Bardasano advierte de que los móviles pueden ser cancerígenos
Se nota que el tema le fascina al doctor José Luis Bardasano. Y no sólo se observa escuchándole, sino que también así lo confirmaba su presentador, el doctor Julio de la Morena, que comentaba que el bioelectromagnetismo ya era algo que le emocionaba hace 40 años. Acudía a Guadalajara para hablar de este asunto invitado por la Asociación Española Contra el Cáncer delegación de Guadalajara, AECC. En su charla, advertía de que los móviles pueden provocar cáncer, ya que, se ha demostrado que su antena afecta al cerebro.
Comenzaba su intervención informando de que el escudo de la Universidad de Alcalá, donde da clase Bardasano, lo dibujó él. "Me propusieron que lo hiciera y presenté un montón de bocetos, en mi opinión, eligieron el más feo" comentaba sonriendo. Rompía así el hielo antes de entrar en harina en un tema que está presente en el hombre y los seres vivos y, sin embargo, no es fácilmente comprensible: el bioelectromagnetismo.
Defendía que la glándula pineal, ubicada en el cerebro, que genera la melatonina, es la que dirige de alguna manera la sincronización del cuerpo y su entorno, y defendía que el cuerpo debe aclimatarse a su medio, "o te aclimatas o te “aclimueres”, cuando se recibe electromagnetismo" y añadía que no todo el mundo tiene la misma sensibilidad electromagnética a las fuentes tanto artificiales (desde una antena, cualquier electrodoméstico o el móvil) como naturales. "Las personas muy sensibles al electromagnetismo lo pasan realmente mal" señalaba.
Comentó que nos podemos proteger del electromagnetismo que se genera con las corrientes eléctricas manteniéndonos a cierta distancia y procurando adaptarnos. Así y todo, insistía en que no todo el mundo lo soporta igual y mostró unas mediciones que demuestra cómo nos afecta una llamada de móvil y varias imágenes de cómo reacciona el cerebro de un niño de 5 años con un móvil en la oreja. "Los franceses recomiendan que no se acerquen los móviles a los cerebros infantiles, porque les afectan las antenas" declaraba.
Añadía que "un individuo que tiene encendido su teléfono móvil no es sólo perjudicial para él, sino para los que lo rodean. Son como fumadores pasivos. Se tardó 50 años en demostrar que el tabaco era cancerígeno y con el móvil, con el tiempo, se demostrará que son un posible cancerígeno y que va dañando poco a poco la salud" advertía.
Enumeró otros contaminantes de ondas, como el radar, las antenas de radiocomunicación y hasta el tren eléctrico "que no debe ponerse al lado de un hospital porque puede producir una contaminación seria" y alertaba sobre exponer a los bebés de estas fuentes porque les afectan más.
Mostraba fotografías de cómo han medido y mapeado los puntos de contaminación electromagnética en distintos lugares, desde hospitales a centros públicos. "Se pueden solucionar los problemas de contaminación electromagnética” aseguraba.
Argumentaba Bardasano que se ha comprobado que las vacas dejan de dar leche cerca de subestaciones eléctricas, que “hay más huevos hueros en los nidos de cigüeña ubicados en las líneas de alta tensión que en otros" indicaba, incluso mostró con fotografías que si acercamos tubos fluorescentes a líneas de alta tensión se encienden sin enchufarlos a nada. "Dicen que no pasa nada, pero sí que pasa algo por estar cerca de líneas de alta tensión" advertía.
Mostraba cartografías magnéticas de cerebros con móviles en la oreja de individuos, "publicamos resultados de cómo afectaba al cerebro de sordos y se veía que afectaba igual que a personas que oyen. Nos dijeron en EEUU que había que publicarlo más, pero se silenció" exponía.
Se refería también a estudios que demostraban que el electromagnetismo afectaba a los niños más sensibles y provocaba leucemia. Por otra parte, mostraba fotos de histologías que demostraban que el móvil perjudicaba de tal forma al cerebro que lo dejaba expuesto a otras cosas, como posibles infecciones virales.
Bardasano concluía insistiendo en que hay que estudiar más la glándula pineal, que tiene el tamaño de un piñón, y que se va deteriorando con la edad hasta calcificarse e indicaba que los estudios de los últimos 20 años han demostrado la importancia que tiene en el cuerpo como productora de melatonina.
"Si detecta luz, tanto visible como la contaminación electromagnética, no produce melatonina y se ha demostrado que algunos cánceres de mama son ocasionados por una disminución de melatonina y no sólo eso, sino que su falta afecta a otros aspectos de la salud" advertía y finalizaba asegurando que hay pruebas de que el electromagnetismo afecta negativamente y que hay que disponer medidas protectoras siguiendo el principio de precaución. El riesgo está ahí y hay que medir, señalizar, proteger, aplicar medidas correctivas y poner soluciones".
Aplicaciones en la salud
Aunque no todo es negativo. Bardasano destacaba también que los campos electromagnéticos pueden usarse en la biomagnetoterapia con el Neas Topology System, que son señales pequeñas que el cuerpo acepta porque aportan información y puede llegar a curar, junto a otras terapias.
"Ayuda a que cambie una lesión, sobre todo en la regeneración neuronal" señalaba y actúa sobre la glándula pineal ayudando a recuperar el ritmo que considera Bardasano fundamental en el desarrollo y adaptación del ser humano.
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