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martes, 19 de agosto de 2014

El Veneno lo llevamos dentro. Opinión Patricia Araujo, Diario Junio

13/08/2014 - 10:19:32 - visitas: 3450
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Campo y producción

OPINION : Patricia Araujo

El Veneno lo llevamos dentro


Luego que DIARIOJUNIO publicara el artículo “Envenenados: una bomba química nos extermina en silencio”, la repercusión no se ha detenido. No solo por las casi 40.000 visitas , sino por el debate generado. De hecho, la periodista Patricia Araujo se comunicó con nuestro diario preocupada por la salud de la víctima entrerriana, Fabian Tomasi. Además y como aporte nos envió para su publicación una nota sobre el particular que hizo para un posgrado de especialización de periodismo en la UBA. Aunque extensa, la nota aporta datos, bibliografía, notas periodísticas, etc que vale la pena conocer. El aporte viene a cuento a propósito del debate que proponen ambientalistas locales sobre la posibilidad, aún incierta, del fracking en el vecino país, negada por las autoridades de ANCAP, o sea, los supuestos impulsores de avanzar en la fractura hidráulica en esta zona. 

LA NOTA TEXTUAL

Los herbicidas utilizados en la siembra, especialmente en la soja y el tabaco están produciendo desde hace algunos años efectos secundarios que enferman a la población rural expuesta a las fumigaciones aéreas del glifosato aunque la empresa que lo comercializa dice que no es nocivo para la salud.
La flia. Rivero vivía a un lado de la ruta de la localidad de Lavalle, dentro de la propiedad del Sr. Giordano. Lindando a esta propiedad se encuentra la de Oscar Ganduzzi, productor tomatero de la provincia de Corrientes, cuando comenzaron a enfermarse los animales que criaba esta familia (chanchos, pollos, perros, gatos, gallinas), presentando todos los mismos síntomas (tos, náuseas, ictericia, etc.). Posteriormente murieron, con la característica que no se agusanaban. Días después el hijo José Carlos Rivero se enfermó presentando los mismos síntomas que los animales que habían muerto. El niño transcurrió varios días de agonía, sufriendo varias crisis convulsivas, propias de los intoxicados, hasta que finalmente falleció
En Misiones, Ezequiel Ferreira comenzó a trabajar antes de los 4 años: murió a los seis trabajando en una granja avícola manipulando agrotóxicos; Fabián de 4 años padece hidrocefalia y por carecer de todo tipo de recursos para acceder a un rodado adecuado para su movilización, la madre debe cargarlo en brazos todo el día; Talia de 10 años presenta un cuadro de afección a su sistema nervioso.

Mientras tanto esta semana salió publicado en el diario El Territorio de Misiones que la existencia de 346 personas discapacitadas, de los cuales 300 son menores de entre 1 y 15 años con deformaciones, estaría relacionado directamente con el uso de agrotóxicos en las plantaciones de la zona. Los casos más frecuentes que se han detectado son niños y hasta familias enteras con cuadros de hidrocefalia, parálisis cerebral, problemas motores, síndrome de atención, retraso madurativo y polineuropatías según los resultados del estudio realizado por la Asociación Miastenia Gravis de Apóstoles. Un agricultor al referirse a este tema dijo “el veneno lo llevamos dentro”.

En la provincia de Corrientes se ha conocido la muerte dos niños por la presencia de órganos clorados y fosforados a consecuencia del impacto que los agroquímicos producen  en la salud tanto de niños como adultos. Según los especialistas, desde 2010 han apreciado un efecto claro de los agroquímicos en la salud de la población  afectada con malformaciones, cáncer, problemas de piel, entre otras patologías. Vinculan cada vez más  los casos de cáncer infantil con el mal uso de pesticidas. En el Servicio de Hemato Oncología del Hospital Pediátrico de la provincia se diagnostican cada año entre 30 y 40 casos de leucemia, linfomas y tumores los que mediante intensos tratamientos más del 70% pueden revertirlos. Los pacientes provienen tanto de localidades del interior como de la ciudad Capital. 


El Dr. Medardo Ávila Vázquez es médico pediatra, miembro de la Red Universitaria de Ambiente y Salud-Médicos de Pueblos Fumigados, ex Subsecretario de Salud de la provincia de Córdoba. Desarrolla Conferencias y Ateneos en la temática en casi todo el país. En el año 2010 se llevó a cabo el Primer Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados en la Facultad de Ciencias Médicas; Universidad Nacional de Córdoba. En su introducción tomó la “Declaración de Caroya” realizada el 13 de septiembre de 2008 por un amplio grupo de organizaciones de vecinos autoconvocados y ONG ambientalistas de Córdoba capital, Oncativo, Colonia Caroya, Jesús María, Sinsacate, Alta Gracia, Cañada de Luque, Marcos Juárez, La Granja, Anisacate, Río Ceballos y Las Peñas, entre otros.

En su texto explicita que: “los procesos de sojización, monocultivo, siembra directa, agricultura intensiva han afectado la natural convivencia en los siguientes órdenes: Salud: Reducción de la edad media y talla de crecimiento en pueblos fumigados por desnutrición y descenso de las defensas naturales. Malformaciones congénitas. Mutagénesis. Pérdidas de Embarazo. Depresión y Suicidios. Afecciones al sistema nervioso central y otras patologías neurológicas. Invalidez. Espina Bífida. Lupus. Leucemia y otros tipos de cáncer. Cloracné y otras afecciones cutáneas. Asma, alergias y otras afecciones respiratorias y pulmonares. Esterilidad e Impotencia masculina. Disrupción Hormonal y otros trastornos hormonales. Disminución del desarrollo en la infancia. Síndrome Febril prolongado sin foco. Mayor vulnerabilidad infantil a contaminantes. Anemia. Esclerosis Múltiple. Isquemia cerebral. Muerte.”

Estos reclamos y denuncias tomaron estado público nacional cuando se conoció que la justicia penal ordinaria había dado lugar a la presentación realizada por los vecinos del Barrio Ituzaingo, anexo a Córdoba, basada en las denuncias de la Secretaria de Salud de la Ciudad por los cuadros de envenenamiento producidos por las fumigaciones aéreas.

En enero de 2009 el Grupo de Reflexión Rural  presentó a la Presidenta de la Nación un extenso trabajo que recoge los reclamos de los pueblos fumigados a lo largo de todo el país. En el informe  se denuncia que la salud en la población sujeta a fumigaciones sufre, en primer lugar, de una mayor cantidad de recién nacidos que presentan malformaciones congénitas y muchos más abortos espontáneos; y en segundo lugar, una mayor detección de cánceres en niños y adultos y enfermedades severas como púrpuras, hepatopatías tóxicas y trastornos neurológicos.

A título informativo: el Dr. Rodolfo Páramo, médico pediatra y neonatólogo del hospital público en la ciudad de Malabrigo en Santa Fe, resaltó la alarma que le produjo encontrar 12 casos de neonatos con malformaciones sobre 200 nacimientos anuales en 2006,
A su vez, en Rosario del Tala en Entre Ríos, hubo 4 casos de niños muertos a causa de malformaciones congénitas que habían nacido en esa localidad. Ambas zonas tenían como denominador común el haber sido fumigadas con agrotóxicos.

De la misma manera la Dra María del Carmen Seveso, Jefa de Terapia intensiva del Hospital 4 de Junio de Chaco, contabilizó muchos casos de enfermos con insuficiencia renal, malformaciones congénitas en hijos de madres jóvenes, cáncer en personas muy jóvenes, abortos espontáneos y dificultades para quedar embarazadas, problemas respiratorios y alérgicos agudos por la exposición a un mayor nivel de contaminación química del ambiente.
La Dra Ana Lìa Otaño realizó un estudio en la Provincia de Chaco que arroja que en el año 1997 había un 19,1 por 10.000 de niños con malformaciones y en el año 2008 el porcentaje aumentó al 85,3 por 10.000.

El cultivo de la soja en la provincia de Chaco, desplazó otras actividades tradicionales de la economía regional. Se instalaron empresas que son pools de siembra que se convirtieron en propietarios de grandes extensiones que correspondían a tierras fiscales. Se pudo apreciar que el aumento de las malformaciones  congénitas ha sido proporcional al aumento de las hectáreas sembradas con soja en este caso. La Dra. Otaño también realizó una comparación del aumento del cáncer en niños menores de 15 años: en el año 1985 habìa un 10,5 por 100.000 y en el 2007 se incrementó a 15.7 por 100.000.  La incidencia de cánceres infantiles  se comparo con los pueblos que eran poco fumigados con los otros que tenían un mayor grado de exposición a plaguicidas. El informe de la provincia de Chaco es uno de los únicos generados  por un área pública con participación interjuridiccional

El Dr. Hugo Gómez Demaio, Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de Posadas (Misiones) informó que tiene una tasa de 0,1/1000 nacidos vivos con defecto de cierre del tubo neural, registrando que esta tasa aumenta año a año, 7,2/1000 (70 veces mas).

El daño sobre la integridad de la salud humana que ocasionan los agrotóxicos no se reconoce en su verdadera dimensión con respecto a las malformaciones congénitas, abortos espontáneos y desarrollo neurocognitivo. Para la Dra. Gladys Trombotto, genetista del Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología de Universidad de Córdoba, los bebés nacidos con malformaciones congénitas severas aumentaron entre dos y tres veces entre 1971 y 2003. En los años que abarca el estudio nacieron 111 mil bebés de los cuales 2269 padecían malformaciones congénitas, se destaca el vínculo con agrotóxicos como factor de riesgo y señala que la intensidad de las fumigaciones aumenta en coincidencia con el incremento de la prevalencia de malformaciones.

 La Dra. Maria Fernanda Simoniello de la Universidad  Nacional del Litoral (Santa Fe) realizó un estudio que arrojó que los grupos expuestos a los plaguicidas tenían un índice de daño genético estadísticamente muy superior al que no estaba expuesto, de lo que deduce que individuos con menor capacidad de eliminar mutaciones genéticas tendrán muchas más posibilidades de desarrollar cáncer, al igual que embarazadas tendrán abortos espontáneos o neonatos con malformaciones.

El equipo de la Dra. Delia Aiassa, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Rio Cuarto y del Conicet, tomaron muestras de sangre de los pueblos adyacentes y el resultado fue que el 19% de las mujeres declararon al menos un aborto espontáneo.

En esta zona se dan principalmente cultivos de maíz y soja transgénica. Los plaguicidas más usados son el glifosato, cipermetrina, 24D, endosulfan, Atrazina y Clorpirifos. Se aplican de octubre a Marzo con un promedio de 18 veces (con un rango de 6 a 42 veces) o ciclos de fumigaciones por temporada.

Los resultados médicos recogidos por la agrupación Médicos de Pueblos Fumigados en el interior dan cuenta de la peligrosidad de los agroquímicos en la población. La leucemia es el principal cáncer de los niños y tiene relación con exposición prenatal materna ocupacional a pesticidas de acuerdo a un informe de la Universidad de Otawa, Canadá. La Dra. Sanborn de la Universidad de McMaster tiene publicada una revisión sistemática de Cáncer y uso de pesticidas, donde encuentra fuerte y consistente asociación vinculada a Linfoma de Hodgkin, leucemias en niños, tumores de cerebro y próstata en adultos.

Es evidente que la exposición a pesticidas aumenta el riesgo de afectar la salud humana y que las observaciones químicas de los equipos de Salud de los pueblos fumigados son consecuencia de la masiva utilización de agroquímicos.

Para conocer la magnitud del problema hay que conocer que el aumento de cánceres y malformaciones en las zonas mencionadas, creció también exponencialmente con la utilización de plaguicidas desde la introducción de los cultivos transgénicos: En 1990 se utilizaron 35 millones de litros de plaguicidas, en el 2000 fueron 145 millones de litros, en 2009 fueron 292 millones y en el 2010, 300 millones. El más utilizado es el herbicida glifosato del que se usa más de la mitad en las fumigaciones  y el resto con endosulfan que insumía 4 millones de litros. Este último ha sido prohibido desde el año pasado.

El herbicida Atrazina del maiz está prohibido en Europa ya que contamina los cursos de agua. “El aplicador fumiga y se va  pero las personas que se encuentran expuestas  el daño es mayor. Lo que antes se fumigaba con 6 litros ahora se hace con 42. El Glifosato, cipermetrina, 24d, endosulfan, atrazina y clopirifos de estos 6 hay 3 prohibidos en Europa y la mayor parte del mundo” explicó el Dr Medardo Avila, en un Ateneo en el Hospital Garrahan. y agrega: “empezaron fumigando con glifosato usando 2 ó 3 litros por hectárea a 50 km de la ciudad de Buenos Aires y ahora están fumigando con 7 u 8 litros y en el Chaco con 10 o 12 litros por hectárea. Han debido aumentar la cantidad porque los agroquímicos no les responden, la naturaleza se defiende, hay malezas resistentes, cada vez hay más insectos, los tipos usan cada vez más agroquímicos que caen sobre las casas, las escuelas, donde vive la gente”

Wilke dice que hay riesgo de leucemia infantil para la madre expuesta a los agroquímicos.  “Por ejemplo en Jovita, Córdoba, que tiene 4000 habitantes aparecieron dos mielomas múltiples. En San Francisco del la misma provincia la leucemia infantil se da en 6 niños por obra social. Los pesticidas vienen de los gases neurotóxicos de la segunda guerra mundial, cuyo objetivo era el de paralizar al enemigo. El uso del glifosato asciende a 240.000.000 de litros casi 70%, el resto son insecticidas y otros pesticidas  El más usado es el endosulfan. Hemos logrado que la Argentina adhiera al protocolo de Estocolmo y que se lo erradique a  nivel mundial, quien finalmente firmo a favor y dejo de producir  desde el 2013. El SENASA, productores , gobierno y la cámara son los que determina que se usa de acuerdo a sus necesidades, en muchos países para ser aprobados tiene que intervenir el Ministerio de Salud” continua diciendo el Dr. Medardo Avila, de la Organización de Médicos de Pueblos Fumigados.

Pesticidas y glifosato fueron hechos  para destruir plantas. Los herbicidas los inventaron  los ingleses como por ejemplo el 24D con el que bombardearon Alemania que tenía plantaciones de remolachas y batatas que producían un alcohol para los B2 con los que bombardeaban Inglaterra. Estaba pensado para contaminar e impedir la producción del alcohol de remolacha. Después los norteamericanos lo usaron para bombardear Japón para producir una crisis alimenticia  y liquidar la plantación de arroz, no lo pudieron usar. En esos momentos se impuso el lobby de la energía nuclear y bombardearon Nagasaki e Hiroshima razón por la cual no les hizo falta utilizar la brigada química que habían armado.

En la guerra de Vietnam también se usó el 24D para desfoliar la selva porque el pueblo estaba cavado en un pozo y destruyeron gran cantidad de la selva. Posteriormente los infantes de Marina le hicieron juicio a la empresa Monsanto porque el agente naranja y el 24D les había producido cáncer, leucemia, linfoma de hodgkin. La justicia de Estados Unidos  reconoció los perjuicios producidos y obligó a los responsables a indemnizar a los soldados afectados por estas patologías. Años después fueron los vietnamitas los que reclamaron a la justicia norteamericana y también fueron indemnizados.

Este es el problema que tenemos cuando nosotros vamos a nuestro campo hay mucha riqueza pero tenemos una huella sanitaria también importante, muchos de los pacientes infantiles y adolescentes vienen al Garrahan. Las fumigaciones aéreas se usan en el norte, el 100% se hacen en avión. Las fumigaciones aéreas son altamente peligrosas; en una zona de Uruguay  en el año 2009 se abrió el tanque de la avioneta  y el pesticida mató a todos los animales que se hallaban en la zona.

 Ese mismo año la Unión Europea prohíbió las fumigaciones aéreas, porque son incontrolables, criminales, es veneno 1000%. Los pesticidas enferman y son tóxicos. No es como dice Monsanto, ni la industria, que son menos tóxicos son sumamente tóxicos.

Lo que planteamos desde el área de salud es que no queremos entrar a discutir si hay que cambiar el sistema productivo, desde el punto de vista de la gente hay que prohibir las fumigaciones aéreas, hay que alejar las fumigaciones  terrestres de las zonas pobladas, el que vive a 1000 metros de las fumigaciones tiene mayores posibilidades de presentar malformaciones y el que vive a mas de 1000 metros tiene una tasa menor de sufrirlas.”

“El modelo productivo es un problema de salud, comenta el Dr. Andrés Carrasco, del Conicet, el problema de la salud en este modelo es un problema de la salud humana, de la fauna, de la flora y de la tierra porque salud también va a ser el hambre. Si mañana tenemos problemas de hambre por haber aplicado 20, 30 y 40 años del modelo productivo,  salud va a ser para este hospital la desnutrición, no solamente la malformación, el aborto espontáneo, el aborto embrionado, ni el incremento de leucemia en chicos adolescentes sino también va a ser un problema de salud las pequeñas alteraciones de la población del sistema nervioso que están diciendo cuando uno va a un pueblo que cada vez hay más chicos con problemas de conducta autistas. Hay que hacer un uso racional de la tierra con un modelo productivo que no impacte el medio ambiente y en esto incluyo los agroquímicos, las semillas y la alimentación”
Recientemente CASAFE (Cámara de Agrotóxicos Argentina) informó la evolución de su mercado: el consumo de pesticidas aumentó 858% en los últimos 22 años, la superficie cultivada lo hizo en un 50% y el rendimiento de los cultivos solo aumentó un 30%. En Argentina hay un gran negocio para la industria mundial de venenos (encabezadas por Monsanto y Bayer) y se genera un gran problema para la salud colectiva
La planta de Monsanto en Malvinas Argentinas está destinada a acondicionar semillas transgénicas de maíz;  acondicionamiento que consiste principalmente en seleccionarlas e impregnarlas de varios agrotóxicos, siendo clotianidina el principal de ellos. Este químico se encuentra prohibido en Europa por sus efectos tóxicos ambientales, prohibición que se extiende a todas las semillas  tratadas con este veneno; incluyendo,  obviamente las de maíz. Las semillas de Monsanto procedentes de esta nueva y gigantesca planta,  contaminarán enormes extensiones de suelo argentino y amenazarán  la salud de las personas expuestas a ellas.
Los promotores de la instalación de Monsanto en Malvinas Argentinas argumentan que la planta no generará contaminación al ser una “procesadora de semillas”; tratan de ocultar el carácter tóxico de la misma detrás de la simbólicamente apreciada concepción de “semilla” que tienen todos en general. También intentan esconder los poderosos venenos con que tratarán a esas semillas, y sobretodo buscan disimular en qué han convertido a esas semillas de maíz manipuladas por Monsanto, la empresa más siniestra e inescrupulosa entre todas las multinacionales.
El problema del glifosato es grave por las cantidades que se utilizan, por el modo de aplicación y por su impacto en la salud, pero no es el único. En la actualidad se utilizan una serie de plaguicidas extremadamente tóxicos con capacidad de producir daños en la salud tanto de nivel agudo – a corto plazo – como crónico – enfermedades que aparecen luego de años del contacto con el plaguicida-. Es el caso de los insecticidas Endosulfán, Carbofuran, Bromuro de metilo, de los herbicidas 2, 4 D y Paraquat aunque poseen una clasificación toxicológica menor, fungicidas como el zineb. En el caso del insecticida Endosulfan se trata de un producto organoclorado que reviste la categoría de contaminante tóxico persistente, que se degrada muy lentamente
Javier Souza, ingeniero agrónomo y coordinador de la Red de acción en Plaguicidas de America Latina (RAPAL).informa que, en Argentina, el fallo del juez Carlos Mateu de la provincia de Córdoba, puso las cosas en su lugar, aplicando la ley determinó que la utilización de plaguicidas en la ciudad de Ituzaingó se realice a más de 1.500 metros de las viviendas de la comunidad. El fallo hace justicia y se relaciona con una lucha que desde hace años llevan adelante las madres de Ituzaingó y pone sobre el tapete el impacto de las fumigaciones aéreas y su relación con el deterioro en la salud. A su vez da pie a un debate que se debe efectuar en torno a la utilización de los agrotóxicos y los problemas agromédicos que de esta utilización se derivan.
La utilización desaprensiva y sin atender a criterios ecológicos y a veces económicos, se da en todas las actividades agrícolas y tiene que ver con el modo de producción vigente. El modelo productivo imperante basado en la producción de monocultivos relacionado con la utilización de semillas mejoradas - a veces transgénicas- los fertilizantes y obviamente los plaguicidas trasciende a la producción de granos. El paquete tecnológico es inherente al modelo, los monocultivos son ecológicamente imposibles de llevar a la práctica si no se “sostienen” a partir del suministro de abonos químicos y plaguicidas.
El uso de plaguicidas se reproduce en la región de producción de hortalizas del área metropolitana de Buenos Aires, el Alto valle de Río Negro en la producción de manzanas y peras y en la producción de tabaco. En todos estos casos se reproduce un mismo modo de producción, excluyente y altamente demandante de capital que determina una creciente expulsión de productores, una pauperización en las condiciones de vida y trabajo de la mano de obra y contaminación ambiental – seres humanos incluidos como parte indisoluble del medio. Hay estudios epidemiológicos comunitarios, estudios prospectivos y retrospectivos, investigaciones realizadas con animales en laboratorios y la estadística hospitalaria que dan cuenta de la existencia de una vinculación entre los plaguicidas – alcance de las partículas – y la aparición de determinadas enfermedades.
Por el Glifosato en las intoxicaciones agudas pueden aparecer los siguientes síntomas: irritación de los ojos y de la piel, daños en el sistemas respiratorio y a nivel pulmonar, mareos, descenso de la presión sanguínea, dolor abdominal, destrucción de glóbulos rojos y fallas renales. Pero lo que es más importante es la aparición de enfermedades de tipo crónico; desarrollo neurológico anormal, incremento en la incidencia del linfoma no – hodking, afección en la placenta humana con probable incidencia en el desarrollo de abortos. También puede actuar en la división celular con una posible incidencia en la aparición de cánceres.
En el caso del Endosulfán las investigaciones y las denuncias resultantes de ellas dan cuenta de la aparición de diarreas, mareos, dolor de cabeza, náuseas, llagas, dolor de garganta y cuadros de asma.
La revisión de la literatura científica sobe impacto del endosulfán revela evidencias de los efectos tóxicos crónicos en el sistema nervioso, el sistema inmunológico, su acción disruptora endócrina y evidencias no concluyentes de su acción mutagénica. A través de la Resolución 511/2011 fue prohibido su uso

El herbicida 2, 4 D provoca los síntomas de exposición aguda que incluyen dolor de pecho y de abdomen, dolor de cabeza, irritación de la garganta, náuseas, vómitos, mareos, fatiga, diarrea, pérdida temporal de la visión, irritación del tracto respiratorio, confusión, contracciones musculares, parálisis flácidas, sangrado, baja presión sanguínea, irritación de la piel , ojos y membranas mucosas, dermatitis y pérdida de apetito.
Por su parte la exposición oral crónica posee efectos sobre el sistema nervioso central, la sangre, el hígado y los riñones. Se ha observado una disminución en la hemoglobina y de las células rojas de la sangre. El 2, 4 D se ha mostrado mutagénico en investigaciones realizadas en humanos y animales. Se han producido incrementos significativos de daño de los cromosomas de células humanas cultivadas sometidas a bajos niveles de exposición.

En cuanto a los efectos sobre el sistema reproductivo el 2, 4 - D causa un incremento de espermatozoides anormales en agricultores expuestos. En los lugares donde había un elevado uso de 2, 4 -D se observaron tasas elevadas de defectos congénitos,


En la actualidad y con la cantidad de plaguicidas que se utilizan en el mundo el problema del hambre es una realidad tangible y comprobable. El problema del hambre tiene raíces políticas y no se resuelve sólo con aplicar tecnologías. Un caso interesante es el de Argentina, con sus 270 millones de plaguicidas utilizados año tras año y su producción agrícola cercana a las 90 millones de toneladas, posee cerca de un 30% de su población bajo la línea de pobreza. Esto es porque se producen alimentos para animales y máquinas – los agrocombustibles – y no alimentos para seres humanos.

Por otra parte es posible producir alimentos para la población mundial a partir de la planificación estratégica de los predios agrícolas y la puesta en práctica de sistemas productivos agroecológicos basados en la nutrición adecuada de los suelos, la diversidad biológica y el manejo natural de plagas. Esto último tomado de Javier Souza de la Repal, premiado con un trabajo sobre el tema por la Universidad de Buenos Aires.



Monsanto, el gobierno nacional y la nueva ley de semillas


En la Argentina la empresa Monsanto está intentando, desde hace más de 10 años, modificar la actual ley de semillas. La Ley de Semillas en vigencia en nuestro país fue sancionada en pleno gobierno de facto del general Lanusse en el año 73. La ley pasaba de considerar la semilla como un bien natural a un bien mercantil. Ese fue el primer intento de regular las semillas, hace ya cuarenta años. El intento de modificar ahora esta Ley de Semillas se enmarca en un proceso mundial, de apropiación del proceso alimentario por parte de las grandes corporaciones que buscan imponer derechos de propiedad intelectual sobre la semilla a través de lo que se conoce como “Derecho del Obtentor“. El derecho del obtentor es un derecho de propiedad intelectual nacido hace unos 50 años que reconoce el mejoramiento hecho por una persona en una semilla siempre y cuando este mejoramiento sea, además de innovador, estable, homogéneo. De esta forma se le otorga al obtentor el monopolio sobre la semilla, monopolio que funciona igual que el derecho de autor de una obra artística. Es decir este derecho hace que el autor sea la única persona que puede comercializar e incluso compartir la semilla. Esto es nuevo y es una aberración absoluta porque las semillas son una creación campesina de hace 10.000 años. Un ejemplo claro es el del maíz. El maíz es americano, lo crearon los campesinos americanos. No existe en ningún lugar del mundo el maíz silvestre. Pero con la nueva ley cualquiera podría patentar esa semilla como propia.
Quien posee el derecho de propiedad intelectual se hace dueño de la semilla. El campesino o productor puede comprar una semilla a una de estas personas o empresas que detentan la propiedad intelectual pero no pueden volver a sembrarla al año siguiente, porque si la siembran están haciendo algo ilegal. Pero también significa que cualquier semilla campesina puede ser registrada. “Por ejemplo me regalan un maíz y yo descubro que este maíz es resistente al gorgojo. Entonces registro este maíz resistente al gorgojo y por lo tanto reclamo la patente, o el derecho de obtentor”. Ahora yo soy propietario y los campesinos, sus legítimos dueños,  corren el riesgo que se haga biopiratería con sus propios conocimientos. Algo así sucedió con la Ayahuasca, que es una planta sagrada de la Amazonía, un tal Loren Miller se llevó la planta a Estados Unidos, la patentó y quiso reclamar derechos por esa planta que había patentado.
Pero además se hace ilegal la semilla de los campesinos. Las únicas semillas pasibles de comercializar según la nueva ley serán las registradas, entonces hace que nuestras ferias de semillas, los intercambios que tenemos cotidianamente sean ilegales. Las demás semillas –aquellas que no están registradas- son ilegales, las demás semillas no podrán  comercializarse.
La nueva ley es un lobby concreto de Monsanto. En el 2003 la empresa empezó a pedir que se cambie la ley de semillas. Pero en ese entonces no encontró ecos en el gobierno, y anunció que se retiraba del país y que no generaría más eventos hasta que no se cambiara la situación. Entre otras acciones Monsanto frenó embarques enteros de soja transgénica en puertos de Europa porque contenían genes de su propiedad y Argentina no admitía pago de sus regalías. Esa demanda la ganó Argentina. Pero en el año 2010 – 2011, el gobierno nacional empezó a replantear su postura sobre el tema. A mediados de junio de 2011 en un discurso Cristina Kirchner afirmaba en el Consejo de las Américas su reunión con representantes de la empresa Monsanto y la intención de la empresa de volver a hacer inversiones. Ocurre eso a mediados de junio y a mediados de agosto Vaqueros, director de Monsanto Argentina y Yahuar, ministro de agricultura anunciaron en conferencia de prensa el lanzamiento de la soja RR2 Intacta.
En muchos lugares donde se quiso imponer esta ley los pueblos han frenado su avance. El gobierno de Piñera en Chile no pudo presentarla en el Congreso debido al trabajo de muchas organizaciones sociales. En Colombia el paro agropecuario tuvo, entre sus pliegos, la desactivación de la resolución 970 que adhería a la UPOP 91. En Argentina el proyecto sigue frenado.
La relación de los canceres y malformaciones con la interrelación de los herbicidas como el Glifosato y otros son los culpables de las enfermedades mencionadas  que van avanzando silenciosamente afectando a la población indefensa en aras de la comercialización de semillas, no importa el costo que pueda producir.

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