Alma de Nogal : Los Chalchaleros

miércoles, 3 de febrero de 2010

MAGROMER : OPERARIOS MOMIFICADOS, COMO EL CUERO, CON QUÍMICOS - NOTICIAS MERCEDINAS

EN CUEROS COMO RAMSES ll


03/02/10
Testimonio del trabajo insalubre en Magromer

Estuvo entre 2001 y 2009,
hasta que renunció.

Trabajaba en una máquina de secado de cueros, con temperaturas altísimas. Sufrió cáncer testicular, tiene una hernia de disco y afección psíquica. Inició una causa a la empresa en 2007.

Fuente : http://www.noticiasmercedinas.com/100203magromer


Luego de que se supiera recientemente que tres empleados reclaman por las condiciones laborales en la empresa Magromer, curtiembre instalada en el Partido de Mercedes, se conoció el testimonio de un ex empleado, quien renunció luego de sufrir varias penurias y tras recibir, desde el año 2001 al 2009, poco y nada de parte de la empresa en lo que hace al cuidado de su seguridad física.
Hoy no tiene trabajo fijo, y para no exponerlo personalmente y perjudicarlo en su búsqueda, a este mercedino se lo llamará Pedro, aunque se trata de un nombre ficticio. Cierta es la historia que relata: “Me acuerdo todavía el día que entré a trabajar en Magromer, fue en 2001. Trabajábamos 9 horas, de lunes a viernes, con turnos rotativos, sábados y domingos a veces había horas extras. En mis primeros 3 años sólo me ausenté tres veces, el trabajo era pesado, una máquina con mucho calor, donde se secaban los cueros, más de 60 grados, los elementos de seguridad personal no existían en ese tiempo.

Yo aguantaba el tipo de trabajo, pero a medida que pasaban los años mi cuerpo comenzaba a sentir el esfuerzo, ya eran muchas las ausencias del personal, la ART estaba a full, fue en ese momento (2005) que comenzaron las entregas de elementos de protección personales: guantes, faja, zapatos, tapones auditivos y otros”, cuenta.
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“Pero para algunos era tarde ya. Para mí empezaban los dolores de cintura, pero seguí trabajando, ya que me hacía falta el empleo y aguanté”, agrega Pedro.
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“Uno piensa siempre que debe cuidar su trabajo, pero no siempre el trabajo cuida de uno”, reflexiona.

“Yo me di cuenta tarde, pensé que si algún día me pasara algo tendría el apoyo de la empresa, como yo cumplí siempre con mi labor diaria, tratando de no faltar, tratar de no enfermarme, y aunque mi columna no estaba bien yo seguía trabajando”, indica y recuerda que en 2007, después de haber trabajado 6 años en la misma máquina, a más de 60 grados, y siempre recibiendo ese calor por debajo de la cintura empezaron los problemas serios:

Comencé con un pequeño dolor en la ingle, que luego se transformó en un cáncer testicular, avanzado por cierto. Gracias a Dios después de dos operaciones hoy puedo decir que estoy sano, aunque poseo una formación quística en músculo psoas, que sigue en estudio y con seguimiento. Aparte de eso tengo una hernia de disco, que quise pasar por ART en su tiempo y la empresa me lo negó. Fue en ese momento que decidí ver a un abogado laboral, y desde ese momento iniciamos juicio sólo por la hernia de disco, ya que por el cáncer no encontré médico que probara que fue la empresa, sus químicos y máquinas de tarea pesada e insalubre lo que lo produjeron”.
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Pedro, tras las operaciones, estuvo 6 meses sin trabajar. Cuando se repuso y tuvo el alta decidió volver a hacerlo, pensando que le cambiarían de tarea y le darían una más liviana, algo acorde a un enfermo oncológico, pero para su sorpresa no fue así: “Volví a la misma sección y con la misma tarea, con mi miedo de agravar mi salud
. Después de un mes decidí salir, estaba muy mal psicológicamente así que fui a ver un psiquiatra, quien me aconsejo tomar un tiempo”, recuerda. “Fue muy dura la lucha con la empresa, cada vez que entraba de mi alta me volvían a dar tareas insalubres para mí, que tenía iniciado un juicio en su contra y no les convenía tener a alguien con tantos problemas de salud”.
La lucha de Pedro llegó –parcialmente– a su fin, hace muy poco, dado que renunció: “Ya cansado de que me suspendan sin causa, siempre esperando que pise el palito, y buscar la forma de echarme con causa, no lo soporté más y más allá de que tenga una familia y tres hijos menores, decidí renunciar, en diciembre del año 2009. Pasé mis primeras fiestas sin empleo, y hoy se me hace difícil encontrarlo con mis antecedentes de salud, pero sigo siempre buscando trabajo”, indica.
“Sé que hay muchos empleados y vecinos en lucha con la empresa. Yo les pido que no abandonen la lucha, es una empresa que contamina tanto adentro y afuera. Queda demostrado en las tantas denuncias y demandas que tiene en su contra”, completa.
Este ex empelado de Magromer tiene el patrocinio legal del doctor Javier Pafundi y sigue adelante, por estos días, con la causa iniciada en 2007. Los químicos a los que estuvo expuesto y que reconoce son, entre otros, cromo, percloro y amoníaco.

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