- El Director General de Medio Ambiente de Extremadura confirmó en el Consejo Asesor de Medio Ambiente que no se ha emitido una autorización expresa para el uso de glifosato en el Azud del Guadiana en Badajoz, mientras la Confederación Hidrográfica del Guadiana insiste en que cuenta con ella
- Ecologistas en Acción de Extremadura, SEO/BirdLife y AMUS en representación de todas las ONGs ambientales de Extremadura, denuncian la absoluta falta de transparencia y la presunta ilegalidad de los ensayos con glifosato sobre el río Guadiana, para tratar el nenúfar mexicano en el azud de Badajoz.
El glifosato es un herbicida que fue declarado ya en 2015 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como cancerígeno de tipo 2A, es decir, probable cancerígeno en humanos y suficientemente demostrado en animales. Debido a ello, la Junta de Extremadura, a propuesta del grupo parlamentario Podemos y tras una petición registrada por Ecologistas en Acción, aprobó en marzo de 2016 una moción según la cual se comprometían a “la eliminación del uso del glifosato en los espacios de su competencia y al fomento de su progresiva erradicación en los espacios de la C.A. donde tienen competencias otras administraciones”. En aquella ocasión, se felicitó al Gobierno extremeño por esta decisión que aplicaba el principio de precaución en pro de la protección del medio ambiente y el derecho de la ciudadanía extremeña a vivir en un medio ambiente saludable.
Y es que en la propia etiqueta del herbicida, se advierte de la importancia de mantener este químico alejado de cualquier fuente o cauce de agua por su elevada toxicidad para los seres humanos y para los organismos acuáticos.
El glifosato es un herbicida que fue declarado ya en 2015 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como cancerígeno de tipo 2A, es decir, probable cancerígeno en humanos y suficientemente demostrado en animales
A pesar de todo ello, la Confederación Hidrográfica del Guadiana reconoce públicamente haber estado realizando ensayos con este producto sobre el nenúfar mexicano, en el propio cauce del río Guadiana, dentro del humedal protegido de la Red Natura 2000 Azud de Badajoz y todo ello con la evidente intención de proceder a una aplicación extensa de este herbicida para tratar ésta, o cualquier otra planta invasora, ignorando o subestimando sin evidencia científica alguna el enorme riesgo de causar un grave impacto sobre la flora y la fauna del río, y también -según la OMS- sobre precisamente la salud de las personas que habitan en su cuenca.
En el Consejo Asesor de Medio Ambiente celebrado el 4 de mayo, y a preguntas de los representantes de las organizaciones de conservación de la naturaleza, el propio director general de Medio Ambiente confirmó que la Confederación Hidrográfica del Guadiana no tenía autorización ambiental para utilizar glifosato en el río, extremo que fue confirmado posteriormente en varias ocasiones por el Servicio de Conservación de la Naturaleza, indicando que no había un informe de afección a Red Natura 2000 favorable a la utilización de ese producto químico en el Azud de Badajoz, pero sí una autorización para realizar ensayos con otras substancias, como el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada).
Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Guadiana insiste en estar autorizada para el uso del glifosato y afirma públicamente su intención de utilizarlo repetidamente en el futuro.
La Confederación Hidrográfica del Guadiana reconoce públicamente haber estado realizando ensayos con este producto sobre el nenúfar mexicano, en el propio cauce del río Guadiana
Desde los grupos de conservación de la naturaleza extremeños, aparte de expresar su profundo rechazo a la aplicación de glifosato en el cauce del río Guadiana por los enormes riesgos para el ecosistema del río y para la salud humana, se reclama mayor transparencia e información a ambos organismos responsables y que, tal y como se les ha solicitado, se facilite copia de la autorización emitida por la Junta a la CHG y una información detallada de las pruebas realizadas hasta ahora y de los planes futuros de tratamiento con productos químicos. Todo ello, siguiendo el principio reflejado en la Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente, que establece que las asociaciones ecologistas tienen derecho a “acceder a la información ambiental que obre en poder de las autoridades públicas o en el de otros sujetos en su nombre”.
Además, los colectivos solicitan a la Dirección General de Medio Ambiente que, de ser cierto que no ha autorizado las pruebas con glifosato realizadas por la CHG, inicie el correspondiente expediente sancionador por incumplimiento del permiso emitido y la consecuente vulneración de la Ley de Protección de la Naturaleza de Extremadura. Igualmente, se emplaza a dicho órgano ambiental a que tome cuantas medidas sean necesarias para asegurar que no se producirán tratamientos extensos con glifosato en el río Guadiana, sin que la Confederación Hidrográfica del Guadiana presente estudios científicos verificables e independientes que garanticen la no afección a los ecosistemas acuáticos y a la salud humana.
Por otro lado, de existir realmente una autorización de la Dirección General de Medio Ambiente para el uso de glifosato, se exigirán las responsabilidades pertinentes al propio Director General y a los técnicos del Servicio de Conservación que afirmaron lo contrario en el Consejo Asesor de Medio Ambiente y que han podido haber autorizado la utilización de glifosato en un humedal de Red Natura 2000 sin la seguridad de no haber afección significativa a dicho espacio protegido.
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