Alma de Nogal : Los Chalchaleros

domingo, 30 de mayo de 2010

VICENTE LOPEZ : Cuando la plata se lava para el Vial Costero, y no quedan centavos, para los mejores compañeros : los chicos especiales ...




Decepción Bicentenaria en Vicente López.

Fuente: InfoBAN – Correo de lectores*
Quiero que sepan por intermedio de éstas líneas, mi queja, mi descontento, mi decepción y mi dolor, una vez más, como mamá de un chico especial.


Debido a los actos del bicentenario, que como todos sabemos se hicieron en muchos lugares, el municipio de Vicente. López, no estuvo ajeno a esto.

Colocó un escenario en medio de una avenida importante para el partido, dejando a los vecinos (dos días antes y quiero pensar que también dos días después) sin el acceso a la misma.

En los festejos incluían a la sra. Valeria lynch y otros artistas de renombre.
También se ocuparon de pedir a todas las escuelas del partido; primarias, secundarias, técnicas, estatales, privadas y también especiales que mandaran un alumno por grado que recibirían un diploma al mejor compañero.

Ahí fui, ya que mi hijo fue nombrado entre otros de su escuela a participar del encuentro, teniendo que estar una hora antes del comienzo del mismo.

Mi sorpresa… mejor dicho, mi pelea constante, empezó cuando nos presentamos y al querer pasar las primeras vallas, no nos dejaban pasar a los padres.

Teniendo que explicar que los chicos "especiales" en su mayoría, tienen que estar "siempre" con un acompañante.

Pasado éste primer tras pie, nos encontramos con que las escuelas especiales no tenían hecho el diploma; ni siquiera figuraban en los listados de todos los establecimientos de vte. López.

Por cierto, ¿no nos esperaban?

¿la persona encargada de cultura de "mi municipio", no sabe que en su jurisdicción, hay "escuelas especiales”?

Con tantos ayudantes que vi, no se les ocurrió durante la tarde previa al evento verificar si tenían todo lo que necesitaban? ¡evidentemente no!, y la pregunta es: ¿por qué suceden estas cosas con los especiales?

Respuesta: porque siento que como gobernantes sean del partido que sean, no les interesan porque no les suman votos las personas con discapacidad.

Esto para mi sorpresa no terminó ahí. Logré luego de discusiones y de tener que escuchar por ejemplo "que quiere que haga sra. Sobre la hora", pedí que al menos tomen nota del establecimiento del cual veníamos y el nombre y el apellido de cada uno.
Llega el momento de empezar y otra piedra en el camino: el sr. Organizador gritaba y decía constantemente que los chicos subían al escenario solos. ¿solos ?... Pensé… todo oscuro, cables por todos lados, aparatos de audio gigantes sonando hasta ensordecer y lo que es peor y esto me da la seguridad que a nuestros hijos esa noche no los esperaban porque para acceder a esa gigante mole negra y con mucho ruido, había que subir una escalera de metal, sin fondo de escalones y creo que tampoco tenía las cintas antideslizantes que la municipalidad obliga a tener en todas las instituciones. Por ahí, tenían que subir solos.

Quiero explicarles que en las escuelas especiales, hay adolescentes con distintas dificultades, en ésta ocasión, había chicos con dificultades motoras, mentales y ciegos.
Al ver a esos padres que tal vez tuvieron que juntar las monedas para tomar el colectivo que además los dejó a algunas cuadras, debido al corte de tránsito, mi enojo como mamá seguía y se acrecentaba cada vez más.

Otra vez tener que explicar que era imposible que subieran solos al escenario. Otra vez, la decepción de decir "siempre", las necesidades de un ser especial, que es igual a ellos, que es igual a todos nosotros, solo con capacidades distintas que hay que contemplar.

Tener que explicar que lo distinto no es malo, que lo distinto no contagia, que lo distinto también puede (porque trabaja todos los días para eso) recibir un diploma. Y que lo distinto también está entre todos nosotros.

Conclusión de esta carta: para ellos que la historia terminó ahí, no les dieron el diploma, se van a casa y ya está.

Para nosotros como papas comienza algo difícil, pero que estamos acostumbrados a hacer: tener que explicarles, como podamos, a esos seres hermosos que tenemos en nuestras casas, que esas personas se olvidaron una vez más de ellos.

Que quisieron integrarlos a los demás y que otra vez no supieron como.

Me pregunto: ¿por qué no los dejan en su espacio, que nos costó tantos años conseguirlo? ¿por qué no los dejan con su grupo de pertenencia, sus maestros profesores y amigos? Ya que la palabra "integración" les queda a ellos todavía muy grande.

Seguramente, habrán terminado el acto diciendo: "que viva la patria", patria que en 200 años no avanzó en absoluto.

A todos ellos que se tomaron su tiempo leyendo ésta carta ¡gracias!

*CLAUDIA MOURE

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