Alma de Nogal : Los Chalchaleros

jueves, 19 de junio de 2014

RUIDO EN LA CIUDAD LAS 24 HS :Molesta cada vez más, pero casi nadie sabe cómo combatirlo: ya fue presentado proyecto de ley por Norma Morandini . CLARIN


Molesta cada vez más, pero casi nadie sabe cómo combatirlo


En las grandes ciudades el 79% dice que vive en un lugar ruidoso, y sólo el 6% busca evitarlo.

El 79% de los argentinos que habita en grandes ciudades considera que vive en una población ruidosa. Casi la mitad admite que su descanso por las noches queda alterado por los ruidos. Y el 30% reconoce que le afecta habitualmente su estado de ánimo. Sin embargo, sólo el 6,3% dice que hace algo para evitar la exposición a los ruidos.
Son datos de una encuesta realizada entre habitantes de Buenos Aires, Córdoba y Rosario. Se investigó cómo se convive cotidianamente con los ruidos que se escuchan en las casas, la calle y los lugares de trabajo. La calle es donde más se siente el problema de los ruidos (65,5%), seguido por la casa (15%) y el trabajo (13%). La encuesta la realizó la consultora Durán, Tortosa & Asociados para GAES Centros Auditivos.
“Generalmente, se ha pensado que una sociedad ruidosa es una sociedad viva. Sin embargo, el sonido por encima de determinados decibeles puede generar daños en la salud: reduce progresivamente la audición y contribuye al estrés”, comentó a Clarín Carlos Curet, de la Academia de Ciencias Médicas de Córdoba y profesor de otorrinolaringología de la Universidad Nacional de Córdoba.
El ruido interfiere mucho. El 43% de los encuestados dijo que tiene problemas de concentración por los ruidos durante el día. Lo que más afecta el dormir son los gritos y las voces de la calle (36,4%), los ronquidos de la pareja (25,2%), y la música del vecino (14%). El 48% afirma que el ruido es un condicionante de su descanso nocturno. Pero menos del 2% utiliza tapones para aliviar el impacto de los ruidos.
Durante el día, los ruidos que más molestan son los ladridos de perros (46,8%), los producidos por el tráfico (44,9%), y las obras en construcción (40%). El 26,5% considera que enfrenta un ambiente ruidoso en su trabajo. En esos espacios, los ruidos que más molestan son los que vienen de la calle y las charlas de los compañeros.
Desde la investigación científica, hay evidencias del daño que provoca el ruido. En 2012, se difundió un trabajo de Laura Guelman y Soledad Uran, investigadora y becaria del Conicet, por el cual se detectó que tan sólo 2 horas de exposición al ruido bastan para generar un daño celular y alteración en la conducta. El estudio se hizo en ratas, pero sería trasladable al impacto que produce estar en discotecas con volúmenes altos. Otras evidencias indican que el ruido excesivo provoca no sólo reducción de la audición sino también interferencias en el sueño, que a su vez llevan a aumentar el riesgo de la presión arterial alterada y de enfermedad cardiovascular.
Preocupados por el problema, investigadores del Laboratorio de Acústica y Luminotecnia, de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, la UTN, la Universidad Nacional de La Plata, entre otros, colaboraron con un proyecto de ley que está siendo evaluado en la Comisión de ambiente del Senado, y fue presentado por la legisladora Norma Morandini. Si se aprueba, la norma fijará los presupuestos mínimos para proteger a la población de la contaminación por ruidos y obligará a las grandes ciudades a tener un plan de acústica, por el cual se podrían limitar las habilitaciones de actividades que pudieran producir contaminación o agravar la situación; establecer horarios restringidos; prohibir la circulación de alguna clase de vehículos, restringir velocidades, limitar el tráfico rodado en determinados intervalos horarios o aplicar otro tipo de restricción.

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