Ecuador: bosques nublados para las futuras generaciones
La minería se ha convertido en una grave amenaza para los últimos bosques de Ecuador. Como en Intag, Imbabura, al norte del país. Las mineras han comenzado a explorar, a contaminar y a talar en la reserva de bosques comunitaria en la comunidad de Junín. Y es sólo una de 33 concesiones en la zona. Firma la petición.
Carta
Para: Sr. Lenin Moreno Presidente del Ecuador; Ministro de Minería del Ecuador
Suspendan las concesiones para minería metálica en Ecuador y realicen un verdadero proceso de consulta previa.
Varios ríos atraviesan Intag, cubierta por bosques nublados únicos en el más biodiverso de los 36 hotspots del mundo. La asociación local Defensa y Conservación Ecológica de Intag DECOIN explica que junto a una rana declarada extinta redescubierta allí en 2016 hay cientos de especies vulnerables como jaguares, osos de anteojos y el mono araña.
Intag está en el cantón Cotacachi, provincia de Imbabura y sus comunidades se oponen a los muchos proyectos mineros concesionados en la zona. La concesión llamada “Llurimagua” de cobre y a cielo abierto es enorme y afecta especialmente a las comunidades de Junín y Chalguayacu.
Marcia Ramírez, quien se opone al proyecto minero cuenta que “la exploración previa ya está generando graves problemas”. Es una clara muestra del futuro de la zona si no se frena de inmediato la apuesta del gobierno por la minería metálica contaminante y destructiva. Esta concesión está en manos de la empresa minera estatal ecuatoriana ENAMI y la también estatal chilena CODELCO.
«Cada vez se ven menos animales, los cuales a veces los animales ya no pueden tomar el agua con la contaminación que hay», comenta Israel Pérez, también contrario a la minería.
También asociaciones productivas locales como la de Caficultores Río Intag AACRI resisten con éxito más de 20 años a la minería en la zona. Ellos exportan café orgánico a Europa, Asia y Estados Unidos y creen firmemente que “la minería no es compatible con nuestra forma de vida, pone en riesgo nuestros suelos fértiles y nuestras fuentes de agua”.
Lo que preocupa a la población afectada es la destrucción ambiental, el acceso al agua y a los alimentos, el caos social en torno a los proyectos mineros y el futuro de las próximas generaciones que están seguros que no pasa por la minería. Firma la petición en su apoyo.
Exploración minera contaminante de por sí
La minería tiene consecuencia negativas tan graves sobre la calidad de vida de las comunidades como la devastación ambiental, social y cultural a gran escala.
Desde abril 2015, las mineras comenzaron la exploración en la Reserva Comunitaria de Junín. Hasta la fecha, han llevado a cabo alrededor de una docena de perforaciones de 1000 a 1500 mt de profundidad teniendo previsto un total de 90 nuevas perforaciones, dentro de la propia Reserva Comunitaria en su mayor parte.
Es necesario proteger las fuentes de agua
Las consecuencias de la contaminación minera sobre las fuentes de agua pueden ser catastróficas: para los ecosistemas acuáticos y terrestres, las personas que consumen el agua y se bañan en ella y el ganado que la bebe.
Ya se pueden observar impactos sobre las aguas en la zona: las cascadas Gemelas la cascada del Velo de la Novia han sido afectadas por derrumbes y contaminación. La destrucción de las cascadas, los ecosistemas acuáticos y la contaminación no cuadran con el discurso de las empresas a cargo del proyecto. Tanto ENAMI como CODELCO declaran oficialmente practicar políticas de manejo ambiental de cuidado de los ecosistemas de los territorios en donde intervienen.
Historia de décadas de resistencia a la minería en Intag
La población de los valles del río Intag y su afluente Chalguayacu tiene una larga historia de resistencia a la megaminería. Las empresas transnacionales que se sucedieron a la cabeza del megaproyecto minero -la japonesa Bishi Metals en los años 90 y luego la canadiense Ascendant Copper en los 2000- nunca lograron convencer a las poblaciones de la zona de que la megaminería era una opción para el futuro de las comunidades. La pionera resistencia de las comunidades a la minería ha sido tan decidida que a estas empresas extranjeras no les quedó otra opción que de marcharse de este territorio.
A pesar de ello, la empresa estatal minera ENAMI obtuvo la concesión minera en 2011 y pretende explotarla junto a la empresa pública chilena CODELCO.
Ha habido presencia policial, presión del gobierno y amenazas de las empresas para dividir a la gente. El gobierno ha llegado a utilizar la fuerza para imponer la minería: enviaron unos 150 militares en Junín y bloquearon toda la zona. El presidente de la comunidad de Junín, Javier Ramírez, sufrió la violencia en carne propia. Por oponerse a la minería, se crearon cargos criminales en su contra, fue arrestado y detenid durante 10 meses sin ninguna carga judicial válida. Javier Ramírez se convirtió en símbolo de la resistencia. Salva la Selva difundió una petición internacional en solidaridad y pidiendo su liberación. La criminalización injusta de personas que se oponen a proyectos extractivos es una tendencia creciente desde 2007
Soberanía alimentaria y Turismo
La población de Intag vive de la agricultura, la ganadería y el turismo; en la zona no existe extrema pobreza; las fincas son diversas y garantizan la soberanía alimentaria de gran parte del país al proveer alimentos sanos y abundantes. Y además, han creado múltiples proyectos alternativos de vida y subsistencia.
Muchas familias de Junín y de la zona de Intag apuntan a modelos productivos como el cultivo agroecológico. La Asociación de Caficultores Río Intag (AACRI) agrupa a más de 200 familias campesinas productoras de café orgánico de gran calidad, que se exporta a Asia, Europa y América del Norte fortaleciendo la economía local.
Junín y otras comunidades aledañas cuentan con un proyecto ecoturístico comunitario en un lugar de gran riqueza ecológica al que llegan turistas de todas partes del mundo. La Reserva Comunitaria de Junín es una iniciativa local surgida en las dos últimas décadas, por parte de esta comunidad que se encuentra en la parroquia de García-Moreno, cantón Cotacachi, en la provincia de Imbabura.
En Marzo del 2016, dos científicos especializados en anfibios ecuatorianos llegaron a Junín desde el Centro Jambatu de Quito para estudiar la herpetofauna y algunos insectos típicos de Intag. El primer día de excursión encontraron una rana muy especial: Atelopus longirostris. Esta especie fue declarada desaparecida en la lista UICN durante una gran extinción en los años 80. Junín es actualmente el único lugar donde se puedo observar Atelopus longirostris desde entonces. Según los científicos, es urgente establecer un plan de protección de la zona, y de más está decir que dicho plan no es compatible con la minería a gran escala.
Breve contexto político
Después de promulgar una nueva Constitución -que se conoció como ejemplar a nivel internacional- y que trajo mucha esperanza al Ecuador en 2008, el gobierno de Rafael Correa dio un giro extractivista al reanudar un buen número de proyectos mineros y petroleros, especialmente desde hace unos 5 años.
Buena parte de la ciudadanía ecuatoriana cuestiona abiertamente el modelo extractivista promovido por Alianza País -el partido en el poder- durante los últimos años, al que a pesar de las rencillas internas que mantienen por otros temas da continuidad el actual gobierno.
El 25 de enero hubo unamovilización a Quito desde todas partes del Ecuador, contra las más de 600 concesiones mineras ya otorgadas, a mayores de las 33 mencionadas que se encuentran en la zona de Intag. Esta movilización ha arrojado un primer resultado, y es la renuncia ayer mismo 30 de enero de 2018 del ministro de minería, Javier Córdova, por "irregularidades de procedimiento de la declaración de concesiones mineras y por violaciones de reglamentos ambientales en las fases de exploración", de acuerdo a los análisis que nos comparten quienes pedían esta renuncia urgente.
Organizaciones como la CONAIE (de los pueblos indigenas del Ecuador) organizaron otra marcha de protesta a finales de noviembre del 2017 que reunió mas de 10.000 personas en la capital. La movilización social en torno al tema de la minería (y el petróleo) es continua. Las organizaciones sociales exigen aplicar realmente la Constitución de 2008, que promueve el Buen Vivir, los Derechos de la Naturaleza y del pueblo a vivir en un ambiente sano, pionera en el papel pero deficiente en su aplicación.
En febrero de 2018 está prevista una Consulta Popular que entre otros temas contempla la integración de una pregunta relativa a la minería, que tampoco tiene ningún efecto sobre las destructivas concesiones mineras ya existentes.
¡Es tiempo de parar los proyectos y concesiones en la zona de Intag, símbolo de la lucha antiminera en el pais, en Latinoamérica y en el mundo desde hace mas de 20 años!
Enlaces:
Acción reciente en contra de el 'festín minero', el 25 enero 2018
Miembros de una comunidad dan su testimonio en INTAG letras y voces en lucha
Resolución del Concejo Municipal de Cotacachi sobre la minería en la zona.
¿Minería responsable? Enami-Codelco contamina las cascadas de Junín Equipo de Monitoreo Comunitario de Agua y William Sacher.
Artículo en el diario La Hora de Ecuador sobre el proyecto local de turismo Íntag, un paraíso escondido en Imbabura
Para: Sr. Lenin Moreno Presidente del Ecuador; Ministro de Minería del Ecuador
Estimado Sr. Presidente Moreno,
Nos dirigimos a Vd. con el fin de expresarle nuestra preocupación por el avance cada vez mayor de la exploración minera en la zona de Intag.
Ubicada en la región del Chocó Andino, la zona de Intag alberga miles de hectáreas de bosques nativos con una altísima biodiversidad y más de 25 ríos prístinos que han sido conservados por las comunidades por décadas.
La minería genera impactos ambientales y sociales graves en todo el Planeta, como la devastación ambiental, contaminación de las fuentes de agua, desalojo y desplazamiento de comunidades campesinas entre otros.
33 concesiones abarcan más del 80% de las 150 mil hectáreas de la zona de Intag. A ellas se opone la población local durante más de dos décadas. En 2017, el Ministerio de Minas ha concesionado 80 mil hectáreas a multinacionales extranjeras, sin consultas previas a las comunidades. Consideramos que de este modo, los proyectos mineros son ilegales, ilegítimos e inconstitucionales.
Según estudios de impacto ambiental realizados en Intag en los años 90 por la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional JICA, la minería de gran escala afecta miles de hectáreas de bosques, causará desertificación y cambios al clima local, contaminación de aguas con metales pesados, desalojo de cientos de familias y otros impactos sociales y ambientales de magnitud.
El Concejo Municipal de Cotacachi ha liderado desde 1997 múltiples acciones políticas y normativas tanto para defender el territorio, como para impulsar actividades productivas sostenibles, y en una reciente resolución exige al gobierno nacional suspender la entrega de concesiones para minería metálica en el cantón Cotacachi. Ya que la minería dificulta el posicionamiento de la provincia como turística y productora agropecuaria, el IV Parlamento de Imbabura recoge la misma exigencia en sus aportes y observaciones.
Apelamos a su sensibilidad para que analicen lo que está sucediendo en Intag y tomen las medidas adecuadas para que se realice un verdadero proceso de consulta previa, haciendo prevalecer la democracia y las decisiones que tomen respecto al futuro. Protejan estos valiosos bosques nublados únicos para las futuras generaciones.
Atentamente,
No hay comentarios:
Publicar un comentario