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miércoles, 16 de marzo de 2011

CNN MEXICO: La incertidumbre alarga la pesadilla en Japón después del terremoto


La incertidumbre alarga la pesadilla en Japón después del terremoto

Sin cifras exactas de heridos y muertos, la nación nipona se enfrenta al temor de una catástrofe nuclear y las bajas temperaturas

Lunes, 14 de marzo de 2011 a las 14:46

La televisión NHK reporta que hay 450,000 japoneses viviendo en refugios tras el terremoto y tsunami (Reuters).

Share Lo más importanteHay contradicciones entre las cifras oficiales de la Policía Nacional Japonesa y los reportes de medios de comunicación sobre el número de muertos

Hay por lo menos 3,002 personas desaparecidas

El país ha sufrido 44 réplicas de una magnitud mayor a los 6.0 grados

63,000 edificios fueron dañados y más 6,000 están completamente destruidos
Sendai, la zona cero del terremoto de Japón

SENDAI, Japón (CNN) — En una nación asediada por el dolor que provocan miles de víctimas, el miedo ante una posible fuga radioactiva y la amenaza de más réplicas de un terremoto de 9.0 grados, la pesadilla de los japoneses no termina.

Miles de cuerpos son encontrados en las costas, mientras en la planta nuclear de Fukushima los equipos de trabajo hacen todo lo posible para evitar los daños nucleares.
El terremoto y el consecuente tsunami del viernes 11 de marzo mataron a más de mil personas, hasta este momento todavía hay contradicciones entre las cifras oficiales de la Policía Nacional Japonesa y los reportes de medios de comunicación, pero se cree que el conteo exacto de la catástrofe todavía está muy lejos de las primeras especulaciones.

La cifra oficial es de 1,897 muertos este lunes. Sin embargo, esa cifra no incluye a los por lo menos 2,000 muertos que la agencia de noticias Kyodo reportó que fueron encontrados en la costa de la prefectura de Miyagi.

Hay por lo menos 3,002 personas desaparecidas, según los datos de la Policía Nacional. Mientras tanto, la estación de televisión NHK reporta que 450,000 viven en refugios.

En la prefectura de Fukushima hubo once heridos tras una explosión en el reactor número 3 de la planta nuclear. Horas más tarde, problemas de enfriamiento en el reactor número 2 permitieron que hubiera un sobrecalentamiento que pudo generar emisiones de vapor radioactivo a la atmósfera.
Tras dos explosiones en esa estación de Fukushima, una el sábado y otra el lunes (tiempo de Japón), el gobierno ha intentado mantener tranquila a la población. Han dicho que la liberación de radiación ha sido modesta, pero ningún comunicado aminora los nervios de los japoneses.

“Tendré un hijo pronto”, dijo una mujer que ha sido evacuada del área. “Quiero saber qué es lo que pasará en la planta nuclear, estoy asustada”.
“No estamos asustados por otro terremoto como por lo que ocurre en los reactores nucleares”, dijo Michelle Roberts, una residente del centro de Tokio cuya familia trata de decidir si abandonan el país. “También estoy en riesgo por los medicamentos que debo tomar. No sé si debo estar preocupada o no”.

“Es el colmo”, dijo Ryan McDonald, un estadounidense que vive en Kitakata, al oeste de la planta de Fukushima Daiichi. “El terremoto es horrible, luego el tsunami también lo fue, pero no fue suficiente. Ahora tenemos miedo de algún desastre nuclear”.

En Tokio, donde muchos trenes no están dando servicio o están retrasados por los cortes de energía, los residentes están preocupados por la amenaza de más réplicas.

Desde el terremoto de 9.0 grados del viernes 11 de marzo, el país ha sufrido 44 réplicas de una magnitud mayor a los 6.0 grados. El punto en el que según sismólogos los movimientos telúricos se califican como fuertes. Tres de ellos incluso han superado los 7.0 grados, según la Agencia Meteorológica de Japón.

En medio de este panorama, la normalidad parece estar lejos. En las regiones más dañadas por el terremoto, la televisora NHK, citando a funcionarios de gestión de desastres, asegura que 63,000 edificios fueron dañados y que más de 6,000 están completamente destruidos.
En la ciudad de Minamisanriku, a cinco kilómetros del Océano Pacífico, sólo se puede ver una pila inmensa de madera que solía ser el hogar de 20,000 personas. Los cuerpos de rescate han dicho que es muy difícil que haya algún sobreviviente debajo de todos esos escombros. Por lo menos la mitad de la población está desaparecida.
En el área de Sendai, donde los edificios fueron desintegrados por una ola gigante, las calles son una mezcla de escombros en donde se pueden ver autos, sofás, taxis o juguetes, apilados en lo que podrían ser los remanentes de una casa.
Los residentes esperan en una línea su turno para tener algo de agua, comida y gasolina. Independientemente de la devastación a su alrededor, la multitud luce en calma y actúa de forma ordenada.

Algunas áreas de la ciudad de Ishinomaki permanecían inaccesibles por tierra este lunes. Las fuerzas armadas de Japón han ido de puerta en puerta para buscar sobrevivientes, pero en la mayoría de los casos sólo han encontrado cadáveres.
Las bajas temperaturas han incrementado la posibilidad de desastre para las víctimas y los rescatistas. Hay reportes de que algunos de los sobrevivientes han estado expuestos al frío y condiciones climáticas extremas por días enteros, y además se pronostica que la situación empeorará con temperaturas por debajo de los cero grados centígrados, acompañada de nieve, fuertes lluvias y la amenaza del deslizamiento de tierra.
Cerca de 15,000 personas han sido rescatadas, informó Kyodo News. Entre ellos estaba Hiromitsu Shinkawa, un hombre de 60 años que fue arrastrado por el mar cuando una ola gigante golpeó su casa.

La armada japonesa lo encontró flotando a 15 kilómetros de la costa. Estaba agitando un pedazo de tela rojo mientras permanecía de pie en el techo de su casa.
El domingo, el país enteró escuchó el llamado del primer ministro a permanecer unidos en medio de la crisis. “En los 65 años tras el final de la Segunda Guerra Mundial, esta es la crisis más dura”, dijo Naoto Kan.
El Banco Central de Japón inyectó este lunes 15 trillones de yenes (186 billones de dólares) a la economía para evitar la inestabilidad financiera en los mercados mundiales. De cualquier forma, el mercado japonés cayó. El indicador Nikkei se hundió un 6.18%.

La caída fue la más grande desde septiembre de 2008, cuando inició la crisis económica mundial con el colapso de Lehman Brothers.
El terremoto del viernes es el más fuerte en la historia de este país, según los registros del Servicio Sismológico de Estados Unidos (USGS) desde 1900.

Mientras Japón intenta despertar de la pesadilla, la agencia nuclear de las Naciones Unidas, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), catalogó como “muy poco probable” la posibilidad de un catástrofe en Fukushima como el de Chernobyl.

Se duplican esfuerzos para rescatar sobrevivientes

Los equipos de rescate redoblan esfuerzos para intentar llegar a un número incalculable de personas que podrían estar entre los escombros del terremoto del viernes 11 de marzo.
La noche fría del lunes en Japón se caracterizó por un sentido de urgencia para intentar poner a salvo a los sobrevivientes del desastre natural, una vez que el territorio nipón se ha cubierto de temperaturas por debajo de los cero grados centígrados.

Los pronósticos del tiempo advierten sobre la presencia de lluvias y frío mientras se incrementan los problemas para proveer de energía eléctrica al país.
Los japoneses presionan a los equipos de rescate para que los ayuden a encontrar a sus amigos y familiares. La televisora NHK mostró un video de un hombre en bicicleta que busca a su esposa. Escribió el nombre de ella en un cartel que ha pegado a su vehículo mientras reparte fotografías.

Mientras tanto, el presidente Barack Obama prometió que Estados Unidos seguirá ofreciendo toda la asistencia posible.

Un convoy estadounidense hizo un viaje de siete horas por el poblado de Honshu, la isla principal de Japón, sólo para concluir que es imposible instalar un campamento para labores de rescate.

El equipo de 150 miembros, acompañado por 12 perros de búsqueda y cinco camiones equipados, fue enviado por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID).

Un equipo chino comenzó a operar en la prefectura de Iwate mientras uno de Corea del Sur se instala en la de Miyagi.
Otras naciones que han enviado equipos de rescate son Singapur, Alemania, Suiza, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Australia, México y Taiwán.

El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que, en total, 91 países han ofrecido su ayuda, además de organizaciones internacionales como el Programa Mundial de Alimentos y la Cruz Roja Internacional.

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