AGROMODELO
Un estudio asocia la exposición ambiental al glifosato con el cáncer: el caso de Monte Maíz
Fue publicado recientemente en la International Journal of Clinical Medicine y estuvo a cargo del Estudio de Salud Ambiental de Monte Maíz, Córdoba, integrado por médicos de la UNC.
Jueves 2 de marzo | Edición del día
Un estudio argentino que asocia la exposición ambiental al glifosato con el cáncer fue recientemente publicado en la International Journal of Clinical Medicine. El trabajo, titulado Association between Cancer and Environmental Exposure to Glyphosate, estuvo a cargo del Estudio de Salud Ambiental de Monte Maíz, Córdoba, integrado por médicos de la UNC.
La conclusión del estudio reside en que este “detecta elevada contaminación con glifosato en asociación con frecuencias incrementadas de cáncer en un típico pueblo agrícola argentino”. Por otro lado, los médicos agregan sobre el estudio que “por su diseño nos es imposible hacer afirmaciones sobre causalidad. Otros diseños de estudios son requeridos, pero sí nosotros corroboramos la concurrencia de alta exposición a glifosato y cáncer”.
Monte Maíz es un pueblo ubicado sobre la ruta provincial N° 11, en el que habitan unas ocho mil personas. Su principal actividad económica es la agricultura y a la fecha cuenta con unas 45 mil hectáreas sembradas con soja y otras 20 mil hectáreas con maíz, que limitan con las viviendas del pueblo.
Según los resultados del estudio, “glifosato fue detectado en el suelo y en polvillo de granos” y “sus concentraciones fueron más elevadas en el suelo del pueblo que en el suelo del área rural”. Además, “650 toneladas están siendo utilizadas anualmente en la región y se manipulan dentro del pueblo. Nosotros no hallamos otras relevantes fuentes de contaminación. La incidencia, prevalencia y mortalidad por cáncer es de dos a tres veces más elevada que los valores de referencia (GLOBOCAN 2012, OMS) para todo el país (706 sobre 100,000 personas vs 217 sobre 100,000; 2123 sobre 100,000 vs 884 sobre 100.000 y 383 sobre 100,000 vs 115 sobre 100,000 respectivamente)”.
El informe también indica que, por la información entregada por “los ingenieros agrónomos y los aplicadores de agroquímicos locales (…) en Monte Maíz los cultivos de soja y de maíz genéticamente modificados usan 10 kg de glifosato por hectárea por año. 650.000 kg de glifosato son aerolizadas en esta área, creando una carga general de exposición ambiental a glifosato de 79 kg por persona por año, que varía según la actividad agrícola o no agrícola de las personas y por la distribución espacial del glifosato. La región utiliza 975 toneladas de todos los pesticidas cada año”.
En relación a la edad de los pacientes, “el 22 % de los enfermos de cáncer de Monte Maíz tenían menos de 44 años. La tasa de mortalidad por cáncer fue de 383 sobre cien mil personas”, y que “según los certificados de defunción en 2013 y en 2014, los muertos por cáncer conformaban el 39 % y el 34 % de todos los fallecidos”.
El 2 de noviembre de 2016, el programa de TV italiano Le Iene, difundió su investigación sobre el drama argentino de los agrotóxicos, particularmente el caso del glifosato, donde se establecía una asociación entre la exposición ambiental a este agroquímico y múltiples enfermedades como el cáncer y las malformaciones en recién nacidos.
Por otro lado, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, ha incorporado al glifosato a la lista de sustancias potencialmente cancerígenas.
No obstante, Macri ha premiado a Monsanto, responsable de la comercialización masiva de glifosato, otorgándole un programa a su medida en la TV Pública: Locos por el campo. Una clara muestra de los lazos que el gobierno nacional mantiene con los intereses de esta multinacional, profundizando el modelo agroextractivista que el kirchnerismo supo sostener, y que en pos de la rentabilidad empresarial contamina pueblos enteros con glifosato.
El estudio recientemente publicado en International Journal of Clinical Medicine estuvo a cargo de los médicos de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC Flavia Silvina Difilippo, Bryan Maclean y Medardo Ávila Vázquez, quien además es coordinador de la Red de médicos de pueblos fumigados. También estuvieron a cargo el médico Eduardo Maturano, del Comité de Epidemiología del Instituto de Virología José María Vanella, y la Licenciada en Química y Tecnología Ambiental Agustina Etchegoyen, del Centro de Investigación Medioambiental CIMA, de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata.
Todas las encuestas de salud fueron realizadas por estudiantes de medicina del último año de la UNC o profesores de Medicina de la UNC. El trabajo de campo se realizó durante el mes de octubre de 2014. Este estudio fue conducido en acuerdo a la Declaración de Helsinki y bajo el marco de la Ley provincial N° 9694 que regula la investigación en salud humana y fue aprobada por el Comité de Bioética establecido por esta ley (artículo N° 2) para estudios observacionales. Todas las encuestas se concretaron después de obtener consentimiento informado.
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