Alma de Nogal : Los Chalchaleros

jueves, 12 de julio de 2012

LOS HERMANOS SEAN UNIDOS, ESA ES LA LEY PRIMERA ...MARTIN FIERRO - JOSE HERNANDEZ ( Red Argentina )

"Consejos de Martín Fierro a sus hijos"

CANTO XXXII (Segunda Parte)


Un padre que da consejos

Más que padre es un amigo,

Ansí como tal les digo

Que vivan con precaución-

Naides sabe en qué rincón

Se oculta el que es su enemigo.



Yo nunca tuve otra escuela

Que una vida desgraciada-

No extrañen si en la jugada

Alguna vez me equivoco-

Pues ha de saber muy poco

Aquél que no aprendió nada.



Hay hombres que de su cencia

Tienen la cabeza llena;

Hay sabios de todas menas,

Mas digo sin ser muy ducho:

Es mejor que aprender mucho

El aprender cosas buenas.



No aprovechan los trabajos

Si no han de enseñarnos nada-

El hombre, de una mirada

Todo ha de verlo al momento-

El primer conocimiento

Es conocer cuándo enfada.



Su esperanza no la cifren

Nunca en corazón alguno-

En el mayor infortunio

Pongan su confianza en Dios-

De los hombres, sólo en uno,

Con gran precaución en dos-



Las faltas no tienen límites

Como tienen los terrenos-

Se encuentran en los más buenos,

Y es justo que les prevenga;-

Aquél que defectos tenga,

Disimule los ajenos-



Al que es amigo, jamás

Lo dejen en la estacada,

Pero no le pidan nada

Ni lo aguarden todo de él-

Siempre el amigo más fiel

es una conducta honrada.



Ni el miedo ni la codicia

Es bueno que a uno le asalten-

Ansí no se sobresalten

por los bienes que perezcan,

Al rico nunca le ofrezcan

Y al pobre nunca le falten.



Bien lo pasa hasta entre Pampas

El que respeta a la gente-

El hombre ha de ser prudente

Para librarse de enojos-

Cauteloso entre los flojos

Moderado entre valientes.



El trabajar es la ley

Porque es preciso alquirir-

No se expongan a sufrir

Una triste situación-

Sangra mucho el corazón

Del que tiene que pedir.



Debe trabajar el hombre

Para ganarse su pan;

Pues la miseria en su afán

De perseguir de mil modos-

Llama en la puerta de todos

Y entra en la del haragán.



A ningún hombre amenacen

Porque naides se acobarda-

Poco en conocerlo tarda

Quien amenaza imprudente-

Que hay un peligro presente

Y otro peligro que aguarda.



Para vencer un peligro,

Salvar de cuelquier abismo,

Por experiencia lo afirmo,

Más que el sable y que la lanza-

Suele servir la confianza

Que el hombre tiene en sí mismo.



Nace el hombre con la astucia

Que ha de servirle de guía-

Sin ella sucumbiría,

Pero sigún mi esperiencia-

Se vuelve en unos prudencia

Y en los otros picardía.



Aprovecha la ocasión

El hombre que es diligente-

Y téngalo bien presente,

Si al compararla no yerro-

La ocasión es como el fierro

Se ha de machacar caliente.



Muchas cosas pierde el hombre

Que a veces las vuelve a hallar-

Pero les debo enseñar

Y es bueno que lo recuerden-

Si la vergüenza se pierde

Jamás se vuelve a encontrar.



Los hermanos sean unidos,

Porque ésa es la ley primera.

Tengan unión verdadera

En cualquier tiempo que sea-

Porque si entre ellos pelean

Los devoran los de ajuera.



Respeten a los ancianos,

El burlarlos no es hazaña-

Si andan entre gente estraña

Deben ser muy precavidos-

Pues por igual es tenido

Quien con malos se acompaña.



La cigüeña cuando es vieja

Pierde la vista, -y procurar

Cuidarla en su edad madura

Todas sus hijas pequeñas-

Apriendan de las cigüeñas

Este ejemplo de ternura.



Si les hacen una ofensa,

Aunque la echen en olvido,

Vivan siempre prevenidos;

Pues ciertamente sucede-

Que hablará muy mal de ustedes

Aquel que los ha ofendido.



El que obedeciendo vive

Nunca tiene suerte blanda-

Mas con su soberbia agranda

El rigor en que padece-

Obedezca el que obedece

Y será bueno el que manda.



Procuren de no perder

Ni el tiempo ni la vergüenza-

Como todo hombre que piensa

Proceder siempre con juicio-

Y sepan que ningún vicio

Acaba donde comienza.



Ave de pico encorvado

Le tiene al robo afición-

Pero el hombre de razón

No roba jamás un cobre-

Pues no es vergüenza ser pobre

Y es vergüenza ser ladrón.



El hombre no mate al hombre

Ni pelee por fantasía-

Tiene en la desgracia mía

Un espejo en qué mirarse-

Saber el hombre guardarse

Es la gran sabiduría.



La sangre que se redama

No se olvida hasta la muerte-

La impresión es de tal suerte,

Que a mi pesar no lo niego-

Cai como gotas de fuego

En el alma del que la vierte.



Es siempre en toda ocasión

El trago el pior enemigo-

Con cariño se los digo,

Recuérdenlo con cuidado-

Aquél que ofende embriagado

Merece doble castigo-.



Si se arma algún revolutis

Siempre han de ser los primeros-

No se muestren altaneros

Aunque la razón les sobre-

En la barba de los pobres

Aprienden pa ser barberos.



Si entriegan su corazón

A alguna mujer querida,

No le hagan una partida

Que la ofienda a la mujer-

Siempre los ha de perder

Una mujer ofendida.



Procuren si son cantores,

El cantar con sentimiento,

Ni tiemplen el instrumento

Por sólo el gusto de hablar-

Y acostúmbrense a cantar

En cosas de jundamento.



Y les doy estos consejos

Que me han costado alquirirlos,

Porque deseo dirijirlos,

Pero no alcanza mi cencia-

Hasta darles la prudencia

Que precisan pa seguirlos.



Estas cosas y otras muchas,

Medité en mis soledades-

Sepan que no hay falsedades

Ni error en estos consejos-

Es de la boca del viejo

De ande salen las verdades.



Consejos de Martín Fierro
Consejos del Viejo Vizcacha



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