Azucena Gorbaran: El trabajo es salud, pero también puede enfermar

Opinión


El trabajo es salud, pero también puede enfermar

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Para LA NACION

Los suicidios de empleados de France Telecom pusieron en tela de juicio la capacidad de las empresas para generar condiciones de re alización y bienestar. Lo decía Elliott Jaques, en sus fundamentos de Organización Requerida: las organizaciones pueden ser promotoras de salud, pero también generadoras de enfermedad, simplemente por no respetar "la naturaleza de las cosas".

Para Jaques y sus seguidores es el sistema el que condiciona el comportamiento. Es decir que, dependiendo de la forma en que una compañía se organice y los líderes ejerzan su liderazgo, se darán condiciones para que existan relaciones de confianza o para que ocurra lo contrario, en cuyo caso las condiciones favorecedoras de enfermedad se incrementan en forma significativa.

Son "generadores de salud", al decir de Jaques, dos aspectos re- levantes propios de la estructura organizativa: el primero se refiere a trabajar en un rol cuya complejidad podamos resolver, para lo cual hay que poder asegurar que la capacidad de cada uno sea acorde a su responsabilidad. El segundo está referido a la necesidad de contar con un jefe cuya capacidad le permita dar cuenta de problemas cualitativamente más complejos que los que delega a su colaborador y pueda, de esta manera, agregar valor a su trabajo.

Una persona cuya capacidad está por debajo de la responsabilidad de su rol se encuentra expuesta a una exigencia que no puede resolver. La pérdida de estima personal y el temor al despido y al fracaso lo llevan a incrementar el tiempo trabajado y realizar sobresfuerzos que sólo logran incrementar la tensión, el nivel de angustia y la pérdida de control.

La frustración que produce sufrir las restricciones de un jefe que no brinda autonomía y limita la expansión del propio potencial favorece el conflicto entre roles, la desconfianza y la baja colaboración. En ambos casos, la propensión a enfermar aumenta.

Además de asignar la tarea co- rrecta a la persona correcta y asegurar la adecuada distancia entre jefe y colaborador, un líder promueve condiciones de salud y bienestar cuando brinda contexto y genera participación. El que todos los trabajadores, independientemente de su nivel, conozcan el entorno de los negocios y los lineamientos de largo plazo les permite comprender por qué se toman las decisiones y también contribuir y prepararse emocionalmente para aceptar aquellas medidas que, tarde o temprano, los afectarán.

Se promueven condiciones de salud cuando la gente sabe para quién y para qué trabaja. El verdadero sentido se crea cuando se identifica el valor que cada uno aporta para el cliente y cuando hay un colectivo que une esfuerzos para satisfacer no sólo las expectativas del mercado sino también de la sociedad.

Para un trabajador, conocer el sentido de su trabajo debería ser un derecho porque como "práctica saludable" le permite ejercer su li- bertad de crear, de entregar lo mejor y de disfrutar lo que hace.

Mientras no exista plena conciencia de que las organizaciones son organizaciones humanas seguiremos debilitando las relaciones de confianza, erosionando la "seguridad psicológica" y promoviendo intencionalmente o no condiciones negativas con su correspondiente impacto en la vida de la gente y la sostenibilidad de los resultados.

Los líderes de la Argentina necesitan incrementar el nivel de conciencia del impacto de sus acciones y decisiones en los demás y usar su poder para transformar los entornos de trabajo en los que se desenvuelven, mediante la modelación de relaciones de confianza que trasciendan a la sociedad. No hay restricciones políticas para esto, simplemente claridad de propósito y apropiación de los propios espacios de libertad.

La autora es presidente de AMG Consulting Group