FINANCIAL TIMES : LA VIEJA EUROPA EN BUENOS AIRES

2009 5:49 pm
FINANCIAL TIME

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La vieja Europa en Buenos Aires

Por Tom Sutherland

Café Tortoni, Cuando hace frío en Buenos Aires , los elefantes del zoológico puede refugiarse en un exuberante refugio art nouveau , versión de un templete hindú. Tales fantasías arquitectónicas se multiplican por la ciudad, que fue construida con el incesante flujo de la pampa durante la belle epoque en el umbral del siglo pasado. Cualquier cosa era posible entonces.Un terrateniente argentino de visita en París podía extasiarse ante una mansión en el Boulevard Haussmann y construir una réplica, aunque más grande, en la Avenida Alvear. Luis Barolo construyó una torre de 100 metros que recrea simbólicamente el "Inferno", "El Purgatorio" y "Paraiso" de la Divina Comedia, y hasta fantasear con que los despojos de Dante fueran ubicados en un sepulcro bajo su rotonda . Una vez al año el eje de la torre está perfectamente alineada con la constelación de la Cruz del Sur, la puerta legendaria de entrada al Paraíso .Palacio BaroloEl Mausoleo de Dante se encuentra aún en Rávena, pero el Palacio Barolo y el Teatro Colón, uno de los teatros de ópera más bellos del mundo, exhiben las ambiciones de una ciudad mediterránea a la deriva entre el tormentoso Atlántico sur y un interminable mar de pastosLas olas de los italianos que llegaron hasta esta ciudad saturaron los vestigios de la España colonial y, junto con una vibrante mezcla de otros inmigrantes, crearon una nueva sociedad urbana que es sofisticada, sensual y rebelde.

Pero nunca aburrida.Jorge Luis Borges instaba a sus amigos artistas a caminar por la ciudad con un propósito, "sentir de Buenos Aires". Tenía razón; en sus calles el rumor de sus habitantes no cesa a lo largo de todo el día en la búsqueda de los placeres mas ardientes , decididos a exprimir cada gota de la existencia. En casi cada esquina hay un café donde se puede ver el espectáculo de la vida diaria . Amigos se saludan con elaborada cortesía , y luego procedeen a chismear o discutir con una colorida gama de gestos para dar énfasis y drama. Sirven camareros uniformados en la manera de los grandes cafés de la vieja Europa, y el café viene en una bandeja con un vaso de agua y un pastel de bocado .
Hay un bullicio constante de gente yendo y viniendo."Creo que Buenos Aires debe ser la última ciudad europea que queda," comento una vez un amigo de Viena . El Tiempo y la distancia han dejado a la gente aquí con recuerdos románticos de la Europa que dejaron atrás. En Buenos Aires las empresas familiares mantienen las viejas formas de hacer las cosas.La pastelería Progreso en la Avenida Santa Fe ganó una medalla de oro en la exposición de 1923 en Roma, y la misma familia aún hacen algunos de los mejores pasteles de la ciudad usando las recetas originales. Todo es preparado en las instalaciones detrás de una ventana de cristal en la parte trasera de la tienda.El aroma de hojas frescas de tabaco se cierne sobre la Compañía Sudamericana de Tabacos, donde tres mujeres enrollan cigarros detrás del mostrador men la parte delantera de la tienda.

Clientes que buscan la mezcla justa o el tamaño pueden pedir por encargo cigarros, como Aristóteles Onassis lo hizo una vez. O, si usted necesita un sombrero, puede tener uno hecho a medida en Maidana y ver las modistas en el trabajo a la sombra del edificio del Congreso en la Avenida Rivadavia.Los argentinos son expertos en hacer frente a las crisis. Al igual que las turbias aguas del Río de la Plata que se extienden más allá de los docks, el triunfo y la tragedia han cursado a través de su historia. El ciclo comenzó en 1516 cuando Juan Díaz de Solís, mientras celebraba el descubrimiento del río, fue capturado en sus orillas por los habitantes nativos, que posteriormente se lo comieron.La política puede ser algo confusa, algo así como la Florencia del siglo 15 bajo los Medici. Las manifestaciones frecuentes en las calles puede ser motivo de preocupación hasta que hable con los participantes mientras están tomando un descanso para el almuerzo.

Algunos sólo tienen una vaga idea de lo que se trata, después de haber sido atraídos a la ciudad con la oferta de un pago modesto y una comida gratis.Puede ser que vivir con volatilidad económica y política sea una fuente de creatividad en las artes. Hay más teatros en Buenos Aires que en Nueva York o Londres, poniendo en una asombrosa variedad de obras que van desde Mamita Mía, un musical basado en la vida de la Virgen María y María Magdalena, a un trabajo realizado en total oscuridad por una empresa de actores ciegos. La compañía de danza contemporánea en el Teatro San Martín pone en escena una serie de obras originales que fusionan la tradición europea con la energía de este joven país.Desde la crisis económica de Argentina en 2001 y el colapso del peso, los artistas han estado menos interesados en las últimas tendencias extranjeras, y ha habido una explosión de creatividad en las artes visuales,que se aprecia mejor en el mes en que las principales galerias abren por las noches . Las nuevas películas argentinas rotan regularmente a través de las cuatro pantallas del cine Gaumont. La música está en todas partes.El deporte nacional de la Argentina se llama El Pato, una combinación rápida y furiosa de rugby, polo y baloncesto.

Las finales se suelen celebrar en diciembre en el campo de polo de Palermo. Es un juego emocionante ver como la pelota (que se utiliza ahora en lugar de un pato vivo) se extrae de la tierra por un jinete que debe defenderse de sus oponentes ,hasta que pueda tirarla en una cesta en la línea de meta.Los campos de polo se ubican en medio de millas de vegetación que se extiende a lo largo del Río de la Plata. El Parque de Palermo fue diseñado por el arquitecto nacido en Francia, el paisajista Carlos Thays, cuyo monumento en los jardines botánicos es vigilado por una gran colonia de gatos. Los gatos pueden ocasionalmente mirar con recelo a las puertas, mientras que una jauría de más de 10 perros de raza pasea con su acompañante.

En un cuento de Borges, hay un Aleph, un punto en el espacio oculto en el sótano de una casa en Buenos Aires, que permite que cualquiera que mire a través de él pueda ver todos los lugares del universo, desde cualquier ángulo. La casa fue derribada y el Aleph se perdió, pero donde quiera que vaya en esta ciudad usted se encontrara con algo inesperado.