LA PROVINCIALunes, 19 de mayo de 2014 | 08:56
El litoral en la mira, durante la emotiva jornada ambiental
Descubriendo Entre Ríos: Estudiosos realizaron un encuentro enfocado en la problemática de los agroquímicos en Santa Fe y Entre Ríos, mostraron alternativas y rindieron homenaje al científico Andrés Carrasco.
Tirso Fiorotto/ De la Redacción de UNO
tfiorotto@unoentrerios.com.ar
Agroquímicos: una mirada socioambiental sobre la problemática en Santa Fe y Entre Ríos. Ese fue el título del encuentro realizado en la sede de ATE Santa Fe, con los fines de realizar “un diagnóstico preliminar sobre las problemáticas sociales y ambientales relacionadas con la aplicación de agroquímicos y el uso de la tierra” en las dos provincias.
Uno de los organizadores, el entrerriano Rafael Lajmanovich, director del proyecto CAI+D Orientado, puso de relieve la intensa participación de casi 260 personas de distintas universidades, organizaciones no gubernamentales y entidades educativas; la profundidad de las exposiciones y los intercambios, y la colaboración desinteresada de estudiantes de distintas facultades organizadoras junto a los miembros del Centro de Protección de la Naturaleza –Cepronat-. Además, recordó que en el programa inicial la jornada debía cerrar con una conferencia magistral del doctor Andrés Carrasco, experto en embriones, de modo que ante su inesperado fallecimiento rindieron un homenaje al notable investigador.
El encuentro permitió analizar los efectos sociales y ambientales del rocío de químicos en la región, las alternativas agroecológicas, los impactos en la salud, el cáncer en las poblaciones rurales, y asuntos afines.
“Es importante empezar a debatir sobre un modelo de producción que se ha impuesto en este país, y me parece que está llegando el momento para comenzar a hacer una evaluación de cómo va, de los pro y los contra que tiene hoy en la Argentina esta forma de producción agrícola que, desde hace aproximadamente 20 años, se ha impuesto y extendido al resto del Cono Sur. La idea es que comencemos todos en la sociedad a evaluar este modelo y a partir de ahí, empezar a corregir las cosas que haya que empezar a corregir”, dijo el ingeniero Carlos Manessi, del Cepronat.
El viernes 23 de mayo se realizará en Paraná una marcha contra la multinacional Monsanto, emblema del modelo agrario. Pues bien: los temas tratados en la jornada sirvieron para conocer las causas del descontento mundial contra ese sistema de transgénicos y agrotóxicos.
Precursores en el litoral
Lajmanovich y otros científicos de la región focalizaron la atención, desde hace años, en el cóctel de sustancias químicas usadas en la agricultura. Su conclusión es una voz de alerta: esas sustancias no son inofensivas, como las multinacionales y los gobiernos sostienen.
Los estudios (precursores en la región, pero cuyos trabajos siguen siendo menospreciados en ámbitos clave del poder), se concentraron en los efectos sobre anfibios y anuros.
En un trabajo ya divulgado por UNO, señalaron comprobaciones de los efectos teratogénicos (formación de monstruos) y cancerígenos de algunos químicos, y la toxicidad del glifosato, bajo distintas marcas.
“El efecto directo del glifosato en los mecanismos iniciales de la morfogénesis de los embriones de vertebrados originaría preocupaciones sobre los resultados clínicos de la descendencia humana expuesta en los campos agrícolas”, alertaron.
Los aportes de la UNL
Hemos subrayado en este espacio que tanto en Santa Fe como en Entre Ríos estos investigadores vienen detectando residuos de plaguicidas en vertebrados de la fauna autóctona, principalmente peces y anfibios.
También comprobaron mutaciones en larvas de anfibios y hallaron residuos de endosulfán en cuerpos de agua de Entre Ríos por sobre los límites de protección para la fauna acuática de la Argentina.
Respecto del herbicida estrella, dicen que en el orden mundial “existen alrededor de 400 citas de trabajos científicos sobre su toxicidad (glifosato) en distintos modelos animales (de laboratorio y de vida silvestre). Específicamente, sobre sus efectos en especies de anfibios locales, podemos destacar un trabajo de Lajmanovich y colaboradores que describe malformaciones morfológicas externas (craneofaciales, bucales, en los ojos y curvatura de la aleta caudal), además de efectos sobre el esqueleto hiobranquial (alteraciones en la estructura cartilaginosa por disrupción en la formación de colágeno) en renacuajos de una especie de rana ampliamente distribuida en la Argentina expuesta a dosis subletales de glifosato”, puede leerse en sus informes.
Ácido retinoico en la mira
Los especialistas no andan con rodeos. “Los monitoreos continuos realizados para evaluar el impacto de los agroecosistemas sobre la fauna silvestre de las provincias con mayor producción de soja de la Argentina (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos), permitieron realizar la primera recopilación a campo en Latinoamérica sobre la incidencia de malformaciones en anfibios. En las conclusiones de este trabajo se hace una concreta mención al posible efecto del ácido retinoico como una de las causas de estas teratologías (malformaciones); que sin lugar a duda ya están empezando a manifestarse en la naturaleza y dejaron de ser, como algunos autores opinan, meras especulaciones experimentales”.
Esto es precisamente lo que denunció también en Paraná el científico Andrés Carrasco.
“Nadie dice que hay un trabajo que sugiere fuertemente que el glifosato es teratógeno porque induce la variación de concentraciones de un viejo y conocido teratógeno experimental de la clínica médica llamado ácido retinoico”, manifestó el investigador, invitado por el Foro Ecologista de Paraná y por la Cátedra Abierta de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER. Aquella noche habló junto a Daniel Verzeñassi y Luis Lafferriere.
El glifosato, agregó Carrasco, “inhibe algunos genes pero no directamente porque no es una sustancia endógena del embrión: los inhibe a través de un mecanismo indirecto, que es el ácido retinoico, un derivado de la Vitamina A que todos los vertebrados tienen, que regula muchos genes. Es un viejo teratógeno por exceso o por ausencia. El glifosato incrementa la cantidad de ácido retinoico en el embrión, y al interferir en el metabolismo produce la malformación”, subrayó Carrasco.
Flecha en el aire
Explicó los experimentos realizados en su laboratorio a través de la exposición de embriones de anfibios al glifosato diluido, o mediante la inyección de glifosato como droga pura en una célula. En ambos casos, las consecuencias quedaron a la vista: embriones tuertos, con los ojos en el medio, con los cartílagos (que luego debían ser huesos) entreverados, con malformaciones evidentes en la zona cefálica.
“El culpable de la malformación es el glifosato”, aseguró, y aceptó que los otros productos que contiene la mezcla comercial pueden influir también, contra la formación natural y sana de los embriones.
Carrasco no pudo estar en Santa Fe. Su ausencia conmovió a sus pares científicos y ecologistas. Pero sus aportes científicos ya fueron difundidos y son ineludibles a la hora del debate sobre el modelo agrario. La flecha ya está en el aire, diría Atahualpa Yupanqui. El viernes 23, fecha en que se recuerda la muerte de Yupanqui, precisamente, se realizará en Paraná una marcha contra Monsanto y allí estará el espíritu de Andrés Carrasco, su voz de alerta encontrará el eco negado. El mundo gritará contra Monsanto el 24, bajo el lema Millones contra Monsanto. Los paranaenses caminarán un día antes, desde la Plaza Alvear hasta la Plaza 1º de Mayo.
Confluencia por la biodiversidad
La jornada fue organizada por el proyecto de investigación CAI + D Orientado (Evaluación integral y procesos de remediación de los efectos de mezclas de herbicidas e insecticidas sobre especies nativas del litoral fluvial argentino); el Programa ambiente y sociedad – secretaría de extensión de la UNL; y el Centro de Protección a la Naturaleza de Santa Fe.
Entre los expositores estuvieron Carlos Manessi de Cepronat, José Luis castillo del movimiento campesino Obreros del surco, de Villa Ocampo; Eduardo Spiaggi de la facultad de Ciencias Veterinarias de la UNR, Enrique Marchiaro de Ciencias Jurídicas, Delma Abt del Proyecto de extensión por una nueva economía de la faculta de Educación de la UNER, María Victoria Dunda de la Red de Pueblos Fumigados; también Horacio R. Beldomenico, director del Programa de investigación y análisis de residuos y contaminantes químicos; Damián Verzeñassi, responsable de la materia Salud Socioambiental y del ciclo de Práctica Final en Facultad de Ciencias Médicas de la UNR; Alejandro Oliva, director del Programa de Medio Ambiente y Salud, Centro de Estudios Interdisciplinarios, Universidad Nacional de Rosario); Lisandro Viale, del PS, y Daniel Sánchez, profesor en la Cátedra de Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNL), entre otros. Como referencia, entre los organizadores del encuentro figuran Andrés Attademo, Tamara Beltramino, Ana María Gagneten, Alba Imhof, Rafael Lajmanovich, Carlos Manessi, Paola Peltzer, Luciana Regaldo, Uises Reno, Virginia Trevignani, Eduardo Vidal y Cristina Zalazar.
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