Pesticidas y Alimentacion
El uso de herbicidas en el mantenimiento de carreteras en zonas protegidas de la Cuenca del Alberche y a pocos metros de las zonas autorizadas para el baño en Aldea del Fresno puede ser peligroso para la salud y el medioambiente.
26 Septiembre 2014 - 19:37 h.
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El uso de herbicidas en el mantenimiento de carreteras en zonas protegidas de la Cuenca del Alberche y a pocos metros de las zonas autorizadas para el baño en Aldea del Fresno puede ser peligroso para la salud y el medioambiente.
Las empresas privadas contratadas para el mantenimiento de carreteras por los gobiernos de las Comunidades Autónomas de Madrid y Castilla la Mancha, y muchas de las empresas de jardinería subcontratadas por los administradores de gobiernos municipales en ambas utilizan indiscriminadamente herbicidas como el glifosato pese a las quejas y denuncias. Fumigan incluso zonas muy sensibles de espacios protegidos que por sus valores ambientales forman parte de la Red Natura 2000, y en Aldea del Fresno en Madrid incluso a pocos metros de las zonas de baño del Alberche.
Se está vertiendo inmoral e incluso ilegalmente (RD 1311/2012 sobre usos fitosanitarios) glifosato en las cunetas de modo que la escorrentía transporta los herbicidas al río. También se está fumigando directamente sobre cursos de agua contaminando las aguas superficiales y posiblemente las subterráneas, suelos etc. cuando la utilización de medios mecánicos es perfectamente viable. De hecho se utilizan, este verano operarios con serruchos y desbrozadoras han eliminado la vegetación cercana a los arcenes en esas mismas carreteras que fumigan con herbicida por ejemplo en Aldea del Fresno y Calalberche. Han cortado retamas, majuelos, parras silvestres, y también árboles jóvenes y no tan jóvenes (chopos, fresnos y encinas entre otros) para luego dejar la leña tirada aún en las cunetas con el consiguiente riesgo de incendios. Han empleado recursos públicos para deforestar y generar riesgos nuevos de incendios dejando los árboles secos sobre la hierba quemada por herbicidas al borde de las carreteras.
Debido a estas malas prácticas de uso de herbicidas consentidas y fomentadas por los que actualmente gobiernan con amplias mayorías las administraciones locales y regionales, gobernantes que supuestamente deben velar por nuestra salud y por el medioambiente, la población presenta niveles alarmantes de pesticidas en sangre, orina, tejido adiposo, semen, leche materna, flujo amniótico...
Los herbicidas como el glifosato se relacionan con muchas enfermedades tanto por originarlas como por ser un factor clave de empeoramiento (intolerancia al gluten, intestino inflamado, diarrea crónica, colitis y enfermedad de Crohn, obesidad, alergias, enfermedades cardiovasculares, depresión, cáncer, infertilidad, Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, ALS…). Causa la muerte celular en embriones humanos a dosis muy bajas. Puede provocar malformaciones, abortos, problemas hormonales, genitales o de reproducción. Afecta a las bacterias intestinales de humanos y otros animales que entre otras funciones permiten la nutrición. Estas bacterias son vitales para la vida humana y en nuestro cuerpo su número superan en mucho al de otro tipo de células (10 a 1), por eso la contaminación por antibióticos bactericidas es muy grave. El glifosato afecta al equilibrio microbiano natural del cuerpo humano lo que provoca intoxicación, inflamación y deriva en enfermedad crónica y debilitante. Además afecta a enzimas que tienen la función de desintoxicar nuestros cuerpos. El problema es tan alarmante que incluso se han publicado estudios que dicen que en 2025, la mitad de los niños serán autistas por el glifosato. La exposición a glifosato también tiene efectos negativos sobre la piel, los ojos, el aparato respiratorio dependiendo de la vía de entrada al organismo y de la exposición (aguda o crónica). La mayoría de los alimentos que consumimos están contaminados con glifosato por el uso directo o por contener azúcar, soja, maíz y trigo transgénicos tratados con glifosato. El uso actual de herbicidas es nocivo para la salud de las personas, los animales y las plantas. Afecta a los microorganismos que cierran los ciclos naturales de la materia en los ecosistemas y permiten la vida misma.
Los herbicidas pueden permanecer en el medio ambiente más de 20 años. Se acumulan en los tejidos animales y vegetales que han sufrido exposición. Hay que detener la aplicación de glifosato urgentemente. En Aldea del Fresno o Villa del Prado por ejemplo el uso de herbicidas puede afectar o está afectando a especies de flora y fauna protegidas, a los pastizales entrono al río Alberche que frecuentan los pastores de la zona, a las personas que recogen frutos silvestres, que tienen pozos para beber y para uso agrícola o ganadero, y hasta a las personas que se bañan en la zona autorizada. Seguramente las personas que viven o visitan el entorno del Alberche no quieran estar expuestas al glifosato al bañarse, al recoger y comer moras, setas y espárragos, o al comprar los productos de esa tierra. Hay muchas personas en esas zonas que van al campo a recolectar plantas, hierbas y semillas para su consumo o para dárselas a sus pajaritos, gallinas y conejos etc.
El control sanitario de las aguas de baño que se realiza durante la temporada veraniega se hace en base a los resultados analíticos únicamente de la medición de la presencia de dos bacterias que indican contaminación fecal en el agua (Enterococos intestinales y Escherichia coli). El glifosato mata estas bacterias por tanto podríamos tener una supuesta mejora de la calidad del agua (cosa que ha ocurrido en la playa de Aldea del Fresno desde el 2011) cuando en realidad se podría estar produciendo contaminación por herbicidas.
Fotos tomadas el 29 de mayo de 2014 que muestran las hojas de los árboles quemadas por herbicidas hasta alturas de unos de 2 metros justo frente al aparcamiento de la playa del Alberche.
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