Salta Consideran al “bullying” una epidemia mundial y ya llegó a Salta
Cada vez más chicas y chicos son insultados o golpeados en las escuelas
22.04.12 Entre 16 países de América Latina, la Argentina encabeza el ránking de violencia escolar con un 37%. El propósito es estigmatizar lo diferente. Especialistas aconsejan reforzar los controles en las instituciones.
Fotos (1)Cada vez más chicas y chicos son insultados o golpeados en las escuelas1/1Natalia Meja
A fines de marzo, Melisa Ayelén Aramayo, una estudiante de 17 años del colegio Facundo de Zuviría fue salvajemente golpeada en la vía pública por una ex compañera. En el otro extremo del país, en la localidad bonaerense de Temperley, Víctor Feletto, un chico de 12 años, se disparó un tiro en la sien en su habitación. Su familia apuntó contra el colegio.
Cada día se observa en las escuelas salteñas, y en las argentinas, un incremento de los casos de violencia escolar o “bullying”. Y Víctor, además, puso sobre la mesa otra cuestión muy delicada: el suicidio adolescente.
No es una sola razón que origina esta violencia; los factores son muchos y diversos, según los especialistas.
“La violencia en su amplio espectro no deviene de un solo factor, son múltiples las causas que la originan. Hay que analizarla en cada caso. No obstante, día a día nos sorprendemos de las diferentes formas que toma la violencia en las escuelas”, señaló la psicóloga salteña Beatriz Caballero.
Un informe nacional alertó recientemente que las situaciones de acoso escolar crecen y cada vez afectan a más chicas. Llega a tal punto que para los expertos, el “bullying” ya tiene la magnitud de una epidemia.
La Argentina, de acuerdo a un estudio de la Corporación Internacional para el Desarrollo Educativo (CIDE), en base a datos de la Unesco, encabeza el ránking de insultos y maltratos físicos entre 16 países de Latinoamérica: del total de los consultados en el país, el 37,18% respondió haber sido insultado o amenazado y el 23,45% haber sufrido golpes de otros alumnos.
Para Caballero, “son situaciones donde están presentes los modelos familiares y los sociales, con una ideología subyacente que la sustenta y pretende justificarlas. Estos modelos tanto físicos como psicológicos, suelen ser la única forma que conocen los niños y adolescentes para relacionarse”.
Humillar, hostigar, maltratar, insultar y ridiculizar son prácticas sociales que se complejizaron en los últimos años, y a pesar de su gravedad, se transmiten a través de los medios de comunicación. Estas formas no son sólo reproducidas, sino que en muchas ocasiones se alienta a aquel que las realiza y hasta se lo considera el “héroe” o hacedor de una hazaña. En criollo se diría el “canchero” del curso.
Desde Buenos Aires, la licenciada en Sociología, Marcela Alicia Fumiére, expresó que “estamos frente a adolescentes en situación de crisis (cambios) transitando en medio de las luchas sociales, la falta de empleo y la pérdida de la memoria social acerca de la cultura del trabajo. A la vez estamos también frente a la disolución familiar clásica, al abandono y las drogas”.
Y siguió: “Son nuevos huérfanos del micro sistema familiar clásico y del sistema social e institucional. Los adolescentes buscan nuevas modalidades de agrupamiento, contención y referencia en tribus urbanas que se manejan con lógicas y códigos propios, entre pares, de los cuales surge el líder”.
Pero, ¿cómo hacer frente a estas situaciones límites y extremas?
“O se refuerza los dispositivos de control escolar o se ve la ausencia de poder plantear algunas prácticas de convivencia pacífica. Las instituciones escolares no llevan el ritmo de lo social, y esto las está dejando rezagadas en el tiempo”, respondió de Fumiére.
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