20/03/12
Reunión en La Plata con especialista, por efectos de la radiación que emiten las antenas
Una delegación local se llegó hasta el OPDS. “Hay que garantizar campañas de concientización de que el mayor daño para la salud está en el uso de celulares sin auriculares o manos libres”, según el concejal José Cestari
Tras una serie de cuestionamientos que se hicieron sobre la no inocuidad de las antenas de telefonía y la suspensión de su instalación en la ciudad, para el estudio del tema, este martes viajó una comitiva local a la ciudad de La Plata para ser parte de un encuentro explicativo con responsables del Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable.
En horas de la mañana concurrió una delegación con integrantes del Ejecutivo municipal (con el doctor Sergio López, Secretario de Gobierno; y la licenciada Moira Morrow, del área Ambiental) y del Honorable Concejo Deliberante de Mercedes (con los ediles oficialistas Marcelo Denápole, Carlos Milhomme y Tucho Méndez, y el del GEN-FAP José Luis Ramos y el del bloque MIC Mercedes José Cestari) a la ciudad de La Plata.
Se reunieron con el arquitecto Daniel Torres, a cargo del área Antenas, que depende de la Dirección Provincial de Evaluación de Impacto Ambiental.
A su regreso, después de escuchar y conversar con el asesor especialista técnico del área, el concejal José Cestari arribó a algunas conclusiones. “Se vienen realizando estudios de los valores límites de las ondas electromagnéticas no ionizantes desde las décadas del 70 y del 80 del impacto que pueden generan en la población. Existe un efecto térmico en los tejidos de los seres humanos, hay personas que son más sensibles y se pueden originar enfermedades. Hay un riesgo laboral, con la probabilidad en algunos casos de contraer cáncer 2B”, dijo (N. de la R: Grupo 2B: "Posiblemente carcinógeno para el ser humano". Hay algunas pruebas de que puede causar cáncer a los humanos pero de momento están lejos de ser concluyentes).
“En nuestro país la actividad de instalación de antenas está regulada por la Resolución nacional 202/95”, destacó Cestari. “Lo más importante es poder medir la intensidad de las frecuencias, mantener los niveles de radiación a través del tiempo. Los equipos y el mantenimiento para efectuar esto son muy costosos”, indicó.
Asimismo, recordó que no hay una Ordenanza tipo en los distritos de la provincia de Buenos Aires, y que cada municipio legisla de acuerdo a sus características y al modelo de ciudad que se desee. “Hay una gran incertidumbre en la opinión pública producto de que las empresas que instalan antenas no son transparentes en cuanto a la información y a su plan de acción a mediano y largo plazo”, según Cestari, para quien “no sirve prohibir la instalación de antenas de comunicación a través de ondas electromagnéticas no ionizantes” (telefonía móvil, radios AM y FM, televisión, radio frecuencia, internet, wi fi, etcétera), porque “en el siglo XXI la circulación de la información es fuente de conocimiento en un mundo globalizado”.
“El Municipio tiene el poder de brindar la factibilidad a la instalación de antenas, luego se envía a la gobernación de la Provincia de Buenos Aires para su aprobación”, dijo con respecto a las responsabilidades, y sobre el caso particular de Mercedes, Cestari marcó que el 14 de abril vence el plazo de 90 días para estudiar la Ordenanza presentada por el Departamento Ejecutivo: “Hay que preparar una Ordenanza que no se contradiga con la de Zonificación. Hay que hacer un mapa con la ubicación de las antenas existentes en el Partido de Mercedes para poder controlar lo que está y luego fijar reglas claras para las empresas que quieran instalar nuevas antenas. Hay que seguir el Protocolo de la Norma para poder controlar el nivel de radiación. Hasta que no esté aprobada la habilitación de obra, y la empresa consigue construir sin esperar, el juzgado de faltas debe ordenar el desmantelamiento de la antena”, según Cestari, quien dejó en claro, además, que también existe la Resolución 900/2005 de la provincia de Buenos Aires que trata sobre los requisitos para instalar antenas en el distrito.
“Hay que garantizar campañas de concientización de que el mayor daño para la salud está en el uso de celulares sin auriculares o manos libres”, tal cual opinó el edil. “Lo ideal es instalar antenas en azoteas o zonas más altas para disminuir el impacto negativo en la mayoría de las personas”, completó.
Estudio demuestra cambios neuronales
Según un cable de la agencia Reuters, pasar 50 minutos con un teléfono móvil pegado a la oreja es suficiente para cambiar la actividad de las neuronas de la parte del cerebro más cercana a la antena. Lo que no está claro es si eso puede ser nocivo, dijeron científicos de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), quienes añadieron que el estudio probablemente no resolverá las recurrentes preocupaciones sobre un posible vínculo entre los teléfonos celulares y los tumores cerebrales.
“Lo que demostramos son incrementos en el metabolismo de la glucosa (una señal de actividad cerebral) en el cerebro, en gente que estaba expuesta al móvil, en la zona más cercana a la antena”, dijo la doctora Nora Volkow de los NIH, cuyo estudio fue publicado en Journal of the American Medical Association.
El estudio pretendía examinar cómo reacciona el cerebro a los campos electromagnéticos causados por las señales telefónicas inalámbricas. Volkow se declaró sorprendida por el hecho de que la débil radiación electromagnética de los celulares pudiera afectar la actividad cerebral, pero dijo que los hallazgos no arrojaban ninguna luz sobre si los teléfonos móviles causan cáncer.
“Este estudio no indica de ninguna forma eso. Lo que hace el estudio es demostrar que el cerebro humano es sensible a la radiación electromagnética de las exposiciones al móvil”, explicó.
Algunos estudios han vinculado la exposición a los móviles a un mayor riesgo de cánceres cerebrales, pero un gran estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud fue poco concluyente.
El equipo de Volkow estudió a 47 personas que fueron sometidas a un escáner cerebral mientras tenían un móvil encendido durante 50 minutos y a otro mientras el teléfono estaba apagado.
Aunque no hubo un cambio general en el metabolismo cerebral, los autores descubrieron un incremento de un 7 por ciento en el metabolismo cerebral de la región más cercana a la antena del móvil cuando el teléfono estaba encendido.
Los expertos dijeron que los resultados eran interesantes, pero instaron a interpretarlos con cautela. “Aunque se desconoce el significado biológico, si es que hay alguno, del incremento del metabolismo de la glucosa por la exposición intensa al móvil, los resultados justifican más investigaciones”, escribieron en un comentario Henry Lai, de la Universidad de Washington, y el doctor Lennart Hardell, del Hospital Universitario de Orebro, Suecia.
Volkow dijo que sus hallazgos sugerían la necesidad de realizar más estudios para ver si los móviles tenían un efecto negativo en las neuronas. Mientras tanto, Volkow no quiere arriesgarse. Ahora utiliza un auricular en lugar de colocarse el móvil junto a la oreja
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