  -El cuello de botella es la inversión. Incluso hay algunos molinos chicos que podemos alquilar por uno o dos meses y elaborar la yerba.
Ahora estamos acondicionando el sistema de secado, era de fuego directo, ahora es con calor indirecto, para que no haya residuo de cenizas. También promovemos la certificación participativa, con consumidores locales. Queremos ofrecer una buena yerba a nuestros vecinos. No queremos vender en Buenos Aires ni Europa.
  -¿Por qué?
  -Por convicción nomás.
  -Muchos quieren vender a exterior o Buenos Aires y otros grandes mercados.
  -En general quienes hacen orgánico o certificación tienen una diferencia de precio y buscan a consumidores que paguen esa diferencia. Acá no encontrás orgánico porque nadie va a pagar ese precio tan alto. Si hacés un producto libre de tóxicos, sin residuo en el secado, uno podría certificar como orgánico. Nos interesa hacer producto de calidad para ofrecerlo en nuestros pueblos. Los procesos vinculado a la agroecología son para los mercados locales, con distribuciones cortas. No queremos hacer la mejor yerba y venderla en Estados Unidos. Y lo lógico es venderlo acá, en nuestro pueblo, certificar de forma participativa, que integra a los consumidores y genera confianzas.
  -¿Cómo sería?
  -Sin necesidad de un sello certificador externo. Es cuando consumidores pueden visitar la charca, el secadero y conocer cómo se produce. Y no recurrir a la certificación con un proceso de empresas artificiales, como cuando viene un ñato de Buenos Aires que nunca estuvo en tu chacra a decirte qué hacer.
  Sin agrotóxicos
  -¿Cómo suplantan el uso de herbicida?
  -Lo que más se usa en yerbales es el ponderado Roundup (glifosato), para las malezas. Pero ya hay varias que presentan resistencias. En la yerba los únicos autorizados son el glifosato y el dimetoato (insecticida). Pero ya se están usando mezcla de productos, algo prohibido. Es grave, pero no hay controles y se usa.
  -¿Cómo controlan las malezas?
  -Se está trabajando con cubierta verde en suelos y sombras. Una de las malezas que tiene resistencia es el llamado “pasto azul”, muy agresiva, pero muy afín a la luz solar. Por lo cual en parcelas con árboles, con sombra, combate esas malezas, no crecen y no es necesario el herbicida. Recolonizás el suelo, tenés una mejora en el balance hídrico, menor temperatura de suelo, enormes ventajas que da sombrear. También usamos siembra de maní forrajero, que es una buena cobertura y genera un buen colchón en el suelo, aporta nitrógeno y es buen forraje para animales. Podés usar otra cubierta y hacer pastorear animales.
Tiempos y números
  -¿Cuánto tardan los árboles en cumplir su función de sombra?
  -Cuando el árbol supera la copa de la yerba, los dos metros, ya cumple la función de dar sombra y proteger del viento. En dos o tres años ya crece a esa altura.
  -¿Qué árboles pueden utilizarse?
  -Oro blanco, oro negro, caña frisca, timbó, canela, cedro, lapacho.
Cambuapa, araucaria, algunos frutales.
 -¿Cuántos árboles por hectárea de yerbal?
  -Hasta 200 árboles pueden estar.
  -¿Le puede servir a una empresa mediana o grande?
-Si le cierra los números lo van hacer.
  -¿Y le pueden cerrar los números?
  -Sin dudas. Lo puede implementar desde la yerba Andresito hasta Las Marías (dueña de Taragüi). Los números le darían tranquilamente.
  -¿Un yerbal convencional se puede reconvertir a uno con árboles o tiene que comenzar de cero?
  -La mayoría que hicimos es de reconvertir los convencionales, pero también hicimos algunos desde cero. Se puede hacer de ambos modos.
  -¿Promedio de tiempo que tarda el proceso de convertir?
  -La yerba es uno de los cultivos más fáciles de transformar, no hay ningún impedimento, no hay cultivo que se vaya a resentir. Todo lo contrario. Si le agregás cubierta verde al suelo, le das sombra a la yerba, la única opción que tiene es mejorar.
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*Darío Aranda es periodista especializado en extractivismo (petróleo, minería, agronegocios y forestales). Trabaja en el diario Página/12, la cooperativa de comunicación La Vaca y las radios FM Kalewche (Esquel), la Cooperativa La Brújula (Rosario) y Los Ludditas (FM La Tribu). Escribe sobre pueblos indígenas, organizaciones campesinas y asambleas socioambientales. Además es autor de “Argentina originaria: genocidios, saqueos y resistencias” y “Tierra Arrasada. Petróleo, soja, pasteras y megaminería.”
En el marco de la campaña de Agroecología, escribió una serie de artículos vinculados a la temática de la agricultura ecológica. Todos los jueves publicaremos en nuestro blog una nota contando diferentes aspectos y testimonios sobre este tema. No te pierdas este especial sobre el futuro de los alimentos en la Argentina.

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