Los cuatro pasos de una dieta contra la fatiga digital
05/08/11
Fatiga digitalComo cualquier otro menú para adelgazar, la dieta digital tiene cuatro pasos, pero en lugar de los clásicos dessayuno-almuerzo-merienda-cena aparecen repensar-reiniciar-reconectar-reactivar. El concepto aparece en el libro “La Dieta Digital”, que escribió el periodista estadounidense Daniel Sieberg, especializado en tecnología y que se tomó un año sabático para cambiar su modo de vida.
Antes de empezar, hay que calcular el grado de dependencia, en base a los diferentes dispositivos que el “adicto” tenga. Por ejemplo, por cada teléfono celular se suman tres puntos, por cada tableta dos puntos y por cada cuenta de correo electrónico otros dos puntos. Con menos de 24 puntos el usuario tiene una dieta equilibrada. Entre 25 y 35 ya empieza a sentir los efectos de una vida que tiene cierta dependencia de la tecnología. Si la suma supera los 36 puntos se puede hablar de un obeso digital.
La dieta empieza por “Repensar” el tiempo diario que se le dedica a navegar en Internet por cuestiones no laborales. Y una vez que se tiene noción de ese tiempo perdido, pensar en el tiempo que se ha perdido para pasar con su grupo de amigos, horas de sueño y de actividad física.
La segunda parte consiste en “Reiniciar”. Es la fase de “desintoxicación y se trata de alejarse de la tecnología. Sieberg propone empezar por algún día del fin de semana, después el fin de semana completo y retomar tareas de la “era anterior”, como la lectura, el deporte o simplemente, las conversaciones con amigos.
El tercer paso es “Reconectar”. Sieberg enfatiza que no es una persona “anti tecnología”, sino que su objetivo es reasignar prioridades para poner a la tecnología un par de escalones más abajo. El tiempo razonable que se le debe dedicar a la computadora debe estar entre los 90 minutos y las tres horas.
El último capítulo de la “dieta digital” es “Reactivar” y está relacionado con la idea de que no podemos estar completamente aislados a nivel tecnológico. Es afianzar los tres pasos anteriores y lograr la vuelta a la vida digital. Según el autor, el objetivo estará cumplido cuando el equilibrio entre la relación con la tecnología y la relación con las personas fluya de manera natural. “No tendré miedo a estar desconectado”, es una de las frases que el adicto deberá poder superar.
El bienestar unplugged
05/08/11
Por Gonzalo Sánchez
No insistamos con eso de “entrar en Internet” porque hace rato que la frase pasó de moda. Internet nos acompaña full time en dispositivos cada vez más insólitos e inexplicables, palpita en nuestros bolsillos, carteras y mochilas, y resulta lícito desconfiar hasta de aquellos que demoran en respondernos un e-mail. Vivimos conectados y bajo ese aura de conectividad suceden buena parte de nuestras historias. Pero cuidado, que el abuso conduce al vicio y el vicio ya se sabe: desde que las redes sociales irrumpieron como punto de encuentro generacional obligado, la idea de que todo pasa y sucede en simultáneo aquí y ahora viene alterando peligrosamente el amperímetro de nuestra ansiedad. Frente al riesgo de la tecnodependencia, entonces, desenchufar un rato aparece como consejo saludable: una forma de evitar la intoxicación digital y reencontrarnos con la versión unpluggued y postergada de nosotros mismos.
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