Cinco años con mucho dolor y pocas respuestas
00:00 - Organismos técnicos de la provincia tienen una delicada asignatura pendiente en Gemes.
Ante una elevada densidad de enfermedades terminales, en mayo de 2010 vecinos de General Güemes empezaron a manifestarse en las calles y a reclamar la reubicación de las antenas de telefonía móvil fuera del casco urbano de esa ciudad del Valle de Siancas. Ni entonces ni ahora encontraron otra posible respuesta para sus padecimientos personales y pérdidas familiares por las señales de radiofrecuencia irradiadas por las estaciones de base y las redes inalámbricas instaladas en las cercanías de sus casas.
A la cabeza de las marchas y reclamos estuvo desde la primera hora Beatriz Leonor Fenoglio, una vecina que perdió a dos de sus hijos por enfermedades cancerígenas. "Noraly", como la llaman sus allegados, empezó a reunir testimonios, certificados médicos e historias clínicas en una carpeta que ahora interesa a la Justicia Federal de Salta, en un expediente que empezó a tomar forma en el despacho del defensor oficial Martín Bomba Royo.
El mapa que delineó "Noraly" muestra a 56 personas, de 14 a 60 años, afectadas por tumores en un radio de seis manzanas. Algunas aún luchan que contra de enfermedades terminales y otras fallecieron sin que sus familiares tengan de parte de los organismos competentes certezas científicas para las preocupaciones que persisten, más allá de la dudosa inocuidad o nocividad de las señales de telefonía. Güemes tiene centrales eléctricas, tendidos de extra alta tensión y complejos industriales cuyas radiaciones y emisiones también deberían ser examinadas, en un estudio integral, junto a investigaciones epidemiológicas que no deberían soslayar ni el agua de las redes de General Güemes. Esta es una asignatura pendiente para los organismos técnicos competentes de la Provincia, que hasta ahora fueron observadores distantes de las preocupaciones de vecinos de Güemes entre los que se cuenta la electa intendenta Alejandra Fernández. "Gracias a Noraly y a su constancia muchos hemos tomado conciencia de que frente a la duda científica, primero está la salud, como remarcó Raúl Montenegro", señaló la veterinaria que asumirá en diciembre como jefa comunal de General Güemes. Montenegro, profesor titular de Biología Evolutiva de la Universidad de Bahía Blanca, que fue distinguido con un Nobel alternativo en 2004, acompaña a los vecinos de Güemes y Campo Quijano desde las primeras marchas.
"Padres, madres, esposos, hijos, seguimos esperando respuestas a nuestro dolor, preocupaciones y reclamos. Esperamos que las ordenanzas se atiendan y los fallos se cumplan", remarcó Beatriz Fenoglio de Palacios, como acostumbra a presentarse con su apellido de casada.
Amparo en Campo Quijano
La Justicia ordinaria de Salta falló también a favor de los vecinos de Campo Quijano que interpusieron acciones para alejar las antenas. En marzo pasado, el juez Daniel Canavoso ordenó a las empresas de telefonía celular que cumplan con la ordenanza 28/13 y retiren sus antenas del casco urbano. Lo hizo al resolver un amparo colectivo presentado por la defensora Natalia Buira.
"Entendemos que no todos los políticos y periodistas son conocedores en profundidad del tema de la electropolución, pero nosotros hace 10 años que venimos padeciendo con una antena de telefonía celular que fue instalada sin permisos ni estudios de impactos frente a nuestra casa", señaló Marcela Torres. Ella y Carlos Castañeda encabezan los reclamos en Campo Quijano.
Frenaron obras en Rosario de Lerma
Vecinos presentaron un recurso de amparo en contra de la empresa Claro y el municipio. Mediante un recurso de amparo y tras numerosos reclamos a autoridades municipales, el 18 de agosto pasado, vecinos del club Juventud Unida, de Rosario de Lerma, frenaron la instalación de una antena de telefonía móvil de la empresa AMX Argentina (Claro) que se emplazaba en el predio de la entidad social y deportiva.
Se ampararon en la ordenanza 2.526, aprobada en 2014, que impide colocar antenas de telefonía celular a menos de 1.000 metros del área urbana.
Antes de conseguir esta resolución, los vecinos, en su mayoría frentistas de la calle Hipólito Yrigoyen, vivieron tensas situaciones.
El 5 de agosto, un abogado de Claro los denunció por supuestas amenazas, robo de herramientas y una rotura de pernos de la base soporte de la antena que se instalaba en el predio deportivo. Ese mismo día, los vecinos convocaron a una reunión al abogado, al presidente del club, Vicente Aveldaño, que faltó a la cita, y al intendente electo, Ignacio Jarsún, quien afirmó que su gestión no habilitará instalaciones como la que se paró, dentro del casco urbano, mientras no se tengan informes científicos concluyentes sobre los posibles efectos en la salud.
El Ejecutivo municipal de Rosario de Lerma, a cargo de Sergio Ramos, comunicó el 13 de agosto la suspensión de las obras de la empresa telefónica, pero vecinos denunciaron que, luego del anuncio, los trabajos objetados continuaban.
"Finalmente, tras los insistentes reclamos, obtuvimos una resolución precaria de parte de Ramos, que avala la suspensión momentánea de las obras", contó Juan Álvaro Cardozo, uno de los vecinos movilizados en esa localidad.
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