Atanor cerró su planta de Munro y los vecinos respiran aliviados
a empresa química resolvió concentrar su negocio cerrando las plantas bonaerenses de Baradero y Munro, despidiendo en esta última a un centenar de trabajadores | Hace más de una década fue centro de denuncias por presunta contaminación con Talio en Vicente López
Volkswagen suspendería 600 trabajadores de la planta de Pacheco. |
Semanas atrás fue noticia el cierre de la empresa informática Banghó, también en Vicente López, y ahora se suma el cierre de una planta química histórica en el mismo distrito, la de Atanor ubicada en Munro. La empresa comunicó que además cierra las operaciones en Baradero, pero afirmó que se trata de “una decisión del grupo (Albaugh, propietario de Atanor) de focalizarse en el sector de protección de cultivos, donde vemos una oportunidad de crecimiento a nivel mundial", precisó el director de Asuntos Legales y Corporativos de la compañía, Agustín Herrera.
Según un comunicado, Atanor indemnizará a los empleados despedidos, aunque en estos momentos las negociaciones se encuentran abiertas por el dictado de una conciliación obligatoria que hizo el gobierno provincial.
Mediante las redes sociales los trabajadores de la química aseguraron que al llegar hoy a sus trabajos se encontraron la puerta cerrada y que como explicación sólo recibieron un papel mediante el cual se les informó el cierre de la producción.
Por otra parte para muchos de los vecinos de la zona de Munro, la noticia es un alivio: a partir del año 1996 se multiplicaron en la zona los casos de síntomas extraños, desde dolores agudos en diferentes partes del cuerpo hasta problemas de visión, hepáticos y renales. Llegaron a ser más de 60 los afectados.
Tras un largo derrotero de investigaciones se estableció que se debió a la intoxicación con Talio, metal pesado que era utilizado para la fabricación de pesticidas –hoy prohibido- imposible de sanear del suelo y potencialmente mortal al acumularse en el organismo humano. También eran habituales las denuncias por emanaciones y fuertes olores en la zona. Atanor siempre negó la utilización de ese componente en sus productos.
En 1997 Atanor fue clausurada durante 45 días por el entonces intendente de Vicente López, Enrique García. Más tarde la empresa aceptó realizar estudios de impacto ambiental, pero ni bien se presentaron las conclusiones, la Universidad de Quilmes, encargada de realizarlos, denunció a Atanor por adulterar los resultados, habiendo “modificado, mutilado y tergiversado el informe de un hidrogeólogo”.
Cuando en el año 2000 las autoridades ambientales bonaerenses avanzaron en un nuevo informe, la empresa directamente amenazó con cerrar la planta y despedir a los empleados.
Recién hacia 2003 las autoridades ambientales lograron ingresar mediante orden judicial a las instalaciones de Munro a realizar la toma de muestras, y si bien nunca se conoció el origen de la contaminación, las miradas siempre apuntaron a la gigante planta química, alrededor de la cual decenas de cuadras y hasta la plaza de Carapachay presentaban elevados niveles por encima de los permitidos.
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