Ecologistas en Acción pide que se prohíba el glifosato
Según la OMS, el herbicida que se utiliza en el olivar puede ser cancerígeno
Ecologistas en Acción busca reunir, junto con otras agrupaciones similares, un millón de firmas para pedir a Bruselas que prohíba el uso del glifosato, un herbicida muy utilizado en los campos del olivar de Jaén. El plazo concluye en un año y de momento se hace a través de internet.
Según explica Isabel Pereira, de Ecologistas en Acción, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, que pertenece a la Organización Mundial de la Salud —OMS—, confirmó la posible relación entre el producto y la formación de tumores cancerígenos. Pereira cuenta que hay países de la Unión Europea que ya lo han prohibido, como Francia, Alemania, Holanda y Suiza. “El glifosato está en la comida, en el suelo, en la tierra, en el agua, incluso en productos de higiene íntima”, asegura, y añade que son cada vez más las personas que dan positivo en pruebas de orina. “Sabemos que habrá que batallar, son muchas firmas en poco tiempo”.
Por su parte, Cristóbal Cano, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Jaén —UPA—, explica que el glifosato se usa desde hace más de treinta años en la provincia. “Es muy común y es el herbicida con el que más experiencia se tiene en el olivar”, apunta. El uso de este producto es para “limpiar” las calles entre las plantas, para la siega química del vegetal. “No se puede dejar que la hierba que crece se seque por su ciclo biológico natural, así que hay que anticiparse para que no absorba agua y que no sea hay competencia hidráulica”.
Cano subraya los beneficios del glifosato en su utilización. “Aumenta las capacidades de filtración del agua, retiene más líquido en el suelo y aumenta la porosidad de la tierra”. Desde UPA confirman que están muy preocupados con la posible decisión que se tome en la Unión Europea contra el glifosato, aunque insiste que, al final, surgirá otro herbicida para controlar químicamente la cubierta vegetal. “Pero con este método en particular se lleva mucho tiempo de experiencia, y no es excesivamente caro”, dice, y añade: “Con un uso responsable, en su momento correcto de la aplicación, no hay por qué tener ningún problema”.
Cano sugiere que, probablemente, el debate europeo esté “influenciado con intereses económicos”, para que se sustituya por otros formatos “más caros”.
ALTERNATIVA. Manuel Ruiz, de Grupo de Ecología Activa —GEA—, afirma que el glifosato “ya tiene fecha de caducidad”. Comenta que el parlamento europeo tiene prevista el momento en que se deje de comercializar. “Hay un plan dentro de la normativa europea para ir retirando el glisofato de forma gradual, pues tiene una serie de compuestos que ya están prohibidos y el propio herbicida en sí se vetará en poco más de un año”, afirma Ruiz.
Desde GEA explican que están a favor de que se limite el uso de fitosanitarios, y que el futuro en el campo “tiene que ir entendiendo a la agricultura ecológica o sostenible”, lo que conoce como producción integrada. Sin embargo, Ruiz resalta que el mayor problema al eliminar el producto son la falta de opciones para su usuario habitual. “Cuando se quita una serie de herramientas, hay que intentar dar una alternativa o se genera un problema”, asegura. En GEA recuerdan que ahora se están buscando otras variedades que sustituyan a los herbicidas químicos. “El problema que vemos no es solo la prohibición de una sustancia, sino la necesidad de incrementar la formación para el uso de dicha alternativa o, de lo contrario, se genera un vacío”, dice, y habla de los agricultores, acostumbrados a usarlo en sus tierras y que “no conocen otra cosa”.
