Alma de Nogal : Los Chalchaleros

domingo, 22 de agosto de 2010

IARA HOUGHTON - ES UNA MENTIRA QUE LOS OMG¨S HAYAN SIDO TESTEADOS

“ES UNA MENTIRA TOTAL QUE LOS OMG ’S HAYAN SIDO TESTADOS ”

Entrevista a Marie Monique Robin, directora de “El mundo según Monsanto”
Por Iara Houghton

Hija de agricultores, periodista y cineasta, Marie Monique Robin se declara “una amante de las cosas bellas de la vida”. Investigadora ferviente y tenaz, en su última película desenmascara a la multinacional que controla el 80% de la producción de semillas transgénicas en el mundo: el gigante Monsanto. Visitó recientemente Barcelona en un acto organizado por el Instituto Francés y Som lo que Sembrem. Iara Houghton no pudo resistirse a intercambiar unas palabras con ella. Los emails circulando durante toda la semana, de aquí y de allá, para advertir de que la sesión valía la pena. La sala, casi abarrotada. No había mucho tiempo, pero le sacamos todo el rendimiento que pudimos.

-¿Cómo es el mundo según Monsanto?

-Es un mundo donde la producción agrícola está en manos de una multinacional. Es un mundo donde Monsanto controla las semillas a través de los transgénicos. Y es un mundo con poca biodiversidad, con problemas jurídico-legales y con una contaminación ambiental muy fuerte.

-¿Cómo hemos podido llegar a este extremo? ¿Cómo nos hemos dejado embaucar?

-Las semillas transgénicas tienen una particularidad: se pueden patentar. Hace 30 años ningún organismo vivo se podía patentar. Los OMG’s son una desviación en el sistema de patentes, porque antes se podía patentar una invención técnica, una máquina, un proceso industrial... ¡pero no un organismo vivo! Patentar los transgénicos significa que los agricultores que siembran OMG’s no pueden conservar una parte de su cosecha, como se suele hacer en muchas partes del mundo, sino que tienen que comprar cada año nuevas semillas.

CONTROL AGRARIO

-¿Y quién controla que los campesinos no puedan guardar una parte de su cosecha?

-En EE.UU. y Canadá, Monsanto ha creado lo que se conoce como la “policía de los genes”. Son detectives privados contratados por la multinacional para verificar que los agricultores que cultivan OMG’S han pagado sus semillas. Llegan al terreno, verifican la semilla, piden las facturas y, si el agricultor no las tiene, empieza un juicio que Monsanto gana casi siempre. En EE.UU. casi no hay alternativa. También se ha creado una línea telefónica gratis “el numero verde” donde cualquiera puede llamar para denunciar a su vecino. En EE.UU. entrevisté a un campesino que fue denunciado por su vecino, alegando que el denunciado estaba cultivando colza transgénica sin pagar la patente. Lo más fuerte es que este hombre no cultivaba OMG’S, pero su vecino sí y había contaminado su cultivo.

-Con estos datos, parece que Monsanto pueda controlar toda la producción agrícola.

-Si no les detenemos, cada vez la controlarán más. Monsanto ha comprado el 60% de las empresas “semilleras” de Estados Unidos. De hecho, ahora mismo está en juicio porque se supone que ha violado la Ley Antitrust (derecho de la competencia). Otro ejemplo del extremo al que está llegando es el algodón en India: no hay otra opción que comprar a Monsanto. Poco a poco, si la situación sigue así, el resultado será que los agricultores del mundo tendrán que comprar semillas cada año. Esto representa una consecuencia muy grande sobre la biodiversidad y sobre el control del primer eslabón de la cadena alimentaria, las semillas.

-¿Qué efectos tienen sobre nuestra salud los OMG’s?

-Las semillas de Monsanto son de dos clases. El primer tipo es el caso de la soja. Son plantas manipuladas genéticamente para poder ser fumigadas con Roundup, el herbicida más utilizado en el mundo. El Roundup pertenece a Monsanto y se anunciaba con publicidad engañosa, pues se decía que era “biodegradable”. Se ha comprobado que produce cáncer y es un disruptor endocrino muy potente. La segunda clase se compone por las semillas suicida como el maíz transgénico MON 810. Son plantas que producen un insecticida por ellas mismas: el denominado insecticida Bt. Este insecticida es intrínseco a la planta y lo consumen los insectos y los humanos. Estudios científicos han demostrado que el insecticida Bt puede producir problemas hepáticos, renales, metabólicos y de fertilidad en los animales.

SEMILLAS SUICIDAS

-En India, las semillas suicidas están causando estragos.

-El caso de este país es especialmente impactante. En el estado de Maharashtra hay una media de cuatro suicidios al día. En el documental muestro las imágenes de un funeral al que asistí, que fue una experiencia muy dura a nivel personal. Afortunadamente, los campesinos indios se están dando cuenta de que los transgénicos Bt no funcionan en su país, entre otras cosas, porque no reducen el uso de insecticida y porque en la estación de lluvias hay mucho riesgo de que el agua arrastre el cultivo.

-Una gran parte de la comunidad científica asegura que los OMG’s han sido testados con numerosas pruebas y no suponen ningún peligro para el planeta.

-En primer lugar, tengo que aclarar que es una mentira total que los OMG’s hayan sido testados. No pueden negar lo que revelé en el documental. Monsanto, con la complicidad de la FDA (Food and Drug Administration), la agencia encargada de la seguridad en los alimentos y los Medicamentos, han normalizado el comercio de un producto sin haber comprobado sus perjuicios. En 1992 la FDA publicó un texto muy importante, que es la base de la no regulación de los transgénicos, donde se pone de manifiesto que “un transgénico es equivalente a una planta convencional”. Esto se conoce a nivel científico como “principio de equivalencia sustancial”. Es decir, ellos deciden que un OMG es como cualquier otro alimento y que por eso no hay que hacer estudios.

-Muchos científicos aseguran que un cultivo OMG es como cualquier otra modificación genética a través de injertos.

-Exactamente. Pero el proceso de fabricación de los OMG’s no es nada natural. Se necesita un cañón de genes para poder introducir el gen de interés dentro de la célula, porque, si no, ésta lo rechaza. El texto de reglamentación que regula los transgénicos en Estados Unidos fue publicado por la FDA en 1992 y fue redactado por Michael Taylor, abogado de Monsanto, reclutado por la FDA y después nombrado vicepresidente de Monsanto. Esto es lo que en EE.UU. se conoce como “las puertas giratorias”.

-Es decir, el principio de equivalencia no ha sido realmente demostrado...

-Todos los científicos independientes que han querido hacer investigaciones han sido expulsados de sus departamentos. Monsanto ha realizado estudios de 28 días, que no sirven para nada.Sólo sirven para medir una toxicidad aguda, pero no una toxicidad crónica. El ejemplo clave es el del profesor Arpad Pusztai, que dirigió una investigación de dos años alimentado ratas con patatas transgénicas. Este científico simplemente quería llevar a cabo un estudio que aún no se había realizado y resultó que dio problemas. Perdió su trabajo y su equipo de científicos fue desmantelado. Hay que seguir con estudios, dijo, pero no pudo.

AM FLORA

-En la UE, acaba de ser aprobada la patata transgénica “Amflora”, después de 12 años de moratoria.

-El cultivo de la patata Amflora, a pesar de que su uso sólo está destinado a almidón y productos industriales, es un retroceso increíble que no podemos permitir. Al principio en la UE se tomó como base el principio de equivalencia y se aceptaron los OMG’S, pero a finales de los 90 la resistencia de la sociedad civil, encabezada por Greenpeace, obligó a la UE a decretar una moratoria. Hoy en día no se cultivan pero estamos importando OMG’S soja transgénica, sobre todo, para alimentar a nuestros animales en las granjas industriales. Para poder cultivar hay que pedir un permiso y pasar por la EPSA (autoridad europea de la seguridad alimentaria). El conflicto de intereses es muy fuerte. A día de hoy no hay ningún cultivo de OMG’S en Europa excepto en España, sobre todo en Catalunya y Aragón.

-¿Qué pasa en España? ¿Por qué esta falta de conciencia?

-Estáis en la misma fase que Francia hace 20 o 30 años. Mi padre fue parte de la “Revolución Verde” y se vendió a lo moderno. España vivió esta revolución mucho más tarde. Es como si estuviérais atrasados. La normalidad es la ecología, lo verde.El Partido Verde en Francia está ganando cada vez más votos. Cuando vine aquí hace un año a presentar mi investigación, me di cuenta de que los periodistas no saben nada y la sociedad civil tampoco. Hay mucha desinformación. La clase política española vive una fascinación por la tecnología, cuando ahora estamos en otra fase.

¿Piensas que todo este tema alrededor de modificar la vida es consecuencia de una pérdida de valores espirituales y tradicionales?

Para mí, forma parte de una lógica capitalista, es una cuestión económica. Los transgénicos son un medio para controlar el mercado de las semillas, el primer mercado del mundo; porque cuando un ser humano come algo, significa que un agricultor lo ha sembrado. Es una lógica industrial cada vez más alejada de la vida y de la naturaleza, despreocupada de las consecuencias a largo plazo, donde el único fin es ganar dinero y controlar los mercados.

ÚNICA ALTERNATIVA LA ALIMENTACIÓN “BIO ”

Con ojos atentos e implorantes y un español perfecto, Marie Monique nos acoge en el Instituto Francés, ofreciéndonos su sonrisa sincera y humilde. Es una mujer franca, con manos gestuales y un discurso potente y veloz. En la charla que prosigue al documental alerta que vivimos en “una guerra de la información” y anima a los presentes a tomar las riendas en este tema. “Tenemos que reaprender a consumir”, asegura. Los consumidores tenemos la clave. “La única alternativa son los productos ‘bio’ y reorientarnos a los agricultores”. La alimentación biológica es la verdadera solución a la modificación genética.
Marie Monique Robin prepara un documental sobre compuestos químicos Persistentes:

A finales de año, Marie Monique Robin estrenará su próximo documental, que tratará sobre los compuestos químicos persistentes, otro tema sobre el que queda mucho por esclarecer. Recuerda que los hombres occidentales han perdido el 50% de fertilidad en los últimos años y esto es un dato que no puede pasar desapercibido. El libro El mundo según Monsanto ha sido traducido a 16 idiomas y el documental se ha reproducido en más de 20 países. “Los directivos de Monsanto podrían haber emprendido un juicio contra mí, como suelen hacer contra cualquiera que se revela contra ellos, pero no lo han hecho”, confiesa.

Desde aquí, le deseamos que su próxima obra goce de tanta expansión y siga ayudándonos a disfrutar de un mundo más sano y responsable, para nosotros y nuestros descendientes .

Fuente:
Revista The Ecologist N°42, páginas VI y VII (julio-agosto-septiembre) 2010
Biocultura-Vida Sana.org Barcelona España
Foto: Greenpeace Canadá
Publicado y enviado por ECOS DE ROMANG estamos en facebook on twitter

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