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Los recurrentes cortes de luz en el conurbano bonaerense se cobraron su primera víctima fatal. Se trata de Héctor, de 78 años y que residía en Avellaneda, precisamente en la calle Vélez Sarfield, entre Brandsen y Belgrano, donde desde hace una semana los vecinos están sin suministro eléctrico.
El hecho sucedió el martes, cuando este hombre mayor no pudo soportar la crisis que le generaba esta combinación letal entre la falta de servicio y las altas temperaturas que provocaron la alerta roja que rige desde el fin de semana.
Según comentaron allegados a la víctima, Héctor padecía problemas cardíacos que lo llevaron a sufrir primero una hemiplejia y luego un paro que terminó su vida cerca del mediodía. Una vecina había ido a hacerle las compras y cuando volvió, la víctima estaba muy mal, pidió ayuda y si bien llegó la ambulancia, no pudieron salvarle la vida.

Las personas que viven en la zona habían realizado diversos reclamos en Edesur pero la situación siguió de la misma manera, hasta terminar con la vida de un hombre que sólo esperaba tener luz para poder sobrevivir a la ola de calor.

Mientras esperaba el sepelio en la puerta de su casa, una vecina identificada como Patricia, señaló a Crónica: "El señor estaba muy nervioso. El ya estaba enfermo y necesitaba el aire acondicionado para no sufrir el calor. Pero tuvo un infarto y no pudieron hacer nada".

Mientras que la cuñada de la víctima señaló: "No lo pudo soportar. Él llamó muchísimas veces a Edesur pero no le decían nada. Le dije que se viniera para mi casa pero él se quería quedar acá".
Reclamo masivo
A su vez, esta mujer, que aclaró que anoche volvió el suministro eléctrico, explicó: "Estuvimos sin luz hace una semana. El domingo volvió y hoy (por ayer) la cortaron de nuevo hasta que a la noche recuperamos el servicio. Se ve que la muerte de Héctor generó alerta". ( NOTA DE NOGAL DE VIDA: EXACTAMENTE IGUAL QUE EN VICENTE LOPEZ).
El reclamo de los vecinos era unánime. "No es un capricho, es una necesidad", comentó otra mujer mientras se abanicaba en la vereda, como una forma de conseguir algo de aire sin ventilación y en medio de un clima agobiante.
En tanto, otra persona de la cuadra se sumó al pedido de recuperar el servicio: "A nadie le importa lo que está pasando. Mucha gente se fue a vivir a otros lugares, pero no puedo seguir molestando ni me puedo pagar un hotel. Tenemos que ir a trabajar sin dormir. Estoy pagando entre 800 y 1000 pesos de luz para pasar un verano de esta manera". Este panorama se repite en varias localidades del conubano así como también en diversos barrios de la Ciudad de Buenos Aires, con la diferencia de que en este caso el desenlace fue fatal.