Alma de Nogal : Los Chalchaleros

martes, 5 de abril de 2011

Una visión de la XV UAC

La tierra es la que manda, el agua es la que manda, la naturaleza dice lo que tenemos que hacer, sino entendemos eso entonces estamos ciegos.

Silvia Echevarría (Poli)

Durante algunas semanas me pregunté de a ratos que era eso de la UAC, si valía la pena viajar no se cuantos kilómetros para compartir un fin de semana con gente que no conocía ¿que me encontraría allá? La experiencia asambleísta que tengo es muy pobre ¿valdría la pena tanto viaje para escuchar hablar de algo de lo que no tenía mucha idea? Los días pasaron y mi curiosidad iba en aumento. No obstante mi espíritu inquieto me estimulaba. Acercándose la fecha ya estaba seguro, viajaría yo sólo si era preciso. No fue necesario, emprendí viaje a Colón con Pablo y Angelo un viernes muy de mañana. Ese día bien temprano me esperaban en Retiro. Cargamos el coche con la carpa y demás bultos. Emprendimos viaje.

Con Pablo había compartido algunas experiencias en la Asamblea Ciudadana En Defensa del Medano Costero y el viaje a la IV Regional en Miramar. Angelo era la primera vez que lo veía. Aun así me pareció que los conocía hace tiempo. Un viaje ameno. No faltaron mates, galletitas y la constante charla que fluía sin cesar. En una de las paradas para cargar gas un lugareño nos dio una clase improvisada de las variedades y bondades del Aloe Vera, casualmente a la vera de un gran aloe. Más mates y más charla.

Llegamos a Colón cerca del medio día en medio de un día de lluvia sin ánimos de parar. Poli Echevarría, una de las asambleístas de Colón, nos orientó celular mediante que camino tomar para llegar a destino. Debimos ubicar el campamento “Piedras Coloradas” y guarecernos raudamente al llegar. Uno de los requisitos necesarios al momento de la acreditación fue decidir si éramos prensa o humanos. Que lástima, pensaba, me hubiera gustado identificarme en otras categorías... aun así era divertido, causaba risas y comentarios de todo tipo entre los presentes. Mientras tanto, sobrepasa el umbral de ingreso un asambleísta que vocifera “¡Buenas tardes! ¡Ya llegamos!” ante la mirada atónita de varios de nosotros. Nos entregaron un cartoncito identificatorio e información del evento en un sobre muy paquete hecho en hojas de vivos colores, reciclado de viejas revistas. Almorzamos en la cantina de Toto, lo clásico, sanwiches de milanesa de ternera, de pollo, solos, con jamón y queso o completos, o de vacío, choripan, empanadas, pastelitos... Ni noticias del menú “popular” anunciado y para peor los precios no eran los esperados, al menos por mí, no obstante siempre había cola para llenar el estomago.
La densa lluvia continuaba tan pareja como cuando llegamos. Luego de la comida nos fuimos reuniendo en la misma sala donde nos acreditamos, un espacio cerrado a la naturaleza circundante. Sus grandes ventanales me invitaban a sortearlos en búsqueda de tan majestuoso paisaje a pesar de la lluvia. A través de ellos podía verse las muchas carpas y los deshabitados bungalows, la entumecida arena de una extensa playa, unos botes, el majestuoso río Uruguay... También se divisaba la costa de nuestro vecino país no tan lejos.
Cerca de las 16hs. las banderas asambleístas empiezan a ganar su espacio en la sala y a tapar algunas ventanas. Zona libre de celulosa, Comisión Multisectorial; No a la contaminación, En defensa de nuestro río Uruguay; Asamblea de Vecinos, En defensa del Médano Costero... Otras banderas ya habían sido colgadas en el patio principal, donde reinaba el viento del río, mucho más grande y abierto en tres costados. En el cuarto lateral la cantina de Toto. El bullicio se mezcla con el sonido de los parlantes, los flashes de las cámaras de fotos y la humedad que instaló la densa lluvia.

Los de prensa aprovechan las bondades de la tecnología 3G con sus notebooks y netbooks munidas de Windows 7.
Se instalan en mesas acondicionadas a tal fin. Los veo hacer sus chequeos que me parecen de rutina. Permanecen expectantes. Los imagino como cazadores a la espera de su presa, la noticia, nosotros. Me pongo contento al haber elegido la categoría humanos.
El lugar resulta ser pequeño, los Uaqueros siguen entrando, el bullicio ensordece. Un papel afiche escrito en fibron azul denota el espíritu de estas jornadas. Es contundente.
Algunos asambleistas se dedican a abrir las ventanas. El aire fresco empieza a circular con mayor libertad. Prueba de micrófono. Griterío. Aplausos.

El bullicio se transforma en murmullo y luego en silencio. Poli da comienzo a la XV jornada de la Unión de Asambleas Ciudadanas en medio de una calurosa bienvenida. En su relato nos cuenta que pertenece a la Asamblea Popular y Ambiental Ruta 135, de Colón, anfitriona del evento.
Nosotros empezamos por la lucha de Gualeguaychu en solidaridad también y adentrándonos después a la problemática ambiental nos dimos cuenta o fuimos teniendo conocimiento de otro montón de problemáticas hasta legar al punto en que estamos, en que además de reconocer todo lo local no estamos ajemos a lo del país ni a lo del mundo. La tierra es en realidad la que manda, el agua es la que manda y el aire es el que manda y nosotros poco tenemos que hacer en eso, salvo tratar de convencer o tratar de explicarle a la gente que así es. No es culpa en realidad, es responsabilidad y es asumir que el planeta este que tomamos y que tenemos prestado lo hacemos todos, lo cuidamos todos y lo mantenemos todos.1

Luego Cristian, otro anfitrión de la misma asamblea que también veríamos abocado en cada instancia de la organización, nos una segunda bienvenida. Nos cuenta que son de los que en su génesis hicieron la página de la Unión de Asambleas Ciudadanas que hoy continúan remodelándola y mejorando sus servicios junto a otros compañeros. Un asambleísta relata:

El transporte fluvial por el río Uruguay trae aparejado un impacto considerable en las poblaciones costeras. Dejan destrucción y basura... involucra lo social y político. Se pelea con algo tan grande que nos sobrepasa a veces.
Carlos, integrante de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Colón, habló acerca del impacto socioambiental que tienen los emprendimientos sobre el río y las comunidades costeras, de exigirle a los políticos que tomen decisiones concretas en torno a los reclamos locales. Otro asambleísta de Concepción del Uruguay propone que las asambleas de la Costa del Uruguay se reúnan más seguido a fin de unir los reclamos en común. Contaminación de la tierra, tala de bosques, cuenca del río Uruguay y también el IIRSA “Un proyecto que tiene como objetivo llevarse todos nuestros recursos naturales”...
En Concepción del Uruguay tenemos nuestro propio riachuelo [...] tenemos dos basurales, tenemos dos frigoríficos subsidiados y los vecinos del lugar permanentemente están quejándose de enfermedades, contaminación por toda la basura que les tiran ahí, tenemos un parque industrial también contaminado [...] Apuntamos a los verdaderos responsables que son los empresarios y gobiernos cómplices de esta situación.2

Cristina cruzó el río para llegar aquí. Pertenece a una asamblea de la República Oriental del Uruguay. Para ella “son tres problemas críticos en la zona: las represas, los monocultivos y los agrotóxicos que se utilizan para controlarlos, y la perdida de los humedales, las costas y las islas”. Abogan por llevar a los diputados una ley en defensa de los humedales, las costas y las islas del río Uruguay.

Antes Entre Ríos era todos verdes, ahora es todo marrón y lo que nos queda está en las costas, en los humedales y en las islas, es todo lo que tenemos de monte [...] Nosotros creemos que es una defensa muy fuerte que tenemos que dar y es parte de nuestra pelea por el agua.3
Me entero que la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguayuchú tiene su origen el cinco del cinco del dos mil cinco. Ellos se nutren de la fuerza de la UAC para corregir los desaciertos y para unirse a los esfuerzos que se hacen en todas partes. Hay problemas para tratar desde el Paranasito hasta el sur del Brasil. Reclaman la necesidad de sentirse unidos. Siguen de pié a favor de las luchas populares en toda Argentina.

Los problemas en algunas partes son comunes, nosotros tenemos uno muy particular, que es el de las pasteras. Esa preocupación es lo que nos animó a nosotros a unirnos en la lucha, informarnos, concientizarnos y luego actuar. Esperemos que en esta cuenca del rio Uruguay, nosotros y los países vecinos podamos unirnos para defender el agua. Estamos en una zona de las más ricas de Argentina en cuanto al nivel de curso de aguas superficiales y tenemos bajo nuestros pies parte del acuífero Guaraní. Creo que tendremos que seguir de alguna u otra forma tomando distintas medidas. Necesitamos demostrarles que seguimos de pié y que vamos a seguir en la lucha contra la contaminación que significan las pasteras, como vamos a seguir y adherir a todas las luchas puntuales o generales que se organizan en cualquier lugar de Argentina.4





Emilio, de la Asamblea de Gualeguaychu y del Movimiento Binacional de Afectados por Yaciretá notifica que las asambleas de Corrientes y Misiones todavía están en camino, vienen con reclamos similares a los expuestos. Habló sobre los impactos del Yaciretá que generó doscientos mil desplazados... las empresas forestales tienen gran parte del territorio misionero... han surgido nuevas asambleas en esa región.

Un muchachito de veintipico años toma la palabra. Es presentado como integrante del Movimiento QOM de Santiago del Estero. Nos relata:
En esta lucha que se viene extendiendo de los Pueblos Originarios es la lucha por la vida. Es una lucha más allá de lo político partidario, es una lucha existencial. Y seguimos estando solos, hace cuatro meses que estamos ahí - acampando en 9 de Julio y Avenida de Mayo. Y seguimos estando solos porque no nos hemos vertido a ningún partido. La idea fundamental es salirnos de uno para hacer un nosotros. Eso es lo fundamental, si no partimos, o sino nos partimos nosotros para hacer con el otro no va a haber ningún momento un adelanto, ningún momento... Y vamos a hacer un puñadito por aquí y otro puñadito por allá. O poniendo una metáfora vamos a ser unos brazos, río que no tiene o no lleva a ningún cauce. Que por el contrario si hacemos un río más fuerte seguramente la lucha por la vida va a ser más fuerte. Y sostenemos que esta lucha más allá de no ir en ninguna línea política tenemos que estar todos. Si no estamos todos volvemos a decir que no vamos a ser nada, no vamos a ser ningún cauce fuerte y vamos a seguir siendo esa brisa y no lograr ser un huracán. Para los pueblos originarios la memoria siempre va de frente y la memoria no muestra la cara y la memoria va abriendo los caminos. Que para contrario, para occidente la memoria siempre queda atrás y nos mira de espalda a nosotros. Y le voy a decir teniendo memoria y seguir pensando que esta construcción de Estado Nación seguimos excluidos los negros y los indios. Y la idea es ir pensando juntos, junto a los hermanos de Paz Martina, los hermanos de Andalgalá, de la lumbrera, los hermanos de Entre Ríos también, seguir pensando en como podemos nuclear para dejar de ser brisa y ser ese huracán y dejar de ser eco para ser voces.5

El aplauso a sus palabras se suma a los anteriores. Se presentan otros asambleístas y nos resumen que están haciendo en sus asambleas. Logro registrar algunas de ellas. De San Juan el reclamo es por la sequía y la energía hídrica. Los del grupo Las vueltas del Caracol, son de Berazategui de una biblioteca popular muy comprometida. C.O.P.A. Coordinadora de Organizaciones Populares Argentinas. Desde Vicente López, Unidos por el Río. Le toca el turno a mi compañero de viaje, Pablo, de la Asamblea de Vecinos En defensa del Medano Costero, de Villa Gesell, quién destaca la importancia que tiene para nuestra región la sanción de una Ley de Costas. Los integrantes de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Ciudad Evita alertan la aparición de nuevos CEAMSE en la zona, ellos proponen como alternativa el reciclado de origen. Los de Catamarca dicen que están vendiendo la patria todos los días. El Pueblo Diaguita Calchaquí critica la incompatibilidad entre soberanía y derechos territoriales. Los de la Asamblea Popular del Agua, de Mendoza, proponen dar un salto cualitativo en la dinámica de los encuentros, donde lo común sea la problemática y no lo local. “Las asambleas regionales fortalecen las locales”. Su problemática es la megaminería junto a Neuquén y San Luis. Los santafesinos luchan contra los agrotóxicos, “los cien metros no son nada”, dicen. El Foro de las Asambleas de Comodoro Rivadavia está en contra de la megaminería a cielo abierto que se realiza en Chubut. También hay estudiantes universitarios de La Plata, Lujan, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, de Córdoba y de otros tantos lugares. El Colectivo Tinta Verde de La Plata trata el periodismo ambiental. La productora independiente de Mendoza, Agalón, aborda una temática similar. El Frente Cívico por la Vida. Los Amigos por la Tierra de Argentina. La Asamblea Socioambiental de Santiago del Estero. El Movimiento Nacional de Campesino Indígena. Los integrantes del Colectivo Semillas de la Rebelión, de Rosario, quienes denuncian que la utilización de agrotóxicos en los cultivos de su región está afectando la biodiversidad. También está presente el Grupo de Mujeres del Silencio. En un momento alguien aparece con dos grandes ejemplares de pez sábalo colgando de su mano, coreando una canción “¡Sábalo sí, sábalo no... sábalo sí, sábalo no... abajo las represas, arriba el sábalo!” ante risas y aplausos de los presentes. Para mi sorpresa semejante despliegue escénico no le cae muy bien a Angelo, el es vegetariano... no pude dejar de pensar en lo sucedido. Angelo tiene un gran respeto por todo tipo de animal y por la biodiversidad en general. Más tarde me enteré que por primera vez se sumaron asambleístas de Ecuador y Chile.

Se explica que muchos no logran venir a la reunión por los costos del viaje. Sugieren hacer donativos para que algunos compañeros puedan regresar a sus lugares de origen. La iniciativa es todo un éxito.
Hasta este momento somos ciento sesenta y tres los acreditados, recalca Poli. Se propone hacer siete comisiones de una veintena de personas para trabajar los temas sugeridos. La propuesta gira en torno a centrar cada comisión en la diversidad. Habrá un coordinador y por lo menos un “escriba” que tomará nota de lo acontecido para luego entregar las conclusiones a otro grupo encargado de sistematizar la experiencia. Tal cual la consigna, la creación de las comisiones fue diversa y también muy divertida. La lluvia ya había amainado. Copamos la cancha de básquet y nos dividimos. Primero por rango de edades, luego no me acuerdo bien y finalmente por cantidad de encuentros UAC. Esto me era conocido, casi familiar, ya me estaba gustando, no pude sino esbozar una sonrisa mientras iba de aquí para allá en medio de la marea humana.
Una vez formadas las comisiones, cerca de las 18hs, cada grupo toma a su gusto y por asalto un sector del camping. Se podía elegir entre la cancha de básquet, el salón de los amplios ventanales o el patio de la cantina de Toto donde ahora ya no corría tanto viento. Algunos de mí comisión convence al resto a ir al salón. Partimos hacia allí velozmente...

Trabajamos en comisión ese viernes por la tarde/noche, el sábado a la mañana y también por la tarde. El temario propuesto para el tratamiento en comisiones fue:


La UAC Hoy.

Militancia Ambiental.

Estrategias superadoras.

Integración.

Mi grupo era bien multidisciplinario, aunque en su mayoría dominaban los jóvenes. Dado que este era mi primer encuentro, la principal inquietud que tenía era saber como veían la UAC los integrantes de mi comisión. Lo hice notar. No tardé en escuchar respuestas. La que más me satisfizo fue la de Norma que mas tarde escribió “Desde siempre en la UAC hay una tensión entre el sentido de ella, por un lado quienes la piensan como un espacio de encuentro entre las organizaciones (territoriales y de todo tipo) sin aspirar al nivel de una organización más formal, concretizada. Una segunda manera de verla es como un sendero a una organización. Algo así como un Movimiento Social con cierta autonomía. Es la reflexión como espacio que aglutina diversos sujetos de lucha (organizaciones territoriales, organizaciones ambientalistas, periodistas, abogados, universitarios, artistas, legisladores, etc). Se trata de poner en acto un encuentro, una práctica y acciones que supone la articulación de sujetos de lucha”. Husmeando la página Web de la UAC encontré:

La Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) es un espacio de intercambio, discusión y acción conformado por asambleas, grupos de vecinos autoconvocados, organizaciones autónomas no partidarias ni vinculadas al aparato estatal y ciudadanos en general reunidos en defensa de los bienes comunes, la salud y la autodeterminación de los pueblos, seriamente amenazados por el saqueo y la contaminación que el avance de diferentes emprendimientos económicos van dejando o pretenden dejar a su paso.

La UAC nace con el propósito de articular y potenciar las diferentes luchas que en los últimos años han emergido en todo el país para repudiar el avance sistemático de los emprendimientos destructivos, y con la convicción de que la Consulta Popular y la autodeterminación de nuestras comunidades es la única vía para logar un modelo de desarrollo regional sustentable, respetuoso del ecosistema, de las economías regionales y las culturas e identidades locales. Es, a la vez un espacio que asambleas y grupos se han dado a sí mismos, con la simple y básica convicción que la unión hace la fuerza. No tiene una existencia autónoma por encima de quienes la conforman. No existe un comité directivo ni de gestión, ni autoridades, ni voceros. La complejidad del planteo “crecer o desaparecer” se mantiene y depende de quienes la conforman. La diversidad de individualidades es vital, de lo contrario el crecimiento se detiene Se construye a sí misma en su encuentro, en su accionar, en su producción dinámica y colectiva de un mensaje que propone detener la destrucción de seres y ambientes (considerados como un todo), revisar el modo hegemónico actual de producción y consumo, pensar nuevas formas de existencia y relaciones en el planeta.6

Una de mis sorpresas fue escuchar a menudo en la metáfora del territorio y al menos un par de veces la de mapa en contraposición a la anterior. Nunca imaginé escucharlas allí, pero si, estaban muy presentes. Otra palabra que me llamó poderosamente la atención fue la de socioambientalismo y también luchas socioterritoriales. Una de las explicaciones era que la palabra “ambiental” es ambigua, muy usada en todos lados...

Al finalizar las comisiones transcriben sus conclusiones en afiches amarillos destinados para este fin. Algunos hacían una especie de resumen. Otros se tomaron más trabajo y construyeron algo así como un mapa del acontecer grupal. Se los pasan al grupo de sistematización constituido por dos o más representantes de cada comisión.

Finalmente sale el sol, fue una hermosa tarde de sábado. Algunos no dudaron en meterse al agua en cuanto finalizaban las actividades. Pablo es uno de ellos. Para las 19:30hs Poli da por finalizado el trabajo de las comisiones. Pastrana toma la palabra. Habla del concepto de pueblo de la Nación Mapuche, de su cosmovisión. “Resistimos más de 500 años refugiándonos en el concepto que tenemos de la vida. No tenemos vida propia, somos parte de la vida. Somos tomadores de vida... acá somos todos iguales, no acompañamos la lucha, somos parte de la lucha”. Cierra su exposición coreando junto a todos nosotros ¡Marichi Weu, Marichi Weu, Marichi Weu! - “siempre estaré aquí” en mapudungún, grito de batalla que hicieron resonar los mapuches cuando llegaron los españoles. Nuevamente estallan los aplausos...
Una de las críticas que hacen algunos asambleístas tiene que ver con el “tiempo muerto”. Hoy sábado, por ejemplo, mientras la comisión de sistematización realizaba su trabajo – casi unas cinco horas - los demás nos dedicamos a descansar, caminar, a zambullirnos en el río, a hacer sociales... A otros no les parece mal, de hecho creen que son muchas actividades para el fin de semana. A mi ni fu ni fa, esas horas se me pasaron volando.Un asambleísta lee las reflexiones y propuestas que surgieron de la sistematización a modo de conclusión. Mañana domingo a la mañana se tratarán en plenario abierto.

Comienza a anochecer. Un grupo desenrolla una bandera Argentina gigante. Empieza a configurarse lo que al rato será la movilización por las calles de la ciudad. Banderas y pancartas se despliegan a lo largo de las calles de Colón. Se instala la noche.
Los de arte se dedicaron a pintarles la cara con alegres motivos a cuantos pudieron. Comienza la caminata. A poco de iniciar la marcha estoy a punto de quedar perplejo. Le pregunto a alguien ¿pero cuantos somos?, me responde: “Somos más de doscientos”. Doscientas almas que marchamos entre cánticos, aplausos y energías renovadoras. “Es el espíritu de la marcha” me dijeron. Y quedo perplejo en medio de esta fiesta que se, me costará olvidar.

Una constante sensación en estos días es que el tiempo no pasa. Por momentos pienso que se detiene. Esta vez consulto la hora y compruebo que en realidad el tiempo pasó muy rápido para mí. Al final de la marcha arribamos al camping, nos dedicamos a comer y a disfrutar del folclore, peña mediante. Luego fogón para los más aguantadores.
El cansancio me puede, me convenzo que es hora de ir a dormir. Mañana tenemos el Plenario y debo estar descansado para el viaje de regreso.
Domingo por la mañana. Cuesta levantarse. Llego un poco más tarde de lo anunciado. Encuentro a Angelo escuchando atentamente. Más allá está Pablo. Recién empieza el plenario.
Una cuestión que genera mucho debate y consume gran cantidad de tiempo es el tema nuclear. Finalmente se aprueba la moción para que los asambleístas de Gualeguaychu realicen una bandera con una inscripción de rechazo a la energía nuclear, que tenga el logo de la UAC, para ser exhibido por primera vez en la movilización que tendrá lugar en esa ciudad. Los símbolos antinucleares y uaqueros serán proporcionados por los compañeros de prensa. Se decide que para la próxima reunión habrá un taller que tratará el tema nuclear. Javier, un activista antinuclear de larga data, se compromete a enviar un documento que él creo, con sesenta y cuatro motivos en los que apoyarnos para decir NO a la energía nucleoeléctrica. Propone comentar y ampliar el texto. Surgen otras críticas espontáneas en cuanto a la dinámica de la UAC. Entre ellas el poco tiempo para realizar los talleres: en esta ocasión no alcanzó el tiempo para llevar adelante todos los planificados. Cada vez somos menos. Me entero que generalmente los domingos pasa esto en las reuniones de la UAC, la gente empieza a irse desde temprano. Todos tenemos que regresar a nuestros hogares.

Entre otras mociones aprobadas estaban: afianzar la comisión de finanzas, la comisión de legales, el banco de semillas, la comisión de arte, realizar un taller de mapeo colectivo en el próximo encuentro, fomentar la participación de medios de comunicación alternativos, realizar un calendario interactivo en cuanto sea posible que de cuenta de fechas, acciones, movilizaciones, etc de las diversas asambleas del país.

En un momento del plenario surge la pregunta “¿que vamos a comer?” nadie propone nada en concreto. Lo veo a Angelo levantando la mano... al rato le dice a la coordinadora “te estoy pidiendo hablar hace un rato y no me das la palabra”. A los pocos minutos la comisión de comida popular ya estaba organizada y lista para actuar.

Compraron fideos, tomates, verduras... consiguieron un gran caldero de acero fundido, una olla, platos, cubiertos... En resumen, la comisión se lució, Angelo se lució, hizo de comer para todos nosotros. Como fondo el río Uruguay, playa, un árbol, barquitos... La escena me hacía recordar a esos programas de cocina de los canales gourmet. Comimos unas sesenta personas con tan solo ciento cincuenta pesos.

¡Gracias Colón! mejor aun ¡Gracias Poli, Cristian y todos los amigos de la Asamblea Popular y Ambiental Ruta 135!
“La UAC no existe como entidad, la UAC somos nosotros”

Un asambleísta

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