Miércoles 18 de diciembre de 2013 | Publicado en edición impresa
El Vaticano
El Papa festejó su cumpleaños con tres personas sin techo
Celebró sus 77 años con austeridad, rodeado de su nueva "familia", el personal de Santa Marta, y los homeless
CIUDAD DEL VATICANO.- "Sencillez y oración." Con esas palabras calificó la Radio Vaticano el festejo de ayer del papa Francisco, que en su 77° cumpleaños invitó a tres personas sin techo -un polaco, un checo y un eslovaco- a participar de la misa que celebra cada mañana en la residencia de Santa Marta.
En la fecha de su cumpleaños, el "Papa de los pobres" optó por rodearse, una vez más, de los más necesitados, en esta oportunidad, de tres vagabundos que fueron elegidos por su limosnero, el polaco Konrad Krajewski, que muchas noches sale del Vaticano para llevarles ayuda.
"¿Vendrían a la fiesta de cumpleaños del papa Francisco?", les preguntó a los hombres, de unos 40 años, monseñor Krajewski, cerca del portón de la sala de prensa vaticana, donde habitualmente duermen.
Una vez que entendieron de qué se trataba, los tres pusieron sus pocas pertenencias en el Fiat Qubo blanco de Krajewski, con el cual recorre las calles de Roma para ayudar a los necesitados, y partieron hacia la Casa Santa Marta para la misa del Papa.
En su primer cumpleaños al frente de la Iglesia Católica, también acompañó a Francisco el personal de Santa Marta, para vivir la celebración en un clima familiar, y funcionarios de alto rango del Vaticano, como el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, que concelebró la eucaristía; el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y Krajewski.
Luego, Krajewski le presentó al Papa a los tres indigentes, uno de ellos con su perro inseparable en los brazos, quienes, según precisó el diario Osservatore Romano, le regalaron un ramo de girasoles, "porque esas flores miran hacia el sol, así como la Iglesia mira siempre hacia su sol, Jesucristo", explicó el capellán limosnero. En un clima de gran familiaridad, el Papa los invitó después a compartir el desayuno. "Vale la pena ser vagabundos cuando se es recibido por el Papa", dijo uno de ellos.
La jornada del Sumo Pontífice continuó normalmente y sin celebraciones especiales, ya que, como recordó el vocero de la oficina de prensa, Federico Lombardi, en el Vaticano se celebra el onomástico, en el caso del Papa el día de San Jorge, y no tanto el cumpleaños.
Francisco, que está haciendo historia como uno de los papas más informales y prácticos de los tiempos recientes, tampoco tuvo ayer una torta de cumpleaños, aunque sí sopló las 77 velas en el pastel que le ofreció el pasado sábado un grupo de chicos en su visita al dispensario del Vaticano.
Francisco recibió, asimismo, innumerables saludos de todo el mundo, de personas comunes, personalidades públicas y comunidades religiosas. "Espero tener pronto la ocasión de verlo nuevamente, Su Santidad, y poder profundizar juntos tantos temas de interés común, en este momento tan delicado de la vida nacional", le escribió el presidente italiano, Giorgio Napolitano.
Agencias ANSA, AP y EFE.
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