EN EL POMPEO BOGGIO
Dura crítica fotográfica sobre el uso de agroquímicos en los campos argentinos
Es realizada por el fotógrafo porteño Pablo Piovano de Página 12 quién estuvo el sábado en Chivilcoy.
El pasado sábado fue inaugurada la muestra plástica "Silencios de luz” de Laura Delgado y la muestra fotográfica "El costo humano de los agrotóxicos” de Pablo Piovano en el Museo Pompeo Boggio, encuentro generado por la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Chivilcoy.
Las obras de Laura Delgado se exhiben en los tres salones que componen el museo de arte, mientras que las fotografías del porteño Piovano se encuentran en el salón perteneciente a Fotogalería 22 y se mantendrán vigentes durante la próxima semana, obras dignas de ver, en especial por quienes utilizan glofisato y fumigan los campos de nuestro partido, sin medir las consecuencias futuras en el suelo, en las aguas y en sus propios hijos.
Enrique Balbo Falivene, curador del museo, presentó con un estilo coloquial y muy didáctico a ambos artistas expresando que "la misma circunstancia, son dos elementos que contribuyen a que seamos mejores”.
Por su parte, Daniel Muchiut hizo un breve repaso de la trayectoria de Piovano, fotógrafo del diario Página 12, cuyo trabajo fue realizado en las provincias del litoral y el norte de la Argentina, con una mirada muy crítica al uso de los agroquímicos y el costo humano que ello implica, "contando con la complicidad de los grandes medios nacionales que no cuentan lo que está sucediendo” dijo el chivilcoyano al presentar al expositor que tuvo la gentileza de viajar hasta Chivilcoy para estar presente.
Fotos críticas con actualidad
La exposición de Pablo Piovano es muy cruda, pero real, un auténtico trabajo de reportero gráfico, con aquello de que "una imagen dice más que mil palabras”, en este caso sobre el daño que realiza en los seres vivos el glifosato y los transgénicos.
LA RAZON habló con el fotógrafo de su exposición, inaugurada en marzo de este año y que ya ha transitado por salas internacionales, pero no cuenta con difusión en nuestro país, debido a los intereses económicos de las grandes multinacionales, expresó que "Es algo de mucha actualidad, es un trabajo en proceso, que no está terminado.
Es una investigación que vengo realizando en los dos últimos años, en mis vacaciones del diario, en mi auto, con mi dinero, soy porteño, pero esto afecta a todos, veo que se está cometiendo un crimen de lesa naturaleza, es una atrocidad lo que se está haciendo con la tierra.
Durante 10 mil años nos alimentamos de una manera, y en los últimos 30 años de otra, con semillas que se hacen en un laboratorio, algo ha cambiado de forma muy rotunda y nada más ni nada menos lo encontramos en nuestra mesa cotidiana”.
Acá hay que separar al trabajador del campo, al propietario, a los pooles de siembra y a quienes instruyen a los hombres del campo, los ingenieros agrónomos que tienen una escuela deplorable, dejando al país al borde la tragedia, con una riqueza de corto aliento, pero sin estudios serios haciendo peligrar la continuidad de nuestras aguas, la continuidad de nuestras tierras, la continuidad de las próximas generaciones. Y las primeras víctimas son los propios hombres del campo, los que están primero relación con los agroquímicos, quizás no se dan cuenta de ello, pero es así”, puntualizó.
Escrito por Marcelo Lopardo
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