Alma de Nogal : Los Chalchaleros

lunes, 15 de noviembre de 2010

A GARCIA LE DIERON CON EL TRABUCCO DE LA SILBATINA - AGENCIA NOVA

Fuente imagen : Zona Norte en la ante última marcha

Esta vez fue en la Quinta Trabuco
Enrique García fue silbado por el público


Los motivos de tantos fastidios vecinales hacia el intendente de Vicente López pueden ser múltiples y variados.
El intendente radical Enrique García acaba de recibir una nueva muestra de repudio: se debió bajar del escenario tras los silbidos profesados por el público. Esto sucedió el pasado miércoles en al Quinta Trabucco, Florida, Vicente López, en instantes en que se realizaba un recital de música nacional que promueve la provincia.
Mientras el canto de “Los Nocheros” y de Jairo iba cautivando al masivo público, sus animadores, Dady Brieva y Teté Custarot tras advertir la presencia del intendente lo hicieron subir al escenario.
Sin comprender (o tal vez sí, pero no le interesará) que los presentes estaban para disfrutar un verdadero festival, el cuestionado e imputado intendente Enrique García intentó lanzar una suerte de discurso político.
Sin que pasaran muchos segundos comenzó una fuerte silbatina por parte de de miles de vecinos. La situación llevó a que un ofuscado y molesto intendente abandonara el escenario.
El relato de los hechos proviene de varios presentes que se comunicaron con la redacción de “Lo Nuestro”. Como corresponde con este tipo de situaciones, se chequeó la información con distintas fuentes. Incluidos funcionarios y veteranos periodistas, que estuvieron como uno más del público.
Hace poco menos de 10 días, el intendente -acompañado por unos funcionarios- patoteó a los vecinos que se movilizaron contra el Vial Costero.
Ahora, y esto es lo llamativo, fueron lo vecinos que distante de cualquier especulación política, salieron a ponerles límite -silbatina de por medio- a Enrique García.

Los motivos de tantos fastidios vecinales pueden ser múltiples y variados. Tantos como los miles de vecinos que no bancan más las contradicciones, los dobles discursos políticos y las ambigüedades. ¡Muchos menos que los atropellen!

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