En 1884 el naturalista Florentino Ameghino pedia urgentes obras para minimizar los efectos de las inundaciones y aprovechar las aguas en épocas de sequía en la provincia de La Pampa. Nunca se hizo nada, hasta que a fines de la década del 90 se contrató los servicio del Instituto Danes de Hidraulicapara desarrollar un proyecto de control de las inundaciones cíclicas.
En el año 2003 un cartel anunciaba que el Plan Federal de Control de Inundaciones pondría un presupuesto de algo mas de 33 millones para la popularmente llamada “obra de los daneses”. Solo se hizo la primera parte, y se abandonó.
La obra consistía en canales que desembocaban en cercanías de Quemú Quemú, en un reservorio en la zona de menor altura de la provincia. De todo esto solo se hizo una parte de un plan que contemplaba tres grandes obras. Al abandonar el proyecto, en la provincia estan viviendo las consecuencias de una obra necesaria pero inconclusa: casi dos millones de hectáreas inundadas, desgaste total de rutas y caminos, pueblos aislados y perdidas millonarias.
Muchos se preguntan "¿Porqué nos inundamos?" La respuesta habría que buscarla en la eternamente inconclusa Argentina.
En 1884 el naturalista Florentino Ameghino pedia urgentes obras para minimizar los efectos de las inundaciones y aprovechar las aguas en épocas de sequía en la provincia de La Pampa. Nunca se hizo nada, hasta que a fines de la década del 90 se contrató los servicio del Instituto Danes de Hidraulicapara desarrollar un proyecto de control de las inundaciones cíclicas.
En el año 2003 un cartel anunciaba que el Plan Federal de Control de Inundaciones pondría un presupuesto de algo mas de 33 millones para la popularmente llamada “obra de los daneses”. Solo se hizo la primera parte, y se abandonó.
La obra consistía en canales que desembocaban en cercanías de Quemú Quemú, en un reservorio en la zona de menor altura de la provincia. De todo esto solo se hizo una parte de un plan que contemplaba tres grandes obras. Al abandonar el proyecto, en la provincia estan viviendo las consecuencias de una obra necesaria pero inconclusa: casi dos millones de hectáreas inundadas, desgaste total de rutas y caminos, pueblos aislados y perdidas millonarias.
Muchos se preguntan "¿Porqué nos inundamos?" La respuesta habría que buscarla en la eternamente inconclusa Argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario