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08/03/2011 La muerte tiene cara de glifosato. Por Clarisa Ercolano
Oscar Antonio Brasca es un vecino de la localidad santafesina de La Criolla que hace años lucha contra las fumigaciones con glifosato (producido por la firma Monsanto) sobre el pueblo que lo vio crecer. Oscar fue quien nos contó que en el paraje aborigen de la Lola, también en Santa Fe, los habitantes tuvieron “cuadros de gastroenteritis, dolor de cabeza, irritación ocular además de padecer la muerte de aves de corral y otros animales, dos días después de una fumigación en campos cercanos”.
Oscar, ya no quiere escribirle al gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, que dice que el glifosato y su toxicidad son un mito. Y es entendible. Las gallinas, perros y patos muertos o caminando como zombis en La Lola, ¿también son un mito?
Según relatan los vecinos, también adultos y muchos niños sufrieron distintos tipos de grados de irritación en la piel y en los ojos. En algunos adultos, y varios niños puede notarse cierta cantidad de granos en gran parte del cuerpo. El barrio aborigen se ubica a apenas una calle, de un campo sembrado con soja, propiedad del chacarero Abel Zorzon, fumigado con una araña (tractor fumigador). La lluvia, "lavó" los campos y a los dos días empezaron a surgir los inconvenientes con los animales, ya que el agua que sale del campo pasa prácticamente sobre el barrio y por los patios de las viviendas.
Ricardo Magnago, pertenece a la Asociación "Vida animal", y quiere tomar muestras de los animales y del agua que quedó acumulada en la cuneta que separa al campo de la comunidad. En ese sentido, aseguró que se fumiga periódicamente, inclusive usando aviones, lo que agrava este tipo de cuadros. Gallinas quedaron ciegas de un día al otro y aun perro, le apareció un tumor en menos de 24 horas.
Magnago sugirió "que no se siga fumigando por ahora. Tenemos que ver si no hay otras aves de la zona a las que se está afectando; hay que hacer una investigación porque además, lo preocupante es que hay muchos chicos en este lugar".
El Ingeniero Daniel Paiz, al frente de la cartera de Producción de la Municipalidad de Reconquista, aseveró, luego de hablar con Zorzón, que se usó glifosato para dicha tarea.
El funcionario, luego de recorrer el campo afirmó que vio gallinas y patos muertos y animales moribundos y que la acción debería como mínimo estar asentada en la receta agronómica y firmada por algún técnico. Además remarco que "si son productos fosforados, el síntoma que produce es taquicardia en los animales, convulsiones, puede ser vómitos y diarreas, son síntomas parecidos a los que provocan los fosforados en el ser humano".
Clarisa Ercolano
BWN Patagonia
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