A una semana del temporal
El agua baja y deja ver el golpe a la producción
00:34 16/03/2012 Desazón en la Región Sur, donde murieron animales, desaparecieron pastizales y se inundaron galpones. Notas Asociadas
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COMALLO (AJ).- Rutas cortadas, viviendas destruidas, animales muertos y campos anegados. A medida que bajan las aguas, los daños van quedando a la vista, incrementando la desazón de los damnificados por el temporal de la semana pasada en la Región Sur rionegrina.
Las zonas más afectadas fueron los parajes Corralito y Pichuleufu, en el Departamento Pilcaniyeu, la localidad de Comallo y un radio de 50 kilómetros a la redonda. También el paraje Tricacó del Departamento El Cuy y parajes Treneta, Yaminué del Departamento 9 de Julio y las localidades de Valcheta y Sierra Grande, donde llovieron cerca de 100 milímetros en un lapso de entre dos y tres horas.
La abundante lluvia, que en la zona de Pilcaniyeu estuvo acompañada de granizo, generó la sobresaturación del suelo, provocando un fuerte escurrimiento superficial del agua, con aluviones en los cañadones, desborde de los cauces naturales de río y arroyos.
El temporal provocó el desprendimiento y arrastre de restos de vegetales, la socavación de cárcavas, la remoción de material fino, medio y grueso, la deposición de estos en mallines, valles y cauces, la erosión de riveras, destrucción de pastizales, el anegamiento temporario de valles, la reactivación de meandros, provocando el cambio del cursos de río y arroyos, entre otros.
"En Comallo y alrededores causó un gran daño. Mató animales, destruyó alambrados, derribó dos viviendas y destrozó galpones en la zona de Cañadón Bonito y se llevó la cosecha de alfalfa de unos 50 productores ubicados a la vera del arroyo Comallo, que lo perdieron todo y quedaron con sus chacras anegadas por el lodo. Es un duro golpe del que nos demandará tiempo poder reponernos", sostuvo a este medio el intendente de Comallo, Raúl Hermosilla.
Técnicos de INTA y del Ministerio de Producción realizaron una recorrida por las zonas afectadas con el objetivo de relevar los daños y canalizar la ayuda a los damnificados.
La catástrofe natural incide gravemente sobre el desenvolvimiento económico de los productores y sus explotaciones. Los pequeños y medianos no disponen de los recursos materiales y económicos para costear las reparaciones de los daños sufridos, para restituir los niveles productivos anteriores al temporal.
La tormenta destruyó parte de la infraestructura productiva predial instalada de las explotaciones y de la hacienda, en los campos y chacras ubicados en cercanías de los cursos de agua, y se concentró principalmente en las explotaciones de producción de forraje bajo riego.
Entre los daños se constataron destrucción de obras de captación de agua, de canales de riego por socavación total o embaucamientos, embancamiento de material fino, medio y grueso sobre parcelas cultivadas con alfalfa, pasturas, papa y ajo, como también en mallines, perdida total o parcial de alambrados por arrastre del torrente de agua y barro, desplome de galpones por socavación de cimientos, además de mojarse insumos y productos almacenados.
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