¿Por qué la isla chilena de Chiloé vive su peor catástrofe ambiental?
Sumida en una crisis económica, ambiental y social inconmensurable. Así se encuentra Chiloé, la segunda isla más grande de Chile, desde hace varias semanas tras la mortandad de miles de especies marinas.
La situación fue atribuida al fenómeno de la 'marea roja', una proliferación anormal de algas que consumen el oxígeno disponible en el agua y generan toxinas venenosas en los mariscos.
Aunque el fenómeno es usual, este año se ha registrado la mayor intensidad en los últimos meses, situación que mantiene en jaque al mar chileno. Por esta razón, la Fiscalía de Chile investiga la situación y este viernes agentes de la policía civil están en la isla recolectando muestras de restos de miles de especies marinas varadas en playas de Chiloé.
"Ya se han efectuado sobrevuelos por toda la isla de Chiloé como también la georreferenciación, para apreciar con mayor detalle el impacto ambiental ocasionado", dijo Carolina Herrera, comisaria de la Policía a medios locales.
La investigación busca determinar eventuales responsabilidades ambientales en el vertimiento al mar de 40 toneladas de salmones muertos, ordenada por el gobierno chileno, y si esto tuvo relación con la marea roja que causó el varamiento de especies marinas, y que ha llevado a que las autoridades a declarar alerta roja en dos regiones del sur del país.
Estefanía González, coordinadora de campañas de Greenpeace Chile, afirmó que "en la isla hay un clima de duda e incertidumbre tremendo. El nulo reporte por parte de las autoridades sobre los posibles impactos de los vertimientos de miles de salmones en descomposición, sumado a los impactos ambientales históricos que ha tenido la industria salmonera, están generando indignación e impotencia en la gente de la zona".
La organización recordó que existe evidencia de los múltiples daños que provoca la salmonicultura en los océanos y el medio ambiente, como la alta presencia de antibióticos y químicos, impactos en el ecosistema marino por escape de salmónidos, descarga de desechos y residuos en el mar, entre otros. Además, señaló que ante una crisis como la actual, es necesario que evalúen en profundidad las prácticas de esta industria.
Por su parte, el fiscal a cargo del caso, Marcos Emilfork, aseguró que "los delitos relacionados con el medio ambiente son extraordinariamente graves y son una prioridad".
De otro lado, el gobierno chileno anunció la creación de un grupo independiente de cinco científicos que investigará "la eventual relación entre el vertimiento de salmones y la marea roja", dijo Luis Felipe Céspedes, ministro de Economía.
El gobierno prohibió la extracción de mariscos y su consumo en las regiones donde decretó la alerta, afectando el sustento de pescadores artesanales que han realizado protestas y han rechazado las propuestas del gobierno para apoyarlos económicamente mientras dure la suspensión.
Chiloé, de unos 170 mil habitantes, suma 12 días bajo movilizaciones y bloqueos de caminos de pescadores, mientras en ciudades como Concepción, Valdivia y Santiago han realizado protestas apoyados por estudiantes. Miles de medusas aparecieron en esta jornada, varadas a lo largo de tres kilómetros de una playa de Chiloé, afectadas por el Fenómeno de El Niño, según indicó la Marina chilena.
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