B 95, el playero rojizo visitante ilustre de la Patagonia
00:06 21/06/2012
Historia del ave que recorrió en 20 años 550.000 km.
El vínculo especial con una científica de San Antonio.
Notas Asociadas
Una conducta arraigada Conocimiento y compromiso
Ya es famoso mundialmente. El renombre alcanza también a cada sitio al que recurre junto a los suyos, para alimentarse, recargar energías y poder llegar a su nuevo destino para reproducirse y preservar la especie. Hoy, al tipear en cualquier buscador de internet "B 95, playero rojizo" aparecen cientos de páginas de medios y blogs en los que el ave ha sido noticia.
Es que "B 95" es protagonista de una historia tierna, que en abril pasado tuvo una trascendencia internacional inusitada, cuando fue relatada en parte por la BBC, luego por el New York Times y, a partir de allí, se distribuyó por todas las latitudes. Además es protagonista de un libro por imprimir, entre otras publicaciones.
Patricia González, la científica sanantoniense experta en estas especies que migran cada año por todo el hemisferio desde Tierra del Fuego a Canadá, fue clave para que la vida de B 95 cobrara tanta importancia. Ella lo anilló en 1995, en Río Grande, cuando hacía poco que se había incorporado al grupo de investigadores que recorren el mundo siguiendo a las aves en estas enormes travesías y estudiando sus comportamientos. La primera captura ocurrió el 20 de febrero de aquel año en la isla austral donde fue marcado con una banderilla anaranjada en la pata izquierda arriba, un anillo amarillo abajo y un anillo negro en la pata derecha, abajo.
Luego lo recapturaron en esa misma ciudad el 17 de noviembre de 2001 -cuando se le cambió la banderilla por la que dice B95-, el 27 de noviembre de 2003 y el 8 de noviembre de 2007. B 95 perdió el anillo amarillo de 1995, por lo que la propia Patricia le colocó el anillo anaranjado que tiene actualmente y que le da una combinación de colores individual que se suma a la banderilla para su identificación.
También fue avistado varias veces en Delaware Bay, Estados Unidos, que es la última escala antes del Ártico en la migración al norte.
La última vez, fue el 28 y 29 de mayo pasados, circunstancias que la investigadora no olvidará jamás. "Fue casualidad, estábamos por salir de la casa que habíamos alquilado frente a la Bahía, en Delaware, cuando vi bajar una bandada mayor, como de 500 ejemplares. Miré por el telescopio y no lo pude creer cuando lo identifiqué. Para mí ya había muerto, hacía mucho que no lo veíamos. Es un sobreviviente", afirma con un dejo de emoción cuando habla con "Río Negro".
B 95 se convirtió en un símbolo. El escritor y conservacionista Phil Hoose lanzará un libro en estos días sobre la vida de esta ave, ya que según expresó a los distintos medios es conmovedor que haya superado la gran mortandad que se produjo entre los playeros rojizos a principios de este siglo, producto del impacto ambiental de las actividades humanas sobre los sitios que ellos utilizan como escalas en sus enormes vuelos. Hace dos décadas se calcula que los Calidris canuta rufa -según su nombre científico- eran entre 100.000 y 150.000. En 2010, menos de 30.000.
A B 95, Hoose lo llamó Moonbird (el pájaro de la luna), ya que sumando todos los kilómetros que recorrió en su cerca de 20 años de existencia (se calcula que más de 550.000), supera la distancia que separa la Tierra de la Luna (384.400).
Por eso B 95 es también un ejemplo de esperanza, de perseverancia en defensa del medio ambiente. Su historia, que como él ya recorre el mundo entero, simboliza esa lucha y permite generar conciencia sobre la importancia de cuidar los humedales y las zonas de gran biodiversidad.
pedro caram pcaram@rionegro.com.ar
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