Todos sabemos que la política de los gobiernos estos últimos 24 años ha sido continuar con el desmantelamiento del Estado implantado en Chile en la Constitución de 1980.
La ideología Neo Liberal pedía achicar el Estado por ineficiente, por coartar el libre emprendimiento de los ciudadanos con iniciativas, por haberse convertido en un Estado interventor en la libertad de las personas, obstruyendo así el progreso que significa la libertad en el intercambio libre de mercaderías. Por detrás de esta ideología, está la idea sacada de la Biología Darwinista, que la competencia entre los individuos es la que asegura una justicia evolutiva al permitir que los exitosos sobrevivan por ser mejor adaptados y el resto se fastidie o se muera, y un guardián como el Estado interfiere en esa justicia evolutiva.
Si es por eso no deberíamos tener ni vacunas ni remedios, ni toda la cooperación cultural que ha permitido el desarrollo del Homo Sapiens. Además Darwin habló de especies, no de individuos dentro de una especie. Pero esos son detalles que los devotos prefieren olvidar.
Huelga decir que esta ideología está llena de supuestos falsos, que resultan muy convenientes en un país pequeño, donde todos los poderosos son medio parientes entre sí, y el mercado es tan pequeño que los monopolios y las colusiones resultan casi inevitables, si no se les pone freno.
Lo más risible del asunto, si es que todavía existiera algo de ganas de reírse, es que todo este cuento de la competencia darwinista, está sustentada por un montón de tipos que jamás leyeron a Darwin, y que supuestamente son cristianos, cuyas creencias, por lo menos en teoría, son diametralmente opuestas al cuento de la competencia despiadada.
Pero Chile es un país barroco con dejos de surrealista, adjetivo que cada vez me parece más adecuado a nuestra realidad latinoamericana, ya que el barroco obedece solamente a las emociones, abarca dentro de si las contradicciones más increíbles de una cultura mestiza que no se resigna acerca de ser quién es, por lo tanto toda claridad le es molesta y es todo lo opuesto a la racionalidad científica y al pensamiento lógico que exige claridad en los postulados y disciplina en el razonamiento. En otras palabras, los griegos y su lógica no pasaron por estos barrios. Y el toque surrealista lo suelen dar los políticos.
El surrealismo de nuestro Ministro de Salud es un ejemplo cuando dijo lo siguiente:
“Chile tiene los más altos niveles de inocuidad alimentaria y es el país más seguro en Latinoamérica”, esto luego de que un reportaje de Contacto hiciera una denuncia que no es nueva, pero no por eso deja de llamar la atención, y demuestra que la mayoría de los alimentos que dicen ser “saludables”, no solo no contienen lo que dicen, si no que en algunos casos son hasta tóxicos. Entre los alimentos investigados por el laboratorio de la Universidad Católica de Valparaíso estaban el Pan de molde light de la marca Ideal, el cual tiene 180% más de grasa de lo que indica su envase, mientras que el pan de molde Castaño tiene un 36% más de calorías.
Los Yogures de las marcas Batido, Next, Griego, Soprole Diet, Quillayes y Parmalat Diet, tienen nula presencia de lactobacilos. Destacando el yogur Activia, el cual recibió una sanción en Estados Unidos y la Unión Europea por no respaldar con datos científicos su publicidad. Para rematar, los aceites de Oliva Jumbo, Ciro y Carbonell fueron definidos como tóxicos, y solo pueden emplearse como combustible para lámparas.”
La última noticia es que el SAG fiscaliza una Planta de Pollos de Agrosuper y supongo que los muestrea al azar, y encuentra que están contaminados con Dioxina, que es un químico carcinogénico. Y dice la fuente periodística "que están esperando resultados de laboratorio de HOLANDA!!!!!!" para confirmar el caso. Y se me olvidaba, son 43 toneladas de pollos congelados. ¿No son confiables los laboratorios del SAG, no hay laboratorios confiables en Chile y hay que mandar a Holanda a analizar las cosas? Penca, por decir lo menos para un país que cree ser desarrollado.
El científico Andrei Tchernitchin, señaló que la exposición a esta Dioxina en menores puede provocar graves problemas en el sistema inmunológico, lo que se traduce en diferentes infecciones al organismo incluido el cáncer. Tchernitchin añadió que esta molécula es muy difícil de eliminar en el medio ambiente, lo que es un factor más que aumenta la falta que cometió la planta de Agrosuper en la sexta región, donde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) detectó los 43 mil kilos de carne de pollo con dioxina.
En países europeos han encontrado varias veces cerdos y aves contaminados con Dioxina, y la normativa de la UE es estricta. La diferencia es que allá controlan y arman un escándalo.
Andrei Tchernitchin es: Profesor Titular, Jefe del Laboratorio de Endocrinología Experimental y Patología Ambiental del Instituto de Ciencias Biomédicas, Facultad de Medicina, Universidad de Chile, Director Científico y Docente, Secretariado Ejecutivo del Consejo Nacional de Desarrollo Sustentable (Consejo Asesor Presidencia de la República.
Sus especialidades: Biología y Endocrinología de la Reproducción y Toxicología Ambiental.
Luego no estamos carentes de científicos capacitados que aparentemente aconsejan a la presidencia de la República, como para que el Ministerio de Salud, no controle lo que tiene que controlar en forma permanente, y esto es la inocuidad de lo que comemos en Chile y esto cae en el ámbito de la toxicología ambiental.
Y este es un aviso para la Comunidad Científica que no la veo muy preocupada del tema control sino más preocupada de que Transnacional le financiará sus investigaciones y sus laboratorios.
La Red acaba de pasar por los supermercados revisando las fechas de vencimiento y publicó el siguiente reportaje:
Patas de gallina del tiempo de Tutankamon, supermercados chinos que no tienen ni siquiera etiquetado en español etc.
El Ministerio de Salud delega en los Seremis que tiene el poder de fiscalizar e incluso cerrar negocios. En el link se incluye una entrevista a la Coordinadora del Depto de Control Sanitario, donde enfatiza en la necesidad que los consumidores lean las rotulaciones. Pero ¿Qué rotulaciones? Las de Vencimiento, que es un tema grave, están escritas excepto en los productos chinos, según leo, pero,
¿Qué hay del hecho de que nos venden alimentos que son tóxicos porque contienen componentes considerados tóxicos por los científicos y que no figuran en ninguna etiqueta?
Como ser, han venido apareciendo una serie de estudios en la Unión Europea sobre los efectos del herbicida Glifosato en los animales y las personas. Estas publicaciones culminaron con un estudio científico hecho este año, en que se demuestra que el Glifosato, considerado casi inocuo, es bastante tóxico, y se lo encuentra en la orina de casi todos los europeos en cantidades increíbles.
El famoso glifosato, herbicida estrella de la Monsanto conocido también como Roundup, ha afectado al ganado alemán que muere por intoxicación de una bacteria que reside habitualmente en el tubo digestivo y que se llama Clostridium Botulinum. Parece que el herbicida mata a otras bacterias que son las que lo mantienen a raya, y tanto el Clostridium ,como la Salmonella se han hecho resistentes al glifosato matando de paso a los granjeros que están contaminados con este herbicida.
Adermás el glifosato insidiosamente inhibe la producción de la enzima Citocromo P-450, que en los seres humano es la que detoxifica todas las basuras químicas a las que estamos sometidos en nuestra vida moderna. De ese modo las basuras quedan dando vueltas en nuestro cuerpo, hasta que este no puede más.
Siendo así las cosas, el Estado por muy desmantelado que esté, debiera controlar la contaminación por agrotóxicos de la alimentación general de la población, y no tratar de tapar el problema y no darse por enterado.
Y esto no es un problema de etiquetado, es un problema de Salud ambiental, de Toxicología y de Laboratorios , de diseño de sistemas de control y muestreo y de presupuesto para hacerlo y también de voluntad.
Dicen que la Cámara de Diputados es la que fiscaliza y el Senado es el que para las fiscalizaciones. ¿Habrá que presentar un Recurso de Amparo por envenenamiento colectivo?
Tampoco se controla la calidad de los alimentos que entran de otros países, si son lo que dicen ser o son otra cosa. Como ser deberíamos saber que alimentos son transgénicos o tienen componentes transgénicos.
Por ejemplo, los aceites que dicen Aceite Vegetal, traídos de Argentina, son de Soja Transgénica, y nadie dice ni una palabra porque son los más baratos. El maíz y la soja con que alimentan a cerdos y aves también son transgénicos y ¿Quién lo sabe? Y todo lo transgénico viene bañado en Glifosato.
Las rotulaciones de los productos en cuanto a vencimiento, son fáciles de comprobar, no así otro tipo de rotulaciones que vienen en letra enana como las grasas trans. Pero las cosas más gordas no las detecta nadie ni vienen escritas en ningún idioma. Y esas son las que el MINSAL debiera controlar si es que le preocupa la salud de la población, fuera de las vacunas y el GES.
Por ejemplo ¿Quién sabe que son las grasas “trans” que aparecen en todas partes con letras minúsculas? Aceites, masas, galletas, todo tiene grasas trans. ¿Y qué son?
Son grasas producidas en laboratorios, a partir de aceites vegetales, pero en el proceso de pasar de aceite, que es viscoso a grasa, que tiene consistencia, se aplican altas presiones y calor, y en el proceso se “giran” las moléculas de tal modo que estas quedan mirando en el espacio hacia la dirección opuesta a como se encuentran en la naturaleza. Es decir se creó una estructura que tiene los mismos átomos, pero al tener una configuración espacial diferente, tiene distintas propiedades y por lo tanto nuestro cuerpo y sus sistemas digestivos no reconocen para poderla digerir, Entonces necesitamos esas enzimas Citocromo P-450 para transformarlas y hacerlas eliminables. Pero como estamos bañados en glifosato, estas enzimas no funcionan, y vienen entonces todas esas enfermedades raras que tienen enloquecidos a los médicos.
Como añadido les cuento que todas las margarinas, tienen muchas grasas trans.
¿Puede alguien comer verduras y frutas chilenas, con confianza porque vienen directamente del Valle Central? No, porque al no hacer control de pesticidas en forma habitual ni el SAG, ni el MINSAL, ni las Universidades, no se pueden controlar las buenas prácticas agrícolas y como se permite la importación de muchos pesticidas que están prohibidos en otras partes, nadie tiene idea de lo que come. Es cosa de ver el siguiente link:
Queremos que nuestros hijos tomen leche por el calcio, pero, ¿alguien controla que las hormonas que les dan a las vacas para aumentar su caudal de leche no pase a nuestros hijos?
Que yo sepa, nadie. Es así como cada día vemos niñitas pequeñas con un tremendo desarrollo mamario y con obesidad mórbida.
Solamente los medios de comunicación le pueden poner el cascabel al gato, haciendo reportajes de denuncia, ya que todo está hecho para tapar con un velo de ignorancia lo que deberíamos saber y controlar.
Y es que todos esos emprendimientos tan rentables, se basan en perjuicio al prójimo. Si los comerciantes y productores de alimentos cumplieran con ciertas normas éticas, no podrían ser multimillonarios como son hoy. Serían ricos, pero no a los niveles de primer orden mundial como los alcanzados en nuestro país.
Y por eso se necesita más Estado, para controlar a los desalmados que nos envenenan para hacerse ricos a nivel mundial, para protegernos realmente de los monopólicos coludidos y de los sinvergüenzas. Para que esta sea una sociedad regida por ciudadanos y no por un grupo de mafiosos psicópatas que les importa un rábano si matan a alguien echándole la culpa a Darwin o algún filósofo inglés difunto.
Julio 2013
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